7 escenarios marginales en «De mujeres hembra» (2018), de Ofelia Huamanchumo

 

Vallejo & Co. presenta un texto leído por su autora el pasado 08 de noviembre de 2018, en la presentación de la plaqueta De mujeres hembra (2018) de Ofelia Huamanchumo de la Cuba para el colectivo Palabras Urgentes de Múnich-Alemania.

 

 

Por Agustina Ortiz*

Crédito de la foto Palabras urgentes

 

 

7 escenarios marginales en De mujeres hembra (2018),

de Ofelia Huamanchumo de la Cuba

 

 

En los poemas De mujeres hembra, un título sin duda provocador, la escritora Ofelia Huamanchumo de la Cuba** aborda la problemática de la mujer latinoamericana contemporánea en una sociedad patriarcal caracterizada por su raigambre católica. De una manera franca pone de manifiesto los siguientes paradigmas de mujeres que continúan dentro de las trampas patriarcales: la sospechosa, la feministoide, la señorita de su casa, la nulípara, la madre abnegada, las niñas que se embrutecen en la rima y las hembras solas, con ironía, humor y un lenguaje peculiar con algunos vocablos que van del argot vulgar peruano a los cultismos.

Es conviene precisar que en el panorama de la literatura en habla castellana el discurso femenino ha estado presente desde las Jarchas, primeras manifestaciones líricas escritas en dicha lengua en el siglo XII, con el que las mujeres se han apoderado de su entorno privado y social por derecho de sangre, donde la religión y la historia oficial las ha mantenido sitiadas. “Hasta que ya señoritas/ si tienen suerte/ descubren el verso libre/ y se rebelan”, afirma la voz poética de I: Soltera, casada, viuda, divorciada. Esto significa que el lenguaje escrito ha sido, y es, un arma eficaz, la cual les permite descubrir el mundo, y descubrirse, rebelarse y ganar el terreno que les corresponde.

Antes de ir a los escenarios de De mujeres hembras, se torna indispensable voltear a ver el orden simbólico de las diferencias sexuales en la cultura latinoamericana que comienzan con la división bien marcada de los roles femenino y masculino. A pesar de la gran trayectoria social, filosófica y política que lleva ganada el feminismo, la hembra es la cuidadora del hogar y de todos los miembros de la familia. El varón, por su lado, es el proveedor y el protector, pero desde ese punto parte hacia una escala autoritaria que se refleja en la sociedad y las altas esferas dominantes, hasta culminar en el dictador y en el macho brutal.

Es devastador el papel que ha jugado la religión judeocristiana desde los comienzos de la iglesia primitiva, en cuanto a la marginación y represión de las mujeres. Para darnos cuenta de ello, bastan dos ejemplos bíblicos: la figura de Eva, a quien se le adjudica la responsabilidad de todas las desgracias humanas; por lo tanto, esta mujer mitológica ha sido tomada y retomada como análisis de estudio, sobre todo en la literatura, para entender el origen del acoso y los estigmas. En De mujeres hembra, por ejemplo, la vemos como imagen metafórica relacionada con el peligro de muerte, “por que no muera con la manzana de Eva la tradición de las pink ladies”. La obra epistolar de San Pablo es otra muestra: “La mujer se debe dejar instruir en silencio. No tolero que la mujer enseñe, ni que se tome autoridad sobre el marido; que esté callada, pues Adán fue formado el primero, luego Eva. Y no fue Adán el engañado, sino Eva la que se dejó engañar y cayó en pecado” (1 Timoteo 2.11-14).

 

La poeta Ofelia Huamanchumo de la Cuba

 

Pero no solo los hombres puntualizan al pie de la letra esas palabras humanas, colocadas en boca de Dios, donde se pone en duda la calidad moral e intelectual de la mujer, sino que se torna de dominio general. Huamanchumo lo manifiesta en III: Sospechosa por bonita o por fea, “Si es bonita, / ellos sospechan.” “Si es fea, / ellos también sospechan”. En la sospecha y las interrogantes, “Que cómo llegó a jefa”, “Que cómo destaca en los cursos universitarios”, están implícitas las imágenes denigrantes y el morbo: la mujer no es nada, solo cuerpo.

De entrada, al leer el título VII: Feministoides de conferencia, la autora nos sitúa en la farsa indigna, en la que algunas mujeres académicas, quienes se asumen como “la hombre de pensamiento, en congresos, conferencias, lecturas/ sin olvidar la blusa sin escote, pero bien ceñidita/ como el reguetón”, carecen de solidaridad con ellas mismas y con las que, generación tras generación, han resistido la disputa defendiendo su dignidad y la igualdad de derechos. Es preciso hacer notar uno de los símiles que aparecen en este poema, “como el reguetón”, ya que nos acerca de una manera clara a indagar sobre la letra vil de algunas canciones de este género musical tan difundido en Latinoamérica durante las últimas décadas, donde la mujer es tomada como objeto sexual.  A pesar del sinfín de vejaciones, no obstante, hay hombres que están del lado de las mujeres, como Eduardo Galeano, quien fuera uno de los feministas más grandes de nuestro tiempo, quien se preguntara respecto al arte rupestre, con el afán de otorgarle a la mujer un reconocimiento intelectual y artístico igualitario desmintiendo al mismo tiempo la historia oficial: “¿Cómo pudieron ellos, esos brutos que a mano limpia peleaban contra las bestias, crear figuras tan llenas de gracia? ¿Cómo pudieron ellos dibujar esas líneas volanderas que escapan de la roca y se van al aire? ¿Cómo pudieron ellos…? ¿O eran ellas?». Pero al reverso oscuro de los Espejos de Galeano están “los hombres machos de pensamiento, / o de palabra o de acción/ como perros obedientes/ babean y asienten a todo, / aplauden/ y hasta se hacen feministas”. Con estas imágenes irónicas Huamanchumo alude a los obstáculos que existen para alcanzar la democratización social tan buscada desde épocas remotas, debido a la falta de convicción de las pink ladies y el temor de ellos a romper con las tradiciones ancestrales.

En VI: Nulípara de hoy surge una mujer que, negándose a ser una ‘señorita de su casa’, y exigiendo ser la dueña de la llave de la puerta, orienta su vida y su destino hacia los estudios académicos. Con éxito. Tiene en su haber “dos títulos internacionales:/ uno de doc y otro de post-doc;/ tres libros bien publicitados;/ algún piso, ganado o heredado, con vista al mar”; sin embargo, sus logros personales y la decisión de nunca parir, los tiene que justificar ante una familia y una sociedad que no le permiten romper los cánones establecidos. Por esa razón tiene que responsabilizarse de crías ajenas: “diecisiete sobrinos/ seis ahijadas de bautizo/ un par de bebes, que patrocina, en un orfanatorio”. Ya en el siglo XVII al mismo claustro del convento de San Jerónimo, encierro que escogió la poeta novohispana Sor Juana Inés de la Cruz para dedicarse con libertad al estudio y la escritura, le mandaron dos medias hermanas y una sobrina, cuyo mantenimiento tuvo que correr por cuenta de la monja, quien, como es bien sabido, publicaba libros de poesía y teatro, a la vez que sostenía una nutrida correspondencia internacional con los intelectuales de su época, con quienes discutía sobre arte, filosofía y teología.

Pasando a V: Madre a tiempo completo, su trasfondo poético nos da una óptica perfecta sobre las observaciones que hace la antropóloga Martha Lamas respecto a la carencia de la economía del cuidado y la importancia del trabajo: “Se ve como una labor de amor de las mujeres, pero no tenemos en México ni leyes que protejan a las personas dependientes, ni suficientes buenas guarderías, ni suficientes centros de cuidado de adultos”. Lamas se enfoca en México, pero al igual que la protagonista de Huamanchumo “Madre a tiempo completo:/ sin pausa para manicure/ ni pedicure ni coiffeur/ ni affaire” con ‘niños goyitos’ y sin proyectos de vida propios, que acaban sus días sirviendo en las casas de las hijas y los hijos adultos, proliferan en cualquier país latinoamericano.

 

 

En I: Soltera, casada, viuda, divorciada la autora retoma las canciones populares infantiles para demostrar que son piezas doctrinales donde lúdicamente hacen a la mujer, a temprana edad, perder la voluntad “confiándose a padre y novio”, con un sino oscuro, servil y de objeto sexual que se queda encallado en la conciencia, “Hasta que ya señoritas/ si tienen suerte/ descubren el verso libre / y se rebelan”. Pero en los países de Latinoamérica, donde impera el saqueo en las instituciones de educación pública, el racismo, el clasismo y el sexismo, solo la minoría de las mujeres tiene el privilegio, o la curiosidad, de descubrir otros mundos, sobre todo el de los libros, para poder darle una mirada profunda a la historia y, de esa manera, desarrollar estrategias y procesos de organización que realmente cambien la condición de todas las ciudadanas del continente.

Sin lugar a duda, los métodos sociales progresistas, aunque lentos, le han permitido a algunas mujeres contemporáneas el acceso a mejores condiciones de vida personal y profesional, pero desafortunadamente IV: Hembras solas y machos solitarios de inmediato nos conduce a “la playa, el paseo de la bahía nocturna, entre los estantes de una biblioteca, la pista de una discoteca”, espacios donde transitan las mujeres sin escolta masculina y donde los machos ponen la mira, restándoles su condición humana para atacarlas sin el menor escrúpulo, “provocante molusco, perra de doble oficio, frígida gacela, gata en celo, vaquilla dispuesta a todo”. Al fin de cuentas, por los adjetivos que les asignan, la culpa recae únicamente en ellas.

No es fortuita la aparición de expresiones que la autora ha recogido del argot vulgar peruano como “Ni cagando serás una señorita de su casa” y de los cultismos “Nulípara” y “Feministoide”, ya que con ellos traza, de una manera simbólica, la línea vertical de capas sociales sobrepuestas en las que toda la población de mujeres es víctima de las trampas patriarcales.

De lo anterior se deduce que Ofelia Huamanchumo de la Cuba, a través del simbolismo que existe entre el cuerpo, el sexo y la condición desventajosa de las protagonistas en los poemas de De mujeres hembra, pone de manifiesto el rostro que es necesario analizarle a Latinoamérica, para entablar un diálogo incluyente ––donde haya hombres y mujeres de todos los niveles sociales, culturales y políticos–– que permita reflexionar sobre el tema y, de esa manera, poner fin a los viejos patrones de conducta y los estigmas que enfrenta la mujer en la actualidad.

 

 

Muestra poética de De mujeres hembra (2018)

 

 

II: Educación para señorita de su casa

 

No eres una señorita de su casa,

si suena el teléfono y corres a contestar,

o si el lechero toca el timbre y tú le abres.

 

Nunca serás una señorita de su casa,

si tus amigos no vienen a buscarte ni te traen de vuelta,

o si se hace de noche y tú aún no llegas a casa para la cena,

o si bien entrada la noche sales de casa por cuenta propia.

 

Mucho menos serás una señorita de su casa,

si te damos la llave de la puerta

para que salgas y entres cuando quieras.

 

Ni cagando serás una señorita de su casa,

si no llegas a tiempo a dormir a tu cama.

 

¿Entendido?

 

 

 

IV: Hembras solas y machos solitarios

 

Una niña pequeña por un sendero desolado:

inocente paloma.

Una adolescente en bikini por una playa retirada:

provocante molusco.

Una vendedora ambulante por el paseo de la bahía nocturna:

perra de doble oficio.

Una chica con gafas entre los estantes de la Biblioteca Estatal:

frígida gacela.

Una estudiante bailando en la pista de una discoteca:

gata en celo.

Una joven muy sexy en las fiestas de San Fermín:

vaquilla dispuesta a todo.

Una mujer lúcida por una calle peligrosa:

experimentada zorra.

 

Hembras andando solas

siguiendo su libre albedrío y

acechadas por machos

desesperadamente solitarios

otrora destetados

—seguro de un manotazo—

de la ubre de mamá.

 

 

 

Bibliografía

Galeano, Eduardo (2015) Espejos. España: Siglo XXI.

Huamanchumo de la Cuba, Ofelia (2018) De mujeres hembra [plaqueta de poesía]. Múnich: Café con Letra.

Lamas, Martha (2015) «¿De qué género hablamos cuando hablamos de género?», <http://www.grandesmaestros.unam.mx/curso-disponible/de-que-hablamos-cuando-hablamos-de-genero/>, (16.11.2016).

……………………..(2012) La Santa Biblia. Madrid: Edición San Pablo.

 

 

 

 

 

*(México). Hispanista, narradora y poeta. Cofundó junto a la mesosoprano Mónica Sardi el colectivo Palabras urgentes, en el que se fusionan los textos líricos, la música y el análisis literario. Ha publicado en poesía El eco de las sombras (2012), Luna de papel (2015) y El disco de acetato toca Paradice (en prensa).

 

 

 

**(Lima-Perú, 1971). Actualmente vive en Alemania, dedicada a la docencia, la investigación académica y la literatura. Ha publicado en poesía Fabiola (1997), Selección rescatada (2014), Die Formen meiner Liebe (2014) y De mujeres hembra (2018); y las antologías: Viejas palabras – Poesía rescatada: Lima, 1990-2000 (2015); y Del Alpe y del Ande – Reunión poética bilingüe de Alemania y Perú (2015).

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