5 poemas de «La colina de los muertos» (2017), por Andrés Piñeiro

 

Por Andrés Piñeiro*

Crédito de la foto (izq.) el autor/

(der.) Ed. Librería Sur

 

 

5 poemas de La colina de los muertos (2017),

por Andrés Piñeiro

 

 

5

 

En una época remota, el pueblo estaba situado en la otra ladera, cerca de los manantiales en donde los danzantes templaban sus tijeras y los músicos afinaban sus violines. El pueblo tuvo un valle fértil, un cielo limpio y aguas cristalinas. Sus animales eran codiciados en toda la región.

Un día, sin explicación alguna, los padres se enfrentaron a los hijos y las hijas a las madres: los hermanos olvidaron su pacto profano con la sangre. Entonces, como castigo por la maldad cometida, el Demonio lanzó fuego y azufre sobre el pueblo hasta dejarlo totalmente destruido.

Pero antes de perpetrar su justicia demoníaca, al ver a una mujer en avanzado estado de gestación, se apiadó de ella. Le pidió que huyera a la otra ladera, fundara un nuevo pueblo en la llamada Colina de los Muertos; pero que no volviera el rostro, ni se detuviera. La mujer volvió el rostro y quedó convertida en laguna. Por ello, la laguna del pueblo tiene la forma de una mujer en avanzado estado de gestación.

 

 

 

21

 

El objeto ritual llamado Paccha -no más extenso que la palma de una mano, ni menos profundo que el sueño de una niña-, podrá contener la sangre de la víctima o la lágrima del victimario en exactas cantidades.

Los círculos concéntricos del recipiente –no menos de tres, ni más de cinco, según el dolor procurado o el sufrimiento recibido- tendrán la función de purificar los fluidos emanados.

De no lograrse tal efecto –la purificación de los fluidos, lo cual suele ocurrir en circunstancias excepcionales-, podrán congregarse en su auxilio animales de distinto origen -terrestres, aéreos o acuáticos- idóneos para la extirpación de los males o quejas proferidas por los manantiales.

 

 

 

30

 

Durante cinco días o noches o el número de días o noches que anuncien o no los brazos extendidos del tumulto o el colibrí beba o no una rama inexistente en el desierto o las hojas de coca muestren o no el verdadero rostro del espanto a los danzantes…

Durante cinco días o noches o el número de días o noches que llamaradas de aves de rapiña circunden o no las riberas de la laguna o las ensoñaciones grises reverberen o no los pastizales o el espíritu cautivo ascienda o no a los cerros con su aliento… Chimaycha bajará de lo alto de los cerros tutelares impregnando o no toda la comarca con su canto.

 

20526052_10213731503418865_6279680773949481893_n

 

68

 

Si encuentras a un venado muerto en el valle, no lo entierres, toma sus huesos y espárcelos por la colina, esto traerá bienestar a los valles y el ganado alcanzará prosperidad.

Cuando alcanza la pureza necesaria, piel, uñas, cuernos y miembros de menor importancia se fortifican. Puede recorrer terrenos montañosos y laderas escarpadas dirigiendo a la hembra y a sus primeros retoños en la búsqueda de preciados alimentos: granos que germinan a ras del suelo; musgos y líquenes que se ocultan entre las rocas.

Si encuentras a un venado muerto en el valle, no lo entierres, erige sobre él un santuario en recuerdo de las almas destrozadas por el oprobio.

 

 

 

69

 

Cuando no alcanza la pureza suficiente, piel, uñas, cuernos y miembros de menos importancia se debilitan. No logra descendencia y, si lo consigue, la abandona a las inclemencias del tiempo y de los enemigos naturales: puma, gatos andinos, lechuza. Al no acceder a sus alimentos más preciados bebe agua en abundancia y devora el follaje de los arbustos menos empinados de los valles. Se torna solitario, frágil, huidizo.

Si encuentras a un venado muerto en el valle, no lo entierres, toma sus pieles y fabrica instrumentos musicales, su melodía alejará a los espíritus malévolos que se ciernen sobre el poblado.

 

 

 

 

 

*(Lima-Perú, 1967). Filósofo, poeta y editor. Licenciado en Filosofía y magíster en Historia de la filosofía por la Universidad Nacional Mayor de San Marcos (Perú). Actualmente, es docente en la Universidad Privada del Norte y en la Universidad de Lima. Ha publicado en poesía Diotima de Mantinea (1997) y La colina de los muertos (2017); la tesis Desventura de extramares. Conciencia desgarrada en la poética de Martín Adán (2003) y el ensayo La herética de Martín Adán. Cuestionamiento, alejamiento y confrontación con la tradición cristiana (2017). También ha editado los libros Martín Adán. Entrevistas (2011) y Martín Adán. Cartas escogidas (2015).

Vallejo & Co. | Revista Cultural - POESÍA - FOTOGRAFÍA - NARRATIVA - CINE - MÚSICA - TEATRO - ARTES - PLÁSTICAS - CREACIÓN - CAJÓN DE SASTRE