Por: Mercedes Roffé*
Selección por: Mario Pera
Crédito de la foto: (Izq.) Ed. La isla de Sistolá/
(der.) ©Frédérique Longrée
7 poemas de Diario ínfimo (2016),
de Mercedes Roffé
11 de mayo
URGENCIA
arborescencias
tal el perfil de una nube
desperezándose hasta
desentenderse
de su propia materia
su gris
su luz
su algodonado saberse
no es día un día así
arrebolado batir es
de alas
alas abajo
un río
o una selva
algo que
se precipita:
un cambio de estado un
desmoronarse un
acelerar
caer
desbarrancarse
aquello que
no fuimos nunca
nunca
nunca seremos
ahhh pero hoy…
¿no hubo un color allí
que se quedó prendado
en ese hueco azul cobalto
iridiscente y piedra?
19 de mayo
REMINISCENCIAS
hoy en el cielo hubo fuegos
y grises
y algún jirón rosado
desplegándose
sobre el río brumoso
–su horizonte
hoy fue un día de luces
y sorna y farsa
y algún mirar fastidiado
un desencuentro
un libro que alguien dejó caer en tus manos
una pregunta
una espera
hoy quienquiera que fuese
leyó como si amara
en la palabra el alma que la intuye
o labra
o borronea
hoy alguien susurró
al oído de alguien
un poema improbable
incierto
receloso
como una garúa
27 de mayo
DE LOS CUERVOS
de ver la luz
cegar
cegar
de ver
tanta carroña
los cuervos,
sin embargo,
son lustrosos y bellos
poca muerte
digna
de sus picos agudos
Según una leyenda,
mientras haya cuervos
en la Torre de Londres
Albión sobrevivirá.
Entretanto, funcionarios de su Alteza real
mantienen varias de estas aves
en cautiverio
para
–dicen–
“dar gusto a los viandantes”.
6 de junio
POÉTICA
entretanto
dejar que las palabras
hagan su obra
14 de agosto
TODO ES MIEDO
no leer
no escribir
no pintar
no cantar a voz en cuello
no cruzar la ciudad vociferando
por dentro
soy feliz
o quizás podría serlo
o lo he sido
no convocar
no partir
no batir palmas
pero el miedo
28 de noviembre
ÉXODOS
la memoria y el sueño encuentran su discurso
cada cual el suyo
cada cual su propia
articulación
sucinta
límpida
desnuda
un trazo de pincel marca el contorno
de una situación extrema
sin extremos, sin
patetismos
hay superficies planas, duras
diáfanas también –prisma filoso
espejo
piedra que cae a pique
portón
una mesita de mármol
como una lápida
una foto
que se anima y te besa
o te abrasa
sueños arrasadores
donde la máscara que somos
aguarda
su capciosa, brutal, inapelable
salida a escena
la muerte siempre anunciada
la sangre negra del cuerpo
que se escribe
la entrada en la memoria
y el exilio
los caminos son múltiples pero se cruzan
la tierra de la que se parte, vuelve
vuelve y mora
al acecho
en una lápida, una foto
un espejo
un trazo
una palabra bárbara
incomprensible
30 de noviembre
INDAGACIONES
Pero
¿qué es el pasado? ¿qué el presente?
¿acaso es posible distinguir
la cortina de hierro y nube
que los separa y los une?
¿no acuden las memorias al presente
y jalonan los días
tanto o más que el espanto
nuestras noches?
memoria y percepción
¿no son coetáneos?
si la mente es perpetuo movimiento
y el tiempo es movimiento
y el ayer y el hoy se buscan
en una danza que es, a un tiempo,
repetición y réplica y
contrapunto
¿no es así que llamamos pasado
a ciertas escenas –postales–
más inmediatas aun –como instantáneas–
momentos de hoy y antaño
dándose sentido mutuo
confluyendo
en ese diario de viaje
que es la vida?
¿qué modifica qué? ¿que incide
en qué? ¿el pasado
en el presente? ¿la infancia
en la vida toda? ¿o quizás el presente
en ese ayer
revisitado siempre
soñado y reescrito y desvirtuado
siempre
desde el saber
o la agonía de hoy?