5 poemas de «Desde dónde amar» (2021), de Corina Oproae

 

Por Corina Oproae*

Crédito de la foto (izq.) ©Daniel Mordzinski /

(der.) Ed. Pre Textos

 

 

5 poemas de Desde dónde amar (2021),

de Corina Oproae

 

 

El jardinero que vuelve de la muerte 

 

Nuestra especie ha dejado el Jardín hace mucho tiempo:

 queda el Jardinero que vuelve de la muerte.

Pascal Quignard

 

I.

 

Caminas

 

y queda atrás el verde

aplastado en cada paso

la hierba preparada para soportar

el peso de otro cuerpo

 

eres el jardinero

que recoge las hojas

en el jardín de la muerte

 

 

II.

 

En el jardín de la muerte

se hablan tu lengua

 

las víboras muerden

la mano abierta

de las palabras

 

 

III.

 

De las palabras

brotan flores que se marchitan

en el vientre de la madre

 

 

IV.

 

En el vientre de la madre

bailan lunas rotas

reminiscencias fugaces 

de la primera danza

 

en la muerte

el deseo es una sombra que devora

la ausencia

 

 

V.

 

La ausencia

 

aquel viento

que danza

intrépido

y ahuyenta

los recuerdos

 

 

VI.

 

Los recuerdos

se clavan en tus ojos

por dentro

 

como vidrios finos

y alargados

penetran tus pupilas

 

a veces

la felicidad

es una herida

invisible

 

 

VII.

 

Invisible

en tus ojos

el miedo que paraliza al ciervo

antes de la huida

 

efímero ancoraje

en una geografía

que siempre ansías

 

bajo tu piel                  pájaros

latidos imperceptibles

que arrancan los pétalos

de las flores

 

 

VIII.

 

De las flores

aprendes la muerte

si cierras los párpados

 

y la vida

si los abres

 

el padre

es un cerezo

olvidado en el jardín

donde caminas

 

 

IX.

 

Caminas

 

y el Amor

 

el Amor

está a salvo

dentro del corazón

del jardinero que vuelve de la muerte

 

La poeta Corina Oproae.
Crédito de la foto: ©Daniel Mordzinski

 

HAY CIERVOS EN mi sueño

sus ojos

guardianes del miedo

rastrean los bosques extraviados

dentro de mis pupilas

 

hablan

todas las lenguas

que alguna vez he sabido

y yo los entiendo

y me regocijo

cuando el caos se me hace cosmos

 

desde dónde amar

 

desde un lugar de aire y luz

que sólo existe en la memoria

desde una infancia imaginada

que palpita dentro de este sueño

como el movimiento inalcanzable de una estrella

 

las palabras

duermen en mi garganta

un sueño superfluo

 

desde dónde escribir

 

desde aquel verso incierto

que al leer dejé de serme ajena

desde antes de cualquier comienzo

sin comienzo

 

porque jamás tuve un primer amor

porque jamás escribí un primer verso

 

 

 

EN ESTE SUEÑO

tengo muchos nombres

Sylvia Ana Anne Alejandra Marina Maria Anise Olga Wisława Juana

todo lo que sé

es que soy mujer

 

hay también árboles 

en mi sueño

las palabras son raíces

y ramas y hojas

soy vertical

soy savia que sube

desde la raíz

hasta la copa del árbol

que sale del sueño

y encuentra su lugar en el mundo

aquí

soy la mujer-palabra

hija de todas mis madres

reina de este reino

escribo poemas himnos letanías

poemas que nacen

de todos los nombres

y de todos los sueños

hilos que tejen la vida

hilos que rigen la muerte

 

 

leyendo a Cecília Meireles

 

UNA NIÑA FLOTA HERMOSA en el agua de mi pensamiento

que discurre fragmentado

en silencio

 

su belleza me atraviesa como una espada 

 

su belleza no está en el ojo que mira

está encerrada en sí misma                 es altiva e indiferente

 

no puedo escapar

su mirada hipnótica

me atrapa y me culpa

 

una niña flota hermosa entre la muerte y la vida

no hay ninguna rama de sauce rota

hay sólo el engaño en la esperanza

esta harmonía tan simple que repele el grito

que aniquila el instinto

 

finjo que entiendo la muerte

finjo que estoy a salvo

 

una cortina transparente me aísla

la niña la traspasa                    lentamente 

se levanta de su lecho y baila

 

ahí donde acaba el sufrimiento comienza otra cosa

que no tiene nombre

una danza efímera como una flor

se abre en mi ojo

 

es demasiado tarde pedir que esta muerte

no se me haga poema

 

ya sé que sólo se está a salvo en la palabra

 

 

 

NO ES NI HELECHO ni zarzamora

la muerte

 

elijo la vida lenta

esta vez

el sosegado envejecer del árbol

que tengo delante

y que ahora me sostiene

el camino infinito

hacia el mar que vi por primera vez

aquellas montañas gigantes desplomadas

en un cambio de estado de inmensidad

y el lento sumergir de mi ser

en un coro antiguo de aguas

lágrimas

que se mezclan con la sal

y se vuelven plegarias

reminiscentes caricias de la diosa petrificada

dentro de mi primer sueño

 

elijo la vida lenta

esta vez

ignorar que el árbol siempre reverdece

soñar dentro de este mismo sueño

rezar en octosílabos que encierran el sentido último del mundo

y curan para siempre todas las heridas

olvidar a la madre

olvidar al padre

mas sin ser huérfana

sentirme hija madre diosa hermana hada bruja

más allá de la vida

más allá de la muerte 

 

que no es ni helecho ni zarzamora

sino oscuridad y caverna

círculo y esfera

de nuevo y siempre

fulgor destello                        luz

 

 

 

 

 

*(Transilvania-Rumania). Poeta y traductora. Reside en Cataluña (España) desde 1998. Escribe en español y en catalán. Traduce del rumano y del inglés al catalán y español. Es autora y traductora de la antología de poesía catalana actual publicada en Colombia, La hora indefensa (2021). Ha traducido autores como Lucian Blaga, Gellu Naum, Marin Sorescu, Ana Blandiana, Ioan Es. Pop, Angela Marinescu o Mary Oliver. Ha publicado en poesía Mil y una muertes (2016), Intermitencias (2018), Temprana Eternidad (2019), Desde dónde amar (2021); y en catalán La mà que tremola (‘La mano que tiembla’, 2020), libro de reflexión poética sobre el hecho de escribir en una lengua que no es la lengua materna.

 

 

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