Manual de poesía para resolver problemas domésticos (2023), se presentará en Casa América Catalunya, el próximo 15 de febrero a las 19:30h.
Por Rafael Courtoisie*
Crédito de la foto (izq.) www.cartagena.es /
(der.) Ed. Animal Sospechoso
5+1 poemas de Manual de poesía para resolver
problemas domésticos (2024),
de Rafael Courtoisie
Poemas de la parte I: “Manual de poesía para resolver problemas domésticos”
III
Para hacer desaparecer una mancha de sangre
Si te cortaste al rasurarte, si te pinchaste un dedo con un alfiler y te manchaste la camisa blanca con unas gotitas de estupidez o descuido, no hay problema:
con un poquito de agua oxigenada, con peróxido de hidrógeno −diluido− sobre la mancha, aunque esté seca, desaparece.
No hace falta insistir. Sólo esperar.
Si eres un hijo de puta asesino, un delincuente común o parte de una dictadura,
diestra o siniestra, no hay manera:
la mancha va a seguir en ti.
IX
Por qué es mejor irse
a dormir temprano
La luz es más misteriosa que la oscuridad, porque dentro de la luz duerme la noche, y en la noche los pájaros muertos celebran la alegría deshecha de la vida.
Así que aprovecha la noche para amarrar con un hilo de sangre los poemas a tus heridas, y con el mismo hilo cose los tajos que te abrió el prójimo y que tú mismo te hiciste durante el día.
XI
Preparativos para los primeros fríos
Es mejor un acolchado de plumas que uno de tela sintética
porque las plumas permiten volar mientras se duerme.
Porque aunque se trate de aves del otro mundo, muy livianas
–puesto que están muertas– establecen una relación estética
favorable entre el aire y el plomo de los discursos políticos.
Porque cada pluma representa la escritura, el silencio, las escamas
de los dinosaurios, antepasados de las aves, su extensa
felicidad en el mundo que luego de sesenta millones de años
se extinguió de golpe, ya que un segundo y sesenta millones
de años son lo mismo del lado de afuera del tiempo,
desde el punto de vista de Dios, si es que existe, y si no existe,
las plumas acarician la ausencia gorda de su eternidad.
Las plumas evocan aquel cuento
de Quiroga. Recuerdan que somos
albatros de Baudelaire, pichones guachos
sombras apenas de ángeles caídos.
Las plumas hacen cosquillas.
Y eso concluye cualquier discusión.
Poemas de la Parte II: “Desescritura”
XIV
En el Talmud está escrito:
la madre de la verdad es la mentira
en la noche se calla la voz del sol.
Naciste para ser feliz.
La boca de la tristeza lame el recuerdo.
No te vayas: todavía no has llegado.
No te apures.
En el fondo del pozo, en el lodo
nace el fragor de las estrellas.
Y recomienda el Talmud que no críes
al animal impuro en la tierra del Señor
ni cocines al cabrito
en la leche de su madre.
Ni tengas miedo del crepúsculo
pues solo es el amanecer
al revés.
Dice el Rabí que no escribas
jamás el nombre de D’s
en vano.
(Hallado en el sótano de una sinagoga en Praga, durante la ocupación Nazi)
XVII
Cada objeto tiene
un nombre secreto, la letanía
infinita
no alcanza a pronunciar tanta
voz, tanto escombro
caído desde lo alto
de la Torre de Babel.
XIX
La poesía
no habla del agua:
es agua.
Escribir
da sed.
*(Uruguay, 1958). Narrador, traductor, poeta y profesor universitario. Miembro de la Academia Nacional de Letras (Uruguay). Integra rl International Writing Program (Iowa University), fue profesor visitante en universidades de Europa, Estados Unidos y América Latina. Ha recibido el Premio Loewe, Blas de Otero, Casa de América, Gil de Biedma, Jaime Sabines, Premio Internacional Lezama Lima, el Premio de la Crítica (Uruguay), Premio Nacional (Uruguay). Ha publicado en poesía Antología invisible, La palabra desnuda, Manual de poesía para resolver problemas domésticos (2024), entre varios otros; y en narrativa Vida de Perro (1997), Tajos (1999), Caras extrañas (2001) y Santo Remedio (2006).