Por José María Memet*
Crédito de la foto (izq.) Ed. Luchito Ocelote /
(der.) el autor
5 poemas de La chica Nabokov (2023),
de José María Memet
El Mercado de Rungis
El mercado más grande
de productos frescos en el mundo
cerró sus puertas
para los parisinos
y abrió sus puertas
a los muertos
Ya no están
los productos frescos
los de siempre
Ahora los galpones refrigerados
reciben carne muerta
carne humana muerta
Centenas y miles de ataúdes
arriban al Purgatorio
de la ciudad luz
En el Mercado de Rungís
ya no hay productos frescos
El jorobado de Notre Dame
se pasea enloquecido
por entre las ruinas
de un tiempo que termina
y otro que comienza
Arde París
en cada crematorio.
Balada de Gregorio Samsa
Es breve
Es siniestra
Es la transformación del ser humano
por el capital
Es la manera en que creyeron que mataron
al fantasma que recorría el mundo
Es la barata
El insecto de los insectos
nacido del corazón y de la mente
del ser humano
Es el padre
es el empujón es el maltrato
Sangrar con intensidad
puede ser placentero
para una vida con dolor psíquico
con un cuerpo que se transforma en dinero
en bóvedas en bancos centrales
Toda vida tiene una puerta
de entrada y de salida
Es la misma puerta siempre
si la abres o la cierras
existe el silencio:
la inmensa humanidad.
El Puente Mirabeau
Se dejó caer
y arrastrado por las aguas
fue olvidando los campos de exterminio
sus dolores los demonios
Los que quedan y hacen signos de adios[1]
Los que quedan mirando
desde la baranda del puente
la escena suicida
en esa primavera de 1970
No se dan cuenta no perciben
que Celan fue arrastrado
por las aguas del tiempo
por la miseria humana
por delirios
por nazis por su psiquis
y el mal de mundo
Se hundió y sintió el frío
de las aguas de la muerte
Dejó de respirar unos segundos
y aspiro toda el agua que pudo
Grande vino un sol flotando[2]
radiante se enfrentó con su alma
Entró a la Selva Negra
y caminó por los senderos
oscuros del bosque
como un soldado romano
perdido en la noche.
Si vienes a París, no olvides visitar
el puente Mirabeau.
Si tienes suerte y no eres cobarde
te encontrarás de frente con Celan
El resto de la historia, ya la conoces.
Variaciones Sobre Pompeya
Soy un hombre de ciudad y miro el volcán todos los días.
Camino hace milenios pero me he despertado recién.
Me siento inerte en la roca, pero te amo aún.
Caminando hacia mi muerte te voy conociendo.
En cada erupción la lava me acerca
más a ti.
*
Soy un hombre de ciudad
y miro el volcán todos los días.
Camino hace milenios
pero me he despertado recién.
Me siento inerte en la roca,
pero te amo aún.
Caminando hacia mi muerte
que no termina nunca
te voy conociendo
época tras época…
Solo los dictadores
no cambian
en el tiempo.
Atrapado en la lava
observo las estrellas.
*
Mi propia Pompeya.
Soy un hombre de ciudad
y miro el volcán todos los días.
Camino hace milenios pero
me he despertado recién.
Me siento inerte en la roca, pero te amo aún.
Caminando hacia mi muerte te voy conociendo.
El César será asesinado esta noche.
El volcán estalla.
Mi mano lleva el puñal.
Escenas de Circo
Conocí una vez un payaso
que era triste, tan triste,
que vomitaba
cuando intentaba reír.
Pero cuando salía a la pista
era genial y todo el mundo
reía maravillado
o quedaba pensando
con tanta ocurrencia
y ternura.
Notable fue su acto cuando dijo:
– ¿Porqué las luciérnagas,
machos y hembras,
tienen una lámpara
en la espalda?
Silencio sepulcral en el circo,
todos veían luciérnagas.
De pronto el rugido del león
recorrió cada butaca
y despertaron.
Y el payaso dijo:
-Porque si no tuvieran lámparas,
no podrían verse en la oscuridad.
Y para amar, hay que verse.
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[1] Son versos de Paul Celan.
[2] Ídem.
*(1957). Poeta chileno, productor cultural, publicista, editor y viajero. Trabajó durante once años en la promoción y defensa de los ddhh durante la dictadura en su país. Estuvo exiliado entre 1981-1985 en París (Francia). Es fundador y director del Encuentro Internacional de Poetas Chilepoesía. Ha recibido el Premio de Poesía Joaquín Edwards Bello (1987), el Premio del Primer Festival Nacional de Poesía de Viña del Mar (1987), el Premio de Poesía Antonio Pigafetta (1988), el Premio Del II Concurso Metropolitano de Poesía Joven (1988) y el Premio Pablo Neruda (1996); además de la Beca de Excelencia del Consejo Nacional del Libro (2006). Ha publicado en poesía Poemas crucificados (1977), Bajo Amenaza (1979), Cualquiera de nosotros (1980), Los gestos de otra vida (1985), Canto de gallos al amanecer (1986), La casa de ficción y otros poemas (1988), El duelo (1994), Un animal noble y hermoso cercado entre ballestas (1995), Amanecer sin dioses (1999), El rastreador de lenguajes (2005), Años en el cuerpo (antología personal, 2007), El cazador de instantes (2009), Melivilu (cuatro serpientes) poemas políticos 2015 – 1973, Meli witran mapu. Tierra de los cuatro lugares (2017), La chica Nabokov (2023), entre otros.