5 poemas de «Escribir sobre el cemento» (2023), de Valeria Canelas

 

Por Valeria Canelas*

Selección por Marco Vidal González

Crédito de la foto (izq.) archivo de la autora /

(der.) Eds. Liliputienses

 

 

5 poemas de Escribir sobre el cemento (2023),

de Valeria Canelas

 

 

No sé bien dónde mirar

 

Aumentan mis ansias

de lo vivo

por eso insisto en darles forma

animal a los pequeños montones de hojas

y de basura

que flanquean los rieles del tren

por eso y por la miopía

gran aliada del deseo

siempre dispuesta a hacer surgir

formas concretas

en toda distorsión

 

salvo

claro está

en las grandes superficies uniformes

como el mar

un campo de hierba

o una explanada de cemento.

 

 

Lo seguimos intentando

 

Parece una cuestión de memoria

pero evitamos pronunciarnos

en voz alta

cuando solo nos queda

escribir sobre el cemento

como si ninguna otra comunicación

fuera posible

 

jeroglíficos cotidianos

escrituras de parque

mensajes desesperados

para decir que estuvimos aquí

 

nuestra vida aferrada a estos bancos abandonados

como un molusco a la piedra

como una babosa a un trozo de coliflor

podrido

nuestra existencia hecha rastros

el testimonio de nuestro quehacer cotidiano

sin importancia

 

alguien pasó por aquí

y supo que la vida también era esto:

sentarse

esperar

no saber

rodearse de objetos y

replegarse.

 

 

 

Pliegue

 

Como un muro de espuma

atroz

el mar esta mañana.

 

No entiendo si esta imagen

relampagueante

es solo el resultado del ritmo acelerado del tren

que se desplaza en paralelo

o si son algas que han colonizado tanto

la superficie

que han borrado toda orilla

y ahora son otros los relieves.

 

Nada hay de apacible

en todo lo que nos contiene

detrás de toda imagen

siempre hay otra imagen

invertida

un pliegue que nos niega.

 

La humedad esconde

formas industriales que taladran

el suelo de ese mismo mar

que se levanta

confundido

sin saber muy bien

cómo ha llegado aquí

quién lo trajo

por qué sus captores

le regalan prisioneros todo el tiempo.

 

La poeta Valeria Canelas

 

Botánica

 

Estos perfiles grises tienen su encanto

estos bloques de cemento

columbarios improvisados

tienen su encanto

estas instancias volcadas hacia el puerto

tomadas por gaviotas de andén

tienen su encanto

me repito con un afán de permanencia

que en cuanto llega el tren se disipa

como un mal presagio

o una mala decisión inapelable

un entramado de circunstancias

que han desembocado aquí

en esta necesidad un tanto insulsa

de resaltar lo que me rodea

con palabras

forzar la percepción

orillarla fuera de sus cauces neutros

y perdonarme

por estar aquí

planta carnívora en medio del colapso.

 

 

 

Grava

 

Entre los hierros modernos

sucede lo vivo

arrullo rítmico y ronroneante

mientras plumas ruedan

diagonales de cerámica y cemento.

 

Pero si fuera tierra

terreno baldío simplemente

las plumas acariciarían

otro tipo de superficies

y los arrullos no encontrarían

cámaras de eco ferroviario.

 

Pero si fuera tierra

y el verde brotara desordenado

no habría tren con el que acompasar

los sonidos de la conquista

del apareamiento.

 

El galanteo de las palomas

en la época de los trenes de alta velocidad

otro romance en el extrarradio de nuestra especie

porque hay que adaptarse al paisaje

complementarse con el ronroneo metálico de la locomoción

una sinfonía de ciudad conectada

de vidas que exceden al proyecto

y se superponen a toda arquitectura:

plantas pequeñitas

agujereando la grava.

cuando no quede mar al que lanzar nuestros mensajes

cuando ya no exista ni un solo pedazo de papel en blanco

nos quedará escribir sobre el cemento

de edificios derruidos

 

yacimientos de lo cotidiano

resignificados por nuestra voluntad de dejar testimonio

para que cuando alguien visite

esta desolación

sepa que también fuimos algo más

que construcciones funcionales

desde el fondo de una cueva

emerge un bosque antiguo

que no conocíamos

siempre estuvo aquí

entre nosotros

solo que ahora también somos testigos

de especies que no querían ser descubiertas

 

 

 

 

 

*(La Paz-Bolivia, 1984). Escritora. Licenciada en Historia y magíster en Literatura hispanoamericana y en Estudios ibéricos y latinoamericanos. En la actualidad, estudia biblioteconomía y escribe su tesis doctoral sobre la relación entre lo animal y lo humano. Ha participado en Cambio Climático: panorama de la joven poesía boliviana (2009), La Desobediencia: antología de ensayo feminista (2019) y Soplo de vida. Antología de animales (2021). Ha publicado en poesía Maquinería (2016, reed. 2018) y Escribir sobre el cemento (2023).