5 poemas de «Oír» (2019), de Felipe Herrero

 

Por Felipe Herrero*

Texto por Horacio Salas

Crédito de la foto (izq.) Karen Tatiana Nieva /

(der.) ed. lisboa

 

 

Un mal de la novísima poesía argentina es que los libros aparecidos en los últimos tiempos resultan intercambiables, desprolijos productos de sucesivas imitaciones, Felipe Herrero, en cambio posee el mérito indudable de lo inventado. Como si su voz surgiera del interior de sus metáforas, de su amor por las palabras, que restallan, chocan entre sí en descubrimientos que lo han de llevar en poco tiempo a una primera línea de la poética argentina.

Recomiendo seguirle el rastro a Felipe Herrero como a un descubrimiento, porque al menos en mi caso lo es y los buenos lectores, no habrán de perdérselo en el futuro. Estoy convencido.

 

El poeta Felipe Herrero leyendo

 

5 poemas de Oír (2019),

de Felipe Herrero

 

 

LA MUERTE DE MI ABUELO / acabó con mi niñez

 

acabó el espejismo soleado / los toneles de fruta

fresca / el agua rebalsando aquellos baldes /

sobre el pasto fresco y esponjoso /

acabó el constante piar de pájaros

 

lo veo a mi abuelo / caminar por viñedos /

tronquitos ruedan por la acequia / el vino huye

de sí mismo imperturbable / demasiada oferta y

poca demanda / años bajo sol mendocino / años

que dieron paso libre a canillas / para que el vino

sangrara / y mi abuelo sudara / corriera con un

vasito para alzarlo / bajo sol mendocino / para

tragar esa sangre de uva / ese malbec del mal

gusto / mal gusto al paladar según franceses / y

tanta gente asesinada / tanta gente al pie de los

Andes / esos huarpes arrancados de la tierra seca

y colorida

 

y mi abuelo con el vasito para alzarlo / y el

vino rodando tronquitos / en algún lugar del

Departamento de Maipú / anteriormente

saqueado para la corona / en algún lugar /

en el cono sur del mundo.

 

 

 

EXPONER AL MÁXIMO AL POEMA / partirlo en dos

/ como a una nuez / y dejar que escupa glicinas

rumbo al cielo

 

hermosa palabra glicina

apenas va desmoronando

una legión de uvas de su ramo

 

se llueven himnos del cielo / tonos tiernos o

esponjosos / y el paladar se abre / como una flor

se chorrea / de glicina y vino rumbo al vientre /

como un río que lleva al mar y luego a puerto.

 

 

 

EL HOMBRECILLO CIVILIZADO

no es libre

 

su estilo (in)civil lo apresa

en cierta credibilidad

de libertad destacada

 

y aunque los pájaros crucen el cielo / den vueltas

o acorten distancias / el hombre prosigue en el

suelo / camina un círculo zanjado / se jacta de

su imperio tecnológico / de tanta belleza ganada

en una cosa / en una sola cosa / pero aun raja su

pierna con esa lanza clavada / la misma lanza a la

vuelta del camino / una y otra vez / como la lista

de cosas en las que falla

 

mantenernos conectados a lo fácil / el control de

tres-cuatro o diez personas

mantenernos atados a lo fácil

 

y fallar cuando el otro no es motivo

y fallar cuando el otro “es destructivo”

 

hacer odiar al otro

hacer                odiarnos

 

simples problemas / sin resolución (sin esmero) /

por una aplicación dentro de una caja cableada /

que permite conectarnos con la muerte.

 

 

LA NOCHE SE RECUESTA

el naranja arriesga su esfera desde el negro

 

la cepa fermentada en las manos

………………………………………….se chorrea

 

uno camina sin rumbo

a duras penas

con el pensamiento hilado

creyendo saber algunas cosas

creyendo saber del mundo

y entonces

la música baja del aire

 

un jilguero

asienta en la roca.

 

 

 

A Tomás Räumschüssel

 

Y PUEDO SUPONER

que el viento te aclara los árboles / te distrae /

aleja / apacienta tus ramas las manos y las hojas

 

y puedo suponer

que el pelo o catenaria / que lleva electrizando tu

caída

 

la vida

…………….que se cae

……………………………..se te cae

de las manos

 

 

y también

tal vez

puedo suponer

que desde el dibujo de acordes / todas esas cajas

resonantes / toda esa armonía / porque no hay

algo más confortable / que un piano de cola /

que la caja de un violín aun sonando / a metros /

de la lluvia

 

desde todo ese pulmón / ella aun te mira /

plena y madre como siempre / con el más sumo

respeto / y con esa delicada admiración /

que los une

 

y puedo también / incluso / tal vez / suponer /

que nosotros / los de abajo

…………..construyendo el barullo:

…………..la gran música

estamos llenos de vida

confortables

como el piano de cola

para entonar

los recuerdos.

 

 

 

 

 

*(Buenos Aires-Argentina, 1985). Poeta, narrador, librero y editor. Fue director de Melón editora (2011-2014) y, en la actualidad, dirige la editorial lisboa que publica a poetas, narradores y ensayistas de habla hispana. Ha publicado en poesía Legua roja (2011; 2013), pirueta solar (2011), El cálido viento de la noche (2012), Noruega / Norway (2012), Avenida de Mayo (2013), Impureza de los días (2014), Río antiguo, alba antigua (2015), Estoico (2016), Cañones para despeinar a Hitler (2017), Luz natal (2018), Nueve poemas (2018) y Oír (2019); y en narrativa los relatos Del ovillo al suéter (2008) y Agua marina / Otoño y olvido / Bajo nieve (2010).

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