Por Sofía Rodríguez Fernández*
Crédito de la foto (izq.) archivo del autor /
(der.) Primero Sueño Ed.
5 poemas de Materia del origen (2023),
de Sofía Rodríguez Fernández
la primera palabra fue
un grito
que es un poema
la primera palabra fue un sollozo
en un grito
que es un poema
la primera palabra arrulla
con el arrullo de un poema
la primera palabra canta
en el cuerpo
porque cada cuerpo que canta
es un poema
la primera palabra
nos recuerda
lo que somos
porque el poema
siempre pronuncia
la primera palabra
no hemos parado de andar
sin cambiar del mismo sitio
hemos apretado bien los dientes
cargando el corazón
de un lado a otro
—ligeras las alas
por si acaso—
pero el mismo corazón cambia de peso
y hay vueltas que suspiran
más que otras
atrapadas estamos
en el mismo libro
su lectura repetida
nos consume
demasiado infierno
nos ha infiernado
y ahora que su contenido se reboza
no podemos exportarlo hacia otro lado
quizás
ya estamos muertas sin saberlo
podríamos nacer de nuevo es cierto
pero
volver a nacer es también
volver a morir en otro sitio
se canceló la entrada al paraíso
y es mejor no ver las raspaduras
mejor no ver
detrás de los escombros
porque el valor necesario para hacerlo
no es indispensable ahora
no nos queda sino rodar
y esperar partir en dos lo indivisible
rodar en las arenas de la memoria
para olvidar lo que soltamos
o cae de nuestros bolsillos
rodar para aceptar que no hay atrás ni adelante
hola o adiós
arriba o abajo
sólo rodar magistralmente
oscilo
entre lo que aún no sucede
y el tiempo que vendrá después
recorrer estaciones
en caída de sombra
ser el sueño que somos
cansa mucho
y es que eso de estar viva agota
hay que marcar bien las cuatro esquinas
planchar el mantel cuando la mancha
aun siga fresca
guardar fruta en el armario
—aquella que ha cambiado
de forma contundente sus colores—
regar los floreros
por ver si florecen algún día
cuando el espejo
—que pusimos en remojo—
multiplique por fin el agua
los carnosos párpados de desploman
a través del tul gastado en los visillos
busca
sigue buscando
la muerte siempre llega
adivinar la vibración de los azahares
su suave contorno
acurrucarnos en el musgo
y las arterias de los árboles
amar en urgente
desesperado amor
con todo el animal temeroso
incierto
cruel y frágil
que somos
sin dudar
ni por un instante
que el canto de los pájaros
no necesita
de nosotras
*(México). Poeta y artista plástica. Licenciada en Antropología social. Ha participado en diversas exposiciones individuales y colectivas en América y Europa. Su libro más reciente es Materia de origen (2023).