Por David Bustos*
Crédito de la foto el autor
7 poemas de Dos cubos de azúcar (2014),
de David Bustos
04
Cuotas impagas en la mesita de luz
limpian el bosque de bronquios.
Como un ebrio abrazado a un árbol de viento
la corteza seca de eucalipto fluye blanda
por las amarras de un higo.
La noche con su cola de polvo.
El movimiento vegetal bajo los párpados.
12
Las nominaciones de la espera
y el color indefinido
del pensamiento. Crece
en los contornos la fisura
de los brazos amarrados
a la espalda.
El secreto del fuego
es una vena encendida en el cuello.
9
(Versión libre Marian Moore)
Ocho ballenas varadas
aire marino hasta las casas
escamas sobre las rocas
un pelícano porta en su hocico
la bolsa de agua de la tormenta
curvan los pastos las estrellas
se golpean en el campanario
sonidos de dedales de oro
giran sobre el cuero del lagarto
progresa el mar antiguo
la aguja torcida de la iglesia
cuatro columnas acanaladas
las modestas chozas de pescadores
arruinado puerto de ideas
ruinoso muelle sin registro
juncos vibran al aire
el reparador de campanarios
ata la soga que desciende del cielo
lustra la puntiaguda estrella de la iglesia.
20
Una gaviota descifra
las rocas oscuras del borde costero.
La rodilla izquierda
tiene serios problemas.
Paseos por la mañana.
La menta entusiasmada
con el clima después
de almuerzo agua caliente.
28
La piel adelgaza con la vejez.
Los ojos decoloran.
Vaso de cerveza.
Espuma a través del sol.
29
La puerta con los trozos
de muro interrumpen
a los cipreses que conversan
rodeando la casa el pequeño olivo
permanece sin levantar la voz.
30
Un caracol curva el remolino encendido
que trasciende las trastienda
asolada de la tarde bebe
torcido la abulia de su concha
escribe la caligrafía
una lata de conserva
bajo el umbral de la cocina
flota entre las arrugas
de una posa de agua.