Por Miguel Ángel Lescano*
Ilustraciones por el autor
Crédito de la foto el autor
5 poemas de Sombra sobre Sombra (inédito),
de Miguel Ángel Lescano
Bala perdida
A Willie Hiatt
I.
Leo el poema de Raúl Mendizábal Día de los muertos, 1983.
Las dos primeras líneas me dejan herido: “Tengo una bala en el cerebro / podría salir disparada” (43).
El disparo fue raudo, uno más de esta Lima que viste de negro.
La bala rozó uno de mis ojos.
En el trayecto el pedazo de plomo quebró el vidrio de mis anteojos.
Se estrelló en mi recuerdo.
¿Muerte fallida por un disparo en el rostro?
¿Inicios de la subversión en el Perú”?
Salí a caminar por las calles de Kilka con Camaná.
En los ochentas estudiaba Educación en la Universidad Nacional Enrique Guzmán y Valle en Chosica. Más conocida como La Cantuta.
Trabajaba en cualquier oficio para poder subsistir.
Recorría las calles de Lima entre peligros y zozobra.
Un coche bomba. Un militar que me decía alto. Apagón total.
II.
El segundo disparo fue más creativo.
Se proclamó como Las ruinas circulares de Borges: “Al principio, los sueños eran caóticos; poco después, fueron de naturaleza dialéctica” (52).
¿Estaba muerto o pronto moriría?
Soñaba o despertaba de una pesadilla?
No podía vivir en la realidad.
En los ochentas se originó la movida subterránea. Me uní a ella.
Música rock y largas noches de bohemia apuntaló mi cerebro.
¿Evadir la rutina o la muerte?
Rodrigo Quijano con sutileza se apoderó de mi mente.
Escribió en los cielos turbulentos: “Ahora bien, imagina que eres una bala” (9).
Salí disparando sueños como el largo viaje entre Lima y la ciudad fangosa.
III.
Virginia Benavides me enseñó a ser más rápido (precavido) que Batman.
Y no morir en el intento de salvar un país corrupto.
Perú con políticos de turno que se roban todo.
Benavides escribe: “Desvió mi trayectoria de bala en pistola de juguete” (16).
¿Un juego de vida o perfecta muerte invisible?
¿Evasión irónica de políticas mal hechas?
IV.
En 1987 me atropelló un camión.
Quedé hecho mierda.
No morí, porque Dios no me dejó entrar al cielo.
Me echaron de tu encanto de arroz.
En “Lima sobre Lima” hay un verso de 1987 que dice: “Serán humanos acaso, con acceso al privado paraíso” (57).
El paraíso no era para mí.
La biblioteca no es para mí.
Buscaré el libro perfecto y moriré.
Sueño sobre sueño.
V.
Un rayo de luz siempre me acompañaba en mis viajes.
Mi traumatólogo solía decirme: “el golpe te volvió a la realidad”.
El Perú es un país donde las balas cruzaban por doquier.
Micros en segundos. Noches eternas.
Todo es complejo. El grito es una bala en tu cerebro.
Hoy te asaltan con un arma. Te disparan. Te matan.
Nadie dice nada. ¿Y qué es decir?
VI.
He muerto infinitamente. He nacido infinitamente.
Deseo que este silencio sea verdad.
La poesía es un paraíso de balas.
Mario Montalbetti dice: “un disparo rompe un silencio o una tregua” (14).
¿Disparo total o ruido siniestro?
¿Muerte a la inconformidad social?
Enciendo la luz que refleja un pedido de amor.
Alguien en la sombra empuña un arma.
Referentes
Benavides, Virginia. Sienda Muestra poética. Lima: Vagón Azul Editores. 2018.
Borges, Jorge Luis. Ficciones. España: Emecé Editores. 1996
Lescano, Miguel. Lima sobre Lima. Lima: Segunda edición. Editorial Summa. 2015.
Mendizábal, Raúl. DEDEÁLADE. Lima: Tropa de Eustaquio, Asaltoalcielo e Hipocampo editores. 2004.
Montalbetti, Mario. El más crudo invierno. Lima: Fondo de Cultura Económica. 2016.
Quijano, Rodrigo. Una procesión entera va por dentro. Lima: Ritual de lo habitual Editores. 1998.
Historias para hacer una película
“ANTONIO es Dios”(5) grita a los cuatro cielos César Moro.
No soy un rayo que ilumina la biblioteca. ¿Seré oscura luz?
Entre luces de ciudad los poetas vociferan un salud por el amor que está en peligro de extinción.
Soy un cobarde que deambula a solas por tus recuerdos.
¿Existe un recuerdo para iluminarlo?
Un gato me mira con sus ojos redondos de extraterrestre. Sus grandes círculos oculares iluminan mis achinados ojos.
Jorge Luis Borges se apodera del universo y escribe: “… soy dios, soy héroe, soy filósofo, soy demonio y soy mundo, lo cual es una fatigosa manera de decir que no soy” (24). ¿Ser algo? ¿No ser nada? ¿Ser Batman?
La poeta más radical de Lima Gótica, Carolina O. Fernández escribe: “No soy una Madonna No” (15). Lapida con valentía un falso requerimiento del confort. Camina hacia las aulas de La Universidad Mayor de San Marcos a contar historias del ser y como ser en la sociedad peruana. Amores perdidos.
¿En realidad existe el amor?
Un rayo se desvanece en tu mirada. Amor es mar infinito.
Batman llega a Lima y enloquece del terror citadino. Va a la cárcel por el delito de amar lo imposible. Es condenado de ir a la cárcel. Escribe en la pared de su mazmorra:
“Carta a Madonna:
Escribo para no olvidar el mundo
aunque escribo para sobrevivir.
Mundo inhabitado.
No sé nada de conjuros.
No sé nada de ti.
Tarde de sombras.
Inalcanzable.
Sólo.
Vacío.
Sin rencor.
En esta tarde sin lluvia.
Insoportable soledad”. **
Amo la ciudad, pero la ciudad no me ama.
No eres la luna. No soy el sol.
Estamos hartos de políticos que se roban la promesa del oráculo.
No soy Rocky quien pelea hasta morir por dinero y amor.
En el tejado gatubela arrecha con sus exuberantes piernas. Quiere morir como diosa. Ella no es Madonna. Huye raudamente por techos repletos de chatarra y se pierde como fantasma.
No existe dios que venda televisores a full color.
¿No sé dónde leí que el color amarillo es el color de la muerte?
Pero amo tu olor pestilente. ¡Oh hada de papel!
Yo soy tu historia en esta historia.
El primer oficial del Enterprise ordena lanzar su mortíferos láser a mi rostro.
Y en el destellante fragor de las auras griegas, me convierto en Batman.
“Yo soy Batman / El que nunca vendrá a defender la justicia” (58).
Referentes
Borges, Jorge Luis. El Aleph. España: Alianza Editorial. 1995.
Fernández, Carolina O. Una vela encendida en el desierto. Lima: Derrama magisterial. 2000.
Lescano, Miguel. La música dibuja el cielo. Lima: Azul Editores. 2011.
Moro, César. La tortuga ecuestre y dos poemas anexos. Lima: Revuelta Editores. 2012.
**El nombre del poema es Lima Arkham parte III de Miguel Lescano. Publicado en “BOSQUE DE LETRAS”. 2019. Lima: Otra Mirada Editor. Págs. 69 y 59.
Zapatillas Rojas
A Liliana Avalos
Víctor Vich escribe que: “Lo real es aquello que le hace un agujero al lenguaje al revelar su imposibilidad de nombrarlo todo” (17). Mirando una señal en el cielo nocturno se me viene a la mente tres ejes para empezar a encontrar ocultas reflexiones acerca de la percepción con lo real y la variedad de lenguajes que oculta nuestro saber. La señal se apaga y subo al piso tres.
1. Lo real.
Caminar por las calles de Lima. Sentir en el devenir la realidad que nutre nuestros sentimientos con sus experiencias objetivas. Arte + vida = ejercicio de pasiones. Se formula que la ciencia es el estudio de lo cotidiano o sea de lo real. Y sus respectivas tareas mundanas de sobrevivir en un mundo en vías de extinción. En el proceso de aprendizaje, encontrar nuevos mundos para invadir y aniquilar alienígenas como superman ¿Miras la realidad o la realidad te mira? Rudolf Arhneim precisa: “Percibir es abstraer” (40). El panorama hecho forma, camina delante nuestro abriendo caminos a las dudas. Fortalece nuestra razón en sabias experiencias. Como sombra en busca de aplacar la ira. Amar de por vida es locura santa. Ejercicio real de los seres humanos. El saber se impone. Saber amar es saberlo todo. ¿Realidad o ficción?
2. Un agujero al lenguaje.
La realidad está plagada de cambios bruscos. Es una habitación donde los seres humanos entran y divagan a mundos disímiles. Habrá otra forma de romper el lenguaje para salvar las poéticas del amor. Octavio Paz escribe que: “En el centro de la analogía hay un hueco: la pluralidad de textos implica que no hay un texto original. Por ese hueco se precipitan y desaparecen, simultáneamente, la realidad del mundo y el sentido”. (65). ¿Amar y ser amado, es el sentido para no caer en agujeros? Pensaba que caía y desaparecía en territorios olvidados. Habrá que ingresar a la biblioteca con cuidado y perderse en ciudades inalcanzables como diría un escritor argentino. Buscar nuevos caminos. Nuevos tratados de vida. Compartir nuevos reinos. ¿Reinos de qué? De agujeros mentales saldrá la bomba nuclear y dejará un vacío en los espejos cognitivos. Percibir.
3. Nombrarlo todo.
Jorge Luis Borges en su cuento El Aleph presenta un mundo de lleno de hormigas. Mejor dicho, un lugar con todas las hormigas del mundo. Todos los puntos del mundo. Todos los espejos del mundo. Nombrar el infinito. ¿La vida es como una máquina que lo puede todo? ¿Llegará ese momento crucial? La literatura no tiene finales. ¿Qué es la literatura entonces? Terry Eagleton escribe que literatura “… es un hecho material, cuyo funcionamiento puede analizarse como si se tratara de una máquina” (42). Arte/ciencia ¿Un androide programado para hacernos feliz? ¿Un sueño del cual no despertamos? En el libro artefacto DISONANTE hay un verso que dice: “Errar es de androide” (10). El ser humano es mágico y vital. Todo será como llegar al final del universo y verte sentada en el jardín junto a la acera de mi casa en Valdivieso. Besarte las manos como cuando te conocí en 1999 en la Escuela de Bellas Artes. Caminábamos por las calles de Cámana y Kilka. Explosión nuclear. No hay nada más real y poético que tomarse una cervecita helada en el bar Queirolo del centro de la ciudad gótica. Eres mi todo.
Como un perfecto poema de Santiváñez. Como canción de Voz Propia que pone negra la noche gris. Tenerlo todo es igual a no tener nada. ¿Qué es la nada? Sólo existe el amor hacia ti. Artista de papel. Madre ejemplar. Compañera real. ¿Dónde está la realidad de la que tanto se habla? Viento y amor. Safo concluye: “…me ha agitado el Amor los sentidos / como el monte se arroja a los pinos el viento” (23). Manos en los bolsillos. Camino como máquina. Con zapatillas rojas por la biblioteca.
Referentes
Arnheim, Rudolf. Hacia una psicología del arte. Arte y entropía. Madrid: Alianza Editorial. 1986.
Borges, Jorge Luis. El Aleph. España: Alianza Editorial. 1995.
Eagleton, Terry. ¿Qué es Literatura? En QUIMERA. Número 52. Págs. 41 al 46. Barcelona. Edición a cargo libros Otranto. 1986.
Lescano, Miguel. Disonante. Lima: Cono Norte Editor. 2017.
Paz, Octavio. Los hijos del Limo. Colombia: Editorial La Oveja Negra. 1985.
Safo. Mitos Poesía. Madrid: Grijalbo Mondadori edición. 1998.
Vich, Víctor. Poetas peruanos del siglo XX. Lima: Pontificia Universidad Católica del Perú, Fondo Editorial. 2018.
Artefacto oscuro
La contradicción es un acontecer en la vida. La dialéctica es dual y florece. Musgo es tus rodillas de plástico. El amor en muchos casos no acepta y entrega todo. Compartir.
Una palabra y una imagen de hacen un artefacto para emprender un sentido. Jorge Luis Borges escribe: “En la figura que se llama oxímoron, se aplica a una palabra un epíteto que parece contradecirla; así los gnósticos hablaron de la luz oscura; los alquimistas, de un sol negro” (122). En DISONANTE encontramos una relación con dos lenguajes. Como moneda de dos caras. Al juntarse en el perceptor genera una tercera entrega. Texto más imagen comunican: “Soy oscuro como la luz” (114 y 115) la relación trata de encontrar una aproximación enigmática.
La luz oscura equivale a encontrarse con dudas. Reflexionar y salir de ese mundo donde muchas veces nos encerramos para huir de enfermedades mentales. El reflejo en aguas cristalinas no aplacará la furia de amar ¿Amar es un derroche de luz? Forma + texto = intriga de saber. El saber es una acumulación de información que se transforma en conocimiento. En oscuridad. En iluminación. Mejor es cuando suscita la existencia de tres significados, Áron Kibédi explica que tres tipos morfológicos caracterizan la relación entre texto e imagen: la fusión versus diferenciables, la caligráfica y la poesía visual. Me quedo con la primera, ya que, ocurre interferencia entra una y la obra. Puntualiza que: “Palabra e imagen están separados, pero se presentan en la misma página. Están en una relación de Interreferencia: se refieren mutuamente (Kibédi. 120). ¿Se miran? ¿No se miran?
Henri Michaux arremete y dice: “Luz / Vengo / Habito la luz” (99). Un rayo oscurece el desierto mental ¿Está ciego el mundo? La ceguera genera una nueva forma de ver. La forma de ver se convierte una imagen para analizar.
Arte = comunicación. Temporada cinematográfica donde los receptores inundan el mundo con rayos. Nueva forma de vida. ¿Creación de una relación de comunicación? Definiría esta negra pasión, de relacionar texto con la imagen con el convivio personal. Todo está en el inconsciente. A la hora menos pensada explota como petardo navideño. ¿Qué explota? Arte = inconsciente de creación. Erich Kahler precisa que: “Cualquier obra de arte tiene, sin duda, sus raíces últimas en el inconsciente. Al crear su obra, el artista se mueve siempre en los ámbitos ocultos de su psique” (56). Esta mutación del texto con la imagen se eleva en la construcción del artefacto como una nueva forma. Nada de intrigas. La mirada de la mujer penetra el cableado que sale de su boca hacia un sol. Sálvense quien pueda. La luz se hizo noche. En el silencio se cortan papeles y alambres con púas.
Referentes
Borges, Jorge Luis. El Aleph. España: Alianza Editorial. 1995.
Kahler, Erich. La desintegración de la forma en las artes. México: Siglo XX Editores. 1969.
Kibédi, Áron. Criterios para describir las relaciones entre palabra e imagen. En “Literatura y pintura” Págs. 109 a 135. Introducción, compilador y bibliografía Antonio Monega. Madrid: ARCO/LIBROS. 2000.
Lescano, Miguel. Disonante. Lima: Cono Norte Editor. 2017.
Michaux, Henri. Poemas escogidos. Madrid: VISOR LIBROS. 1976.
Retrato de Jorge Luis Borges
A Juan Ramírez Ruiz
I.
Recuerdo un verso de Gonzalo Rose que decía: “y más precisamente: me gustas porque te amo” ¿Se puede precisar el amor? ¿Se puede precisar la vida?
Cuando era adolescente escribía versos de amor en una hoja de papel.
Era en el colegio Fe y Alegría número I de San Martín de Porres. Se lo entregaba a la niña más bonita. Ella leía el poema, al terminar de leer construía con la hoja de papel un avión. Lo lanzaba al aire. Yo, al ver la actitud de la niña corría tras el avión enloquecido.
Corría. Corría. Corría. Corría. Corría. Corría. Corría. Corría. Corría.
Cuando me cansaba, me detenía en la Plaza de Armas de Lima. Caminaba rumbo a la Catedral. En la casa santa había una exposición de Frank Stella.
Sus geométricos colores llenaban el recinto. Contrastaba con las estructuras coloniales. Dorado. Pan de Oro.
II.
En mis clases de literatura contemporánea, en mi esplendorosa y mágica universidad, La Cantuta en la ciudad de Chosica, mi maestra Carmen Ollé nos dictó la cátedra sobre Dadá. Este movimiento radical de principio del siglo XX marcó mi vida y la razón de hacer arte. Una nueva forma de mirar el mundo ¿El arte es arte? ¿El amor existe?
Salvador Dalí amó eternamente a Gala.
¿Paul Éluard amó más a Gala? ¿Qué es el amor?
Jorge Luis Borges entra a su biblioteca y saca de los anaqueles el libro El amor y la poesía de Éluard. De la página 42 lee lentamente:
“Tu boca comparte mi amor
Y es por tu boca
Detrás del vaho de nuestros besos
Por donde estamos unidos” (42).
El amor es un invisible deseo que nos parte el alma. Nos arrincona hacia la muerte. Después vino el Surrealismo. Escribir automáticamente. Dejarse llevar por la
locura. El mundo empezaría de nuevo. El arte se rompió en pedazos dentro de mis anteojos. La vida fue un collage de colores sobre colores. José Eduardo Eielson clava una estaca sobre el papel:
“AMOR
AMOR
AMOR
AMOR
AMOR
AMOR
AMOR
AMOR
AMOR
AMOR” (231).
El amor se desangra como un helado de lúcuma entre labios triangulares. Los reos más aterradores del mundo hoy llegan a las cárceles de la memoria. Suena la canción punk de VOZ PROPIA Hacia las cárceles.
III.
En una de las escenas del cuento El Aleph de Borges. El escritor de magia y fantasías. Encuentra en un rincón de una casa todos los espejos del universo. Y en ninguno se refleja ¿Qué es un reflejo? ¿Verte o no verte? ¿Estás o no estás?
Cruzar las férreas líneas del tren para verte. En el intento aplacar la ira. Antes que pase raudo y sentir tu presencia. Tu olor a tabaco. Tu mágico cuerpo de estrellas. Tus pies de alondra. Aproximadamente, en 1916 se fundó en Zúrich el movimiento Dadá. En el libro La historia del collage, H. Wescher da a conocer su manifiesto. Dice:
“Hemos levantado nuestra voz
contra la civilización y la guerra
por ella desencadenada
contra la esclerosis de las artes
contra la acrobacia del arte
contra el arte de lujo, perfumado
contra el formalismo cubista
contra el objeto artístico, mercantil móvil
contra el esnobismo y la presunción
contra la belleza y su perfección.
Para empezar de nuevo era preciso destruirlo todo,
primero el cuadro de marco dorado, la oveja negra,
dispuesta a toda prostitución, objeto de comercio” (100).
Amar también es odiar. Según una conferencia sobre vanguardias que escuché en un foro en la ciudad de Lima, el joven Borges estuvo ahí. Con los transgresores de
la historia. Escuchando el himno de Perú en el estadio de Maracaná. Antes que Perú se enfrente al seleccionado de Brasil en la final por la copa de América. El seleccionado peruano ganó el partido con gol de Hugo Sotil. Pero Everton el más zagas delantero del Gremio recorría el campo como un poeta clásico. Demolía a sus marcadores en ráfagas estelares. En relámpagos zigzagueantes. Era tiempo de guerra y predicas de amor. Céfiro de mierda. En el Perú El culpable No es culpable. Por eso Borges se internó en una biblioteca de Buenos Aires. Divagó por calles y aceras y escribe mirando el amarillo cielo:
“De esta ciudad de libros hizo dueños
a unos ojos sin luz, que solo pueden
leer en las bibliotecas de los sueños” (11).
IV.
Ovidio escribe: “Ahora te amo, ahora te odio” (34) ¿Te amo, Lima inmortal?
¿Cuándo cambiará el arte? Camino preocupado por tu mirada inocente. Amada mía. Como zombi en un pueblo abandonado camino hacia la nada. Sé que moriré en el fango convertido en roca transparente. Por este amor y por este odio busco tranquilidad. Escapar de la depresión que me crucifica. Y me tiene podrido. Parafraseando al máximo poeta César Vallejo, me crucifica la vida en tus maderos invisibles. Tengo que escapar de ti, luciérnaga oscura. No soporto el mundo. Entonces caigo a un vacío eterno. Busco en la poesía la razón de vivir. Solo la poesía salvará al hombre.
V.
En los ochentas conocí otro grupo radial de arte. Los bestias. Fue mi amigo el Willy guitarrista de grupo punk Sociedad de Mierda, quien me llevó a una reunión en casa de Yuyo Márquez. Vi el sol nuevamente. Concha de su madre. Rebelión y arte ante mis ojos. Trabajo colectivo. Nada era arte, todo era arte. Rocanrol. Borracheras y droga. Política. Cambio social. Conocí un nuevo paraíso de vida. Arte + vida = nueva sociedad. Un coche bomba explota frente a mí. Jugaba a los soles de mi conciencia. Como el cobarde de Batman que nunca nos defendió de Nada. El poeta Domingo de Ramos me pasa su libro Arquitectura del espanto y me escribe en el interior: “Para Miguel Lescano van estos poemas de tiempos de guerra y locura. Con afecto, Domingo. 27/12/88”. Seguidamente, escribe en su primer verso: “Porque nadie ha tomado en serio mi soledad” (3-9). Apagón en la ciudad de Lima. Muy tempranito viajaba a Chosica a ver otra realidad. El fuerte sol dehacía mi cuerpo de plástico. Todo me hacía daño: tu mirada, el clima, la tierra, los policías que nos miraban como terruco. Al regresar a Lima largo camino. Una soledad de mierda. Entonces empezó la movida subterránea. Necesitaba expresarme. El sujeto subte surge de la falta de medios para decir su verdad. Shane Greene aclara que: “… el subte solo exige que la ciudad escuche su grito” (38). Entonces grité. Grité como cuando me retiraron los puntos de la boca, luego de que me atropellará un camión cuando tenía 23 años.
VI.
¡Soy Inmortal! Pero moriré al buscar tus labios. Moriré todas las veces que sea posible para encontrarte. La vida se ensaña con el creador. Con cincel de metal que labra palabra a palabra su poema. Lanza al universo sus deseos de amor. Como falsos viajes a la luna. El creador esta ahí, frente a la nada.
Se enfrenta con fantasmas.
Entonces vocifero que estoy: desnudo. Infinito. Difícil. Hecho un poema. Convertido en color. Con hambre. En busca de un café y de mi agenda. Con sueño. Con ojos crispados. Con voz ronca. Con dolor. En la ciudad. Divino. En silencio. En eternidad. Loco. Oscuro. Solo. En orden. Limpio. Invisible. En la Tierra. Hecho luz. Decadente. En busca de un lenguaje. Habitando fantasmas. Melancólico. Hecho papel. En la realidad. En busca de mi origen. Sin zapatos. Con mi mente en ti. Frío. En basurales. A la espera. En la radio rock. Controvertido. Llegando el final.
Ovidio apunta que todo “ha sido fuego sobre fuego” (76). Un momento alucinado. Un segundo agitado por la muerte. Ojo por ojo. En busca de planetas para poder vivir.
Referentes
Borges, Jorge Luis. Obra poética, 2. Madrid: Alianza Editorial. 1998.
De Ramos, Domingo. Arquitectura del espanto. Lima: ASALTO AL CIELO Editores. 1988.
Eielson, Jorge Eduardo. “Canto visible”. En Esplorare L’Invisibile. Curadores Marha Canfield y Enzo Minarelli. Italia: Centro Studi Jorge Eielson. 2014.
Eluard, Paul. El amor y la poesía. Madrid: Colección Visor de poesía. 1981.
Greene, Shane. 7 interpretaciones de la realidad subterránea. Lima: Editor PESOPLUMA. 2017.
Ovidio. Mil formas de amor. Barcelona: Ediciones Península. 2002.
Rosé, Gonzalo. Consultado en http://laconjuradeloslibros.com/juan-gonzalo-rose-tres-poemas/
Wescher, H. La historia del collage. Barcelona: Editorial Gustavo Gili. 1980.
*(Lima-Perú, 1963). Poeta y artista plástico. Magíster en Escritura creativa por la Universidad Nacional Mayor de San Marcos (Perú). Ha publicado en poesía Ilusión Caja de Poesía (2018), Disonante. Texto & Imagen (2017), La música dibuja el cielo (2011), Sonrisa Negra (2002) y Lima Sobre Lima (1987).