Por Braulio Paz*
Selección por Gian Paul Codarlupo**
Crédito de la foto (izq.) La balanza taller Ed. /
(der.) Facebook del autor
5 poemas de La escritura quedó aquí (2023),
de Braulio Paz
CUANDO 3, QUIZÁ 4, la muerte fue
un suéter tejido en lana negra cuyo
patrón recordaba la ceniza esparcida a un
costado de las huertas la mañana
del día de limpieza. Cuando fui, o espera… ahora
que soy 5, ahora que puedo ver la muerte en los campos,
la muerte es la semilla de uva que ayer tragaste
de casualidad. Mañana tu cama será un árbol
crecido sobre un montículo de ceniza ploma
ahí donde tu cuerpo cesará de existir… la
muerte es el fin del año escolar, porque
antes no sabías que los años acababan y en ello
apareció la ominosa amenaza: destruiste tus
juguetes llorando porque el año había acabado,
ahora eras grande, ahora ya no los necesitas.
HAY UN IMPULSO que nos llama del futuro, pero que tiene una raíz atrás
—Sí
un poco
No somos sólidos
la rama no existe
Cada línea del momento en que da vuelta el arado…
cada intento de ir y venir e ir hacia un futuro trunco
El tratado de dendrología
establece que los marineros dejaron de seguirlas
cuando supieron que su luz llegaba muerta a las orillas
Una yuxtaposición extraña
que engaña a la rosa de los vientos pues confronta al destino
con los puertos dejados atrás
Entonces casi hay un impulso que nos llama desde el futuro
pero que tiene raíz en el principio
La rama solo viene por el medio
PERO CUANDO 6, quizá 7, no lo sabíamos:
solo.
La hierba se vio pisoteada, la roca, el agua,
el empozamiento, la mirada volteada…
había «cosas» que nos obligaban a cerrar
los ojos, pero siempre las palabras…
una reconfortante musicalidad. Detestaría
que piensen en un amuleto cuando les
comento cómo deseché mi nombre
por esas palabras. Cómo trepaba al
molle, cómo servía al instinto cuando por
la noche trepaba al árbol desde
mi ventana para fumar entre los gatos.
Anécdota imagen mar madre
Cuando miré tierra adentro
la sombrilla naranja de tela pesada
líneas verdes flecos blancos mis padres
el cerro los bañistas los carros el Ford
la sensación me embargó entonces
fue la que por años me impulsó
a querer convertirme en dibujante
no necesariamente la impronta de guardar la imagen
que contemplé ese día a espaldas del mar
fue la sensación que la siguió decantada por aquello
que había visto una fracción de segundo antes
la ingravidez de mover los pies y no encontrar tierra
contra la cual el impulso surta efecto
lo que de verdad cuenta nunca es
planeado de antemano en el fondo no eres capaz
de hacer nada más que dejarte llevar hacia atrás
cuando mueves las piernas para intentar ir hacia adelante
esa es la imagen que tengo del mundo
intento acercarme a una imagen
del paisaje que nunca podré alcanzar
porque el piso bajo mis pies se ha esfumado de pronto
cuando ya casi conseguía la imagen enfrente
la imagen de un grito de mi madre
caminar hacia adelante perpetuamente jalado hacia atrás
como si el mar quisiera decirme «el futuro ya fue»
No exactamente una anécdota
¿Pero qué escritor se parece a
sí mismo? Cambio de la longitud de
onda provocado por el movimiento
del emisor. El sonido de un Ford
Tempo pasando a cierto kilometraje
por hora se disipa y alarga, estira
como chicle y desaparece en
la traslación terrestre, en la luz…
esos espacios que son como dichos
despreciativos, como saludos a la
bandera: no valen los símbolos
no notariados. Está bien, yo me iré
yendo, querida. La sonrisa eginética,
el hieratismo de un cuerpo que
podría ser una columna:
un grado antes de la abstracción
del «ideal» del que surgen.
Algo así no tiene lugar aquí. Lo
llaman efecto Doppler, lo sacaban
de entre las tablas y cenizas de
Pompeya. Siglos después se vería,
solo siglos de siglos no con esa
acepción de ristra de imágenes
de exvotos católicos añorando perennidad:
siglos de siglos como el sonido
lejano de un Ford Tempo.
*(Arequipa-Perú, 1998). Poeta. Licenciado en Literatura y Lingüística en la Pontificia Universidad Católica del Perú. En la actualidad, cursa el Máster Universitario en Literatura Española e Hispanoamericana, Teoría de la Literatura y Literatura Comparada en la Universidad de Salamanca (España). Ha publicado en poesía Showman (2017) y La escritura quedó aquí (2023). Mantiene el blog www.medium.com/@interesmutuo83/about
**(Perú, 1997). Poeta. Obtuvo el Primer Premio en el II Concurso Nacional de Cuento y Poesía Huauco de Oro (Perú). Se adjudicó la beca “Atelier Poético. Residencias virtuales en movimiento”, por parte de la OEI y, recientemente, la beca “La cocina como laboratorio para jóvenes poetas” del Festival Internacional de Poesía de Rosario (Argentina). Ha publicado en poesía Caída de un pájaro en el mar (2018).