5 poemas de «Mares Que Mueren» (2024), de Marlene Zertuche

 

Por Marlene Zertuche*

Selección por Augusto Munaro

Crédito de la foto (izq.) Facebook de la autora /

(der.) Ed. Universidad Autónoma de Sinaloa

 

 

5 poemas de Mares Que Mueren (2024),

de Marlene Zertuche

 

 

1.

la calle de ayer

 

algo sucede allá afuera

la calle comenzó

los ruidos del día

 

el borracho apagó su lamento

el cartero ha tocado las puertas

 

voy escuchando

detrás de esta ventana

por la que de niña asomé la cabeza

durante la procesión de la Virgen

 

el sacerdote humeaba copal

y rezaba a su paso:

 

Padre nuestro,

santificado sea tu nombre

 

la larga fila de atrás respondía:

no nos dejes caer en la tentación

y líbranos del mal

y en ese amén la tarde terminaba

las vecinas comenzaban a recoger

los adornos de plástico

a levantar la alfalfa

que poco antes fue alfombra

verde y fresca para la Virgen

 

amén y los tastuanes

dejaban en mi oído

el timbre

de sus huesos de fraile

 

amén y mi perro esperaba

echado

paciente

a que abriera la puerta

para salir a jugar

 

amén y, sin embargo

lo que sucede ahora

no es la procesión

ni el canto del borracho

ni Miel moviendo la cola

 mostrando sus negras encías

 

es la misma calle siempre

los sonidos que la edifican

los colores que la colman

donde nada sucede

 

de donde te vas igual

que los adornos de plástico

como el humo del sacerdote

 

 

2.

Tatéi Haramara

 

todos los mares, el mar

Tatéi Haramara ma

dre mía y de los hombres

origen de las aguas del mundo:

 

en ti confío, diosa-venado

para que cuando muera

mi alma ronde cinco días

por los lugares en que de niña viví:

 

la acequia vertical

que dividía el pueblo

el patio y la cocina de tía Quica

el zaguán con su canto de canario

y, si se me permite la dicha

esas sombras

de la higuera

el nogal y el durazno

 

a esos lugares hazme volver

para que mi boca

coma el pan de la calma

el maíz de la desmemoria

para que en mis labios

se posen las gotas

del descanso eterno

 

después llévame a tu piedra blanca

ya sin cuerpo

para iniciar mi camino

 

hazme entender

que no hubo paso mal andado

 

y ahí mismo

altísima señora de las nubes

regresa mi espíritu a tu vientre

guíame a casa

 

 

 

3.

nueve mareas, nueve lunas

 

A Lucy Wills

 

toda mujer preñada

lleva un mar adentro

y en el centro del mar

un dios sumergido

 

un ser que aprende

las palabras del mundo

por los movimientos

 de la madre

oleajes suaves

mareas y líquido amniótico

 

la mujer

alimenta al mar

y el mar

alimenta al niño

 

al nacer

el mar estalla

el pequeño dios emerge

por primera vez al sol

 

húmedo de su madre

los ojos apretados

desnudo

 

entonces

deja de ser dios

para convertirse

poco a poco

en hombre

 

por eso llora

cuando abandona el mar

 

La poeta Marlene Zertuche

 

4.

mar que recuerda

 

un poema de mar se pasea por mi frente

mientras pienso en mi padre muerto

no deben descubrirme

me prohíbo el llanto

repito la vigilia

 

ciño los ojos, escucho su risa

y sus manos ajadas

acarician mi cabello

 

el poema de mar

se detiene

 

 

 

5.

tú eres el feroz lamento

frente a un mar herido por la noche

en busca de consuelo

tú eres el frío que camina

cerca del ruido de las aves

y de las aguas retrayéndose

 

grítales tu desesperación

y te responderán mi nombre

 

yo soy el silencio de las orcas

la vibración de los arrecifes

y las redes rotas que burlan el azar

 

tú eres la distante roca fría de las costas

donde mi canto estalla

en espuma e intensidad

susurrándote que soy

este mar que muere

 

 

 

 

 

*(Guadalajara-México, 1983). Poeta y editora. Dirige, junto a Lily Preciado, la editorial Typotaller. Ha publicado en poesía Mazo de Hércules (2013), Consejos a la niña (2017) y Cuerpo te llamas (2018); y editó Los líquidos abismos. Poemas en torno al agua (2019), en los que reúne a cincuenta escritores latinoamericanos contemporáneos.