Por Guillermo Saravia*
Crédito de la foto fb del autor
7 poemas de Itinerario (inédito),
de Guillermo Saravia
No me moveré de casa
No volaré más
No viajaré por tierra en vehículos
sean a motor o a pedal
Menos iré por las aguas en buques o botes
No me moveré de casa para evitar los accidentes
Tampoco caminaré por las calles de la ciudad
No comeré pescados ni aves porque están contaminadas
Evitaré frutas y verduras con residuos de insecticidas
No me moveré de casa
Y así no exponerme a intoxicaciones
y envenenamientos
No me presentaré al sol por ningún motivo pues sus rayos causan daño a la piel
No beberé agua de los ríos porque contienen detritus de minerales
Me apartaré de los vientos porque traen bacterias y otros bichos invisibles
No me moveré de casa
Puedo enfermar
No leeré libros ni cualquier material impreso
No accederé a la televisión ni a las redes sociales
Evitaré los debates políticos e ideológicos
No me moveré de casa
Pues mi mente puede ser influenciada
No me moveré de casa
Apenas
Ocasionalmente
Muy de vez en cuando
Casi nunca
Para estar más cerca a lo irreal
Miraré por la ventana
Serie fotográfica de la desolación
Orines de oro en un campo de olivos
Invadido de liebres inquietas porque acaba la luz del día
Una hilera de árboles deshojados
a ambos lados de una avenida desolada
Al fondo las luces palo rosa del atardecer
Una iglesia gorda infla sus campanas
al lado un estrecho callejón vacío
Detrás del callejón un violinista rasca las cuerdas
siguiendo el paso indiferente de los caminantes
Un terreno baldío cercado
Un perro perdiguero jugando con un palo
en un momento donde las hojas secas giran
inútilmente por el viejo viento
Las flores del almendro le dan un gesto de color
a ese frío que apuñala
Mientras un gato husmea entre la mala hierba
Seguid al gato
Seguid al viento
Seguid a los caminantes
Seguid al atardecer
Seguid a la agónica luz del día
Jabalíes y tulipanes
El avión sobrevolaba ese cielo muy iluminado por un sol que no esperaba por ser invierno
Solo alcancé a ver múltiples canales de agua y ningún tulipán
Y en medio de la bruma lejana que desleía los árboles endebles de esas tierras anegadas se podía contabilizar los pasos cautelosos de jabalíes y venados
Naranjales
El sendero se anega en el olor dulce de las naranjas
El sendero desemboca en un río
Un río calmo como tus manos sobre mi cuerpo
Un río donde nada una pareja de patos que ha olvidado los aires
Como cuando caminamos lejos de la ciudad y su diaria borrasca
Un sendero que es acompañado de naranjales nos sigue
Las naranjas caen en silencio y nadie se conmueve
Las naranjas son tan intensas como las luciérnagas
En el suelo las consuela el sol
Sol encerrado
Al sol lo encerré con las cortinas
Afuera la falta de luz asustaría
No era mi problema
Está la mesa
y estás tú
bañada de su luz
Con una balada nacida de mi calor
Tu cuerpo extendido con todas sus carnes vivas y frescas
Tu cuerpo rodeado de flores que he comprado lejos del campo
Flores lilas y blancas
Nada de tulipanes y rosas
Flores tiernas y delicadas como las de la manzanilla
Tu cuerpo sobre la mesa de vidrio pulido
La propia piel con la propia piel
Como el deseo con el deseo
Como tu mirada y los jugos que afloran
Como los míos que escapan como lava
Un ritual
Un baño de vino
Una ofrenda
Un misterio
Un silencio frotado
Un aroma del futuro
Una sal que te quita la sed
Y crujen maderas y vidrios
Al escribir versos
Estos
Luz celeste
Prende la luz celeste
Temprano
Avísale a las aves
para que canten
Prende la luz del sol
Avísale a las lagartijas
para que se calienten
Prende la luz de la tarde
Avísale a los navegantes
para que la nostalgia los invada
Prende la luz negra de la noche
Avísale a todos que ha llegado la hora
de congregarnos una vez más
Real
Sabrás que no es la realidad
si tomas un espejo y ves lo que en él se refleja
Aunque creas que es semejante
Ni siquiera eso
Es otra realidad
Quizás menos rica
y compleja
Si destrozaras el espejo en este momento
probablemente aumentaría la posibilidad de que
esta nueva realidad depositada en
esos añicos
sea aún más real
Lo que debes poner en cuestión
es la realidad de tu cuerpo
Tu cuerpo entero no es realidad
Ni siquiera cuando sabes que dispones de
un espíritu o de un alma
Eres más
Mucho más real
cuando escribes un poema
Cuando te haces ceniza y te reintegras al resto de la tierra