Por Félix Moyano*
Crédito de la foto (izq.) Ed. RIALP /
(der.) archivo del autor
5 poemas de La deuda prometida (2022),
de Félix Moyano
Semántica
MI madre abraza con sus manos a la muerte.
Tal vez haya un sintagma que describa
con imparcialidad el escenario.
Conecto mi webcam y puedo ver,
al otro lado,
los ojos de la muerte en los ojos de mi padre.
Inestable es la conexión que nos permite
efectuar la llamada.
Tal vez exista en nuestro idioma una palabra
que describa el horror tal y como es.
El pájaro
Ardiendo en la mañana me despierto
con el ruido de un pájaro que muy firme atraviesa
mi costado. Con su canto punzante
deja una herida abierta en mi esternón,
aletea y remueve sobre la piel la sangre
con un trazo marcado digno de algún pintor
expresionista. Aletea y remueve:
ardiendo en la mañana. Me despierto
sangrando y con temblores, repleto de sudor,
pero tú mira el pájaro, ¡qué lindo!
¡Qué bello el dulce pájaro y su canto!
Auscultación
Escucha cómo late el corazón,
mi cuerpo riguroso devastado.
Las feroces punzadas de esta deuda
que al nacer contrajimos, invocada promesa
que inminente extenúa nuestros nombres.
Escucha cómo late en mi pecho la herida,
el hueco perforado por aquel aguijón.
Recuerda que algún día, cuando extienda mis brazos
hacia el cielo, tendrás en herencia esta hendidura.
No permitas, te ruego, que el contorno
de sus muros finales te den miedo,
que la tierra te asuste en su vacío,
porque entonces la verás con tus ojos,
pero no entrarás jamás en ella.
Salmo 117
Me empujaban.
Lanzaron sus puñales con destreza.
Me empujaban intentando derribarme.
Hacía calor aquel día.
Mi sangre iba trazando el recorrido. Me empujaban,
me empujaban intentando derribarme.
Lanzaron el cristal hacia mi cuerpo.
Alcanzaron mi cuerpo con su filo.
Lanzaron el cristal.
Su filo atravesó firme mi piel.
Me empujaban.
Mi sangre iba trazando el recorrido.
Me empujaban intentando derribarme.
Lanzaron sus puñales con destreza,
pero el señor me ayudó.
Alianza y condena
Dejé posar mi espalda en la pared.
La piel y la pintura se rozaban.
Jamás había asistido a un desprendimiento
de tales dimensiones.
Las vértebras frenaron la caída.
La desnudez de un cuerpo de noche no es igual.
*(Córdoba-España, 1993). Poeta. Doctorando en Investigación en Literatura Española e Hispanoamericana en la Universidad de Salamanca (España). Ha obtenido el II Premio Valparaíso de Poesía, el XXXIV Premio Andaluz de Poesía “Villa de Peligros” y el Accésit de la 75ª edición del Premio Adonáis de Poesía. Ha publicado en poesía Insostenible (2017), Los amores autómatas (2019) y La deuda prometida (2022). Ha sido incluido en las antologías Algo se ha movido: 25 jóvenes poetas andaluces (2018), Cuando dejó de llover: 50 poéticas recién cortadas (2021), Prohibido fijar carteles: 30 poetas sin tierra (2022), entre otros.