Por joséagustín hayadelatorre*
Crédito de la foto Ed. Vallejo & Co.
5 poemas de Lengua negra de las rosas (2023),
de joséagustín hayadelatorre
El rocío del desierto
II
En el tejido de estas filtraciones se hallan
los designios de un horóscopo inscrito
en los colmillos de un elefante el cuerpo
consistente de la sombra la historia
de la muerte la esfera sibilante
del demiurgo y los restos
de una substancia germinal
Este es el canto del desierto
cuando en su aparente
quietud todo movimiento queda
confinado al estallido del sol a la luz
de la luna mientras levemente
se mecen los granos de arena y recorren
su propio infinito y emerge tersa
la ventisca previa a alguna
tormenta con el talante de un dios
desconocido que nombra
y encamina nuestro vacío
III
Ah destrucción
Ah cuerpo conmovido por la posesión de la palabra no nacida
que en su canto rige el porvenir
Toro y cisne resurgen de la misma sangre
bebiendo la misma oscuridad
iluminando sus muertes consecutivas
embriagados de luz
Gime entonces la angustia
lo intangible en la creación
el ruido de la sombra
por este desfiladero
Qué humedad se posa y combustiona
y se pregunta qué sabe el saber
si este rocío es la consciencia tangible
de cuanto desierto
existe en un nombre
El reposo del viento
I
Crecientes o menguantes en la cresta
o en el sosiego sobre las arenas
las ondulaciones del agua nombran los vientos
han sido el otro las formas
del otro quienes se reconocen
en el movimiento que les confiere
su pulsión
V
Febril deshabitado terso
Entre el escombro
y la exaltación por descubrir
su respiro que remueve que cruje
que no abandona su condición
quieta al paso sobre los cuerpos
cuya forma asimila
hasta el olvido de su presencia
en el resplandor del vacío
el movimiento de su sombra
Cantera infinitiva
Qué del asir desde esta rompiente He aquí la liberación de los pétalos negros que en la égida del rayo y en el sueño de los peces cubren el camino por venir La luz arde en una enredadera líquida alrededor de la garganta de los muertos Esta es su lengua dictada en el filo de las piedras Esta es la edad de los halos de las caricias a las cabezas decapitadas en busca de lo incognoscible Y es también de la voluntad de las telas de araña que en su perfección dictan trémulas delicadas y ligeras el quehacer de la muerte al amparo de la vida que vendrá como gorjeo silabario o alfabeto Ah belleza en el desollamiento de los cambios de la luz respiros de vida y muerte en el caos primigenio flor de agua incendiando la ceniza en la borrasca Pero también es la edad en que las profecías no emanan de los cantos Qué idioma no ha quedado desterritorializado si este habla sin símbolos sin predicciones Qué del asir desde esta rompiente No es solo la corteza endurecida que golpea y golpea y golpea y que ha sido golpeada No es solo la potestad de la tormenta inundando cada resquemor y aunque cubiertos nos ahoga No es solo la soledad del viento sibilante que agita nuestra soledad Qué se ha dicho Qué ha significado
Quién no ha sido amor tristeza hambre temor deseo movimiento
Aún continuamos muriendo
Aún nos quema el centro oscuro de la luz que pronunciamos
*(Lima-Perú, 1981). Poeta. Estudió Literatura en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos (Perú) y se doctoró en la Universidad de Salamanca (España). Fue miembro del grupo de creación y publicación literaria Sociedad Elefante, del comité editorial de Distancia Crítica: aportes hacia una nueva conciencia social y redactor de la sección “Plumas libres” de la revista electrónica de Humanidades Periplo. Ha publicado Canto de la Herrumbre, Nocturno del Alba y un bosque ardiendo bajo un mar desnudo.