Por Mónica Rosenblum*
Selección por Augusto Munaro
Crédito de la foto (izq.) www.nexoartesyculturas.com /
(der.) Ed. Alto Pogo
5 poemas de La cuestión del pellejo (2016),
de Mónica Rosemblum
I
no sé si hay una norma
que rige los nombres
hay cosas que no pueden
llamarse diferente
fuimos a Montevideo
nos hospedamos en El Salvo
cómo iba a llamarse de otra forma
cada uno viendo qué podía
salvar entre todos el ruido
de palabras no dichas
salvo salvar
los mismos nombres
son diferentes
al otro lado del río
el cruce los cambia
en sutiles lugares
una pausa un eco
todavía no sé
de qué me salvé
en este cruce del río
II
una vez me salvé
cruzando el océano
y una parte de mí
lo sigue cruzando
varada en el entre
esa salvedad
no alcanzó tanto
no pude salvar
el final anunciado
nadie salva el pasado
y quién va a admitir
que no hay salvamen alguno
que de maduro
a mansalva se cae
el bollo cerrado
la cuestión del pellejo
III
¿Acaso soy yo el guardián
de mi hermano?
Gn 4:9
nadie salva el pasado
ni en el rebovinaje más puro
en la tierra de todos
donde todo se puede
nadie salva el pellejo
del otro
aunque quiera
V
¿en qué salvedades
se puede
franquear
la línea divisoria?
¿alcanza con
decidir
franquearla?
a veces
hace falta
de los pelos
¿eso cuenta?
decido salvarte
¿entonces
puedo?
salvo que:
¿excepción?
¿o hay regla?
¿mujeres y niños?
¿es cierto?
VI
¿es ser temprano?
¿adelantarse
no ser tarde?
¿es una fuerza
que vive
en la sombra?
¿una pantera
dormida
que afila la luz
cuando el conejito blanco
está por caerse?
¿todos somos
pantera
dormida?
¿el conejito
es la faz?
¿o el dorso?