Por Maritza Cino Alvear*
Crédito de la foto (izq.) www.eluniverso.com
(der.) Eds. del Camino
5+1 poemas de El temblor de los huertos (2022)
de Maritza Cino Alvear
Iluminaciones
en los cambios se quedaron lámparas y adornos
a estos últimos los trituré por invasores y polvosos
por devoradores de oxígeno
con su arcilla y porcelana amasé una piedra
rectangular que para mi buena suerte la llevé
conmigo
lámparas
arañas de cristal ampulosas y desbordantes cuya luz
atravesaba el ventanal de la sala barroca
fue reemplazada por una lámpara de techo
fácil de mover de sala a comedor de baño a
habitación
para jugar con sitios y lugares con instantes y
estaciones
la ruptura de la escena surgió a la hora de
ambientarme en dimensiones desconocidas donde
una luz ligera bastaría
para aceptar la transición del día
en mi casa actual un destello traspasa el cobertizo
del patio y llega hasta el huerto
veo a las gatas que se desperezan de cara al sol y a
los jilgueros revolotear detrás del olor de las hierbas
es un sitio liberado de recodos y rastros anteriores
con energía fresca de laurel y salvia blanca que me
recuerdan las limpias floripóndicas que hacía con
mi madre
lámparas de techos
de pared
de pie y de piso
partículas incandescentes en el escritorio
partículas fluorescentes en la pantalla
luz frontal lateral cenital
y yo a contraluz
en la extensión de la noche
arribo
no hay euforia en los años que vivimos
una manía
por disfrutar cada gesto
semillas en huertos humedecidos donde renace
un lirio
una flor de cerezo
donde tus ojos me hacen pensar
en La laguna humeante y sus leyendas porque
si te nombro un pedazo de mí
se levanta y te conviertes
en el brazo de mar que siempre busco
el poema inmóvil que se diluye
como un grano de sal en una playa cansada
no es el origen
el que nos espera ni el tránsito por puertos
sonámbulos
acompañarnos entre algas luminosas
resistir al temporal
de cada estación que nos acerca
a la fugacidad de lo que somos
la casa ya no está vacía
tu aura ahuyenta
la oscuridad
tu ropa aparece en desorden
por la habitación
que ahora es
la zona de acogida del amor
de puertas que se abren con la firmeza
de la brisa fugitiva
lapsus
y como si el despertar no fuera
tuve que lidiar con la rutina y sus faenas
con lagunas mentales
y lapsus brutus
dormirme por instantes en pleno día
acariciar el mundo con un dedo amorfo
presagiar sin clarividencia los mosaicos
que desfilaban por la ventana del pabellón
donde permanecí como solista coral
deshojando margaritas de mi huerto vacío
xii
el malestar siempre ha estado ahí
convaleciente
comiéndose el arbusto del paisaje
a manera de sospecha
ha olfateado los filos del dolor
destruyendo el aire que gotea
la masa muscular de calles y avenidas
el gesto singular de la violencia
viaje a ningún lado
suspendido en una tarde de domingo
iv
desposeída de teorías
y de grandes lecciones
sin términos exactos ni rodeos de palabras
profeso la vida como un pacto conmigo
donde la poesía ha clavado su espina
brotando del hoyo
maniatada del vientre a la cama
me levanto ante el umbral que cruza el deseo
y me digo que nada es casual
v
te encontré para trazar otras formas
en mi esterilidad poética
en mis pocas ganas de decir
en el no ser de la escritura
satiricé mi viaje por lo que ya no es
te hablé con frenesí de mis bloqueos y
fragmentaciones
de ser una poeta sin proyecto
tú
de mis restos de abandono
en el juego simbiótico de hacer y deshacer
seguí tu ruta mi ruta
en versos de poetas / en tramas e interiores
una luz acuosa empezó a tentarme
un golpe de insomnio / una disciplina quizás
iluminaciones del encierro
me soltaron del enjambre
hacia temas insolutos
hacia objetos travestidos
a simplificar el caos a mirar el huerto
que está allí
con sus pequeñas hojas de perejil
y albahaca
*(Guayaquil-Ecuador, 1957). Poeta y narradora. Licenciada en Lengua española y Literatura y magíster en Educación Superior. Se desempeña como docente de la Universidad de las Artes (Ecuador). Obtuvo el Premio del Concurso Nacional de Poesía Medardo Ángel Silva (Ecuador, 1983), la Medalla al mérito cultural otorgado por el Congreso Nacional (Ecuador, 2005), entre otros. Ha publicado en poesía Algo parecido al juego (1983), A cinco minutos de la bruma (1987), Invenciones del retorno (1992), Entre el juego y la bruma (antología) (2000), Infiel a la sombra (2005), Cuerpos guardados (2008) y El temblor de los huertos (2022); y en relato Días frívolos (2016).