Por: Álvaro Luquin
Crédito de la foto: Izq. Ed. Bonobos
Der. www.deficcionesyotraslocuras.blogspot.de
7 poemas de Panóptico (2015),
de Álvaro Luquin
LA FUERZA DE ESTE SUERO es el roer más suave
y triste en su último destello.
Con el álbum de fotos carcomidas
sola, desaliñada vaga por el cuarto
y el horror del siglo come de su entraña.
Hay manos deslizándose hasta el pubis
sus ojos trepan y descienden pabellones.
La vemos fuera de la sala deambular
como algo muerto dentro de nosotros;
él dijo que saldría intacto y sin usar los mecanismos
de emergencia.
Cuando el doctor termine de ver el noticiero dile:
observe los fantasmas que orbitan en la cuna
y que su error le sea placentero.
T E SIENTES salamandra
con mi aspecto, tics y temblores
misceláneos.
Sin la suficiente locura
¿podrías mandarme al diablo
y ser quien no eres o dejarme entrar
fuerte y lastimarte poquito?
a Luis Alberto Navarro
SE AFERRA LA LUZ a un mismo espacio
donde nombres, historias y hazañas
iluminan muros que nunca debimos alumbrar.
Escribimos siempre de un mismo lado
pero pusimos B en lugar de A
y no hay quién corrija ese detalle.
MIENTRAS LA BAILARINA ensaya
el pez de sombra ataca en el cristal
y con su inmejorable entono
devora el contrapeso.
Ahora en nombre de Teseo
regresa consumada al laberinto
donde encuentra el hilo roto
y las interminables burlas de Ariadna.
a Ricardo Castillo
AÑOS MÁS TARDE hay menos flores
y un hombre asoma la cabeza temeroso,
tiene miedo del cuchillo, de la historia,
de sus flores esquejadas a destiempo.
Cada año busca y se oculta de algo,
porque es grave festejar las fechas
cuando se desconoce la identidad
de quien consume los días.
Para evitar el dilema
pudo elegir entre varias opciones;
aunque la inevitable fue cerrar
ventanas y puertas
y abrir la llave del gas.
RECLUIDO EN OTRO espacio
observo el anochecer
y a un hombre convulsionar.
En la sombra de la habitación
su madre lo oculta en la enfermedad
para evitar que sea desenmascarado
por la luz de una ciudad casi desierta.
Se iba por un sueño (…)
Por el fino talco de los muertos.
Juan Manuel Roca
RETUMBA EL SOPOR en el espejo,
proyecta la sombra de un albedrista
en la mueca del agitado.
Corpúsculos rojos y blandos
inundan la infinitud cerebral
y a guisa de arbitrio
Miocardio, Talante
absorben el golpe
de una rutina sugerente
íntima y próxima
a gobernar.