Por Carlos López Degregori*
Selección Luis Fernando Chueca
Crédito de la foto (izq.) www.ulima.edu.pe /
(der.) Ed. Esdrújula
5 poemas de 99 púas. Antología poética 1978-2016 (2017),
de Carlos López D.
El talento y el poeta
un poema parco incidental
me cueste como tres
y atónito inútil imperfecto
nunca termine de costarme
y acudan rostros lenguas animales
acudan
en una sola sombra
un solo viento verdadero
reine el desorden
sueñe antes de soñar
coma antes de comer
viva un terrible simulacro
hable
y nunca derrote a la palabra
desventurado
hoy 14 de septiembre
nazca por tres veces
tenga tres padres nombres acertijos
crezca torcido
llegue a este punto estéril
y lo llame
talento inferior
reguero anónimo de pasos
tres años vi a la cierva
nadie la conoció así
pero arrastraba ese nombre memorable
dama parca mezquina
me arrancaba un cabello
lo enhebraba
y cosía hasta sangrar
horas y horas
mientras sus quejidos ahogaban
el ruido de la aguja
cierva
hazme unos guantes
una venda
el vestido sacrificado del amor
entender es difícil
tornarse vulnerable transgredir
cose ya mi ano
mis párpados mi boca
encierre todo murmullo para siempre
aísle cualquier rescoldo de verdad
y exiliado
fue mi primera muerte
y nacimiento
reine el desorden
tres venzan los años
y me canse de contar
pierda mi sombra
un alacrán me recuerde a los dragones
monje fui
exterminador
mercader en estas calles desoladas
y errante ofrecía
a cada quien lo necesario
te vendo aquello que imaginas
esta gubia esta soga
y las vendí a c l d
un 14 de septiembre
tres meses antes de nacer
págame si no te pesará
no hallarás sosiego
conjuro capaz de derrotarme
nunca quiso entender
una tarde lo colgué
y debí deshacerlo con la gubia
entonces nací para el poema
nada que temer
que esperar
una vida confabulando con despojos
mezcles destinos
hállese un centro de aflicción
te maravilles ante una bóveda inútil
tres los abismos
el talento
las razones ocultas del poema
tres mis santos tutelares
san jorge
sal gil con una cierva
san blas
antes de que se pudra mi garganta
99 púas
Un ángel me habló ayer desde mi lata en que recojo
………….las monedas:
sus alas terribles me rozaron
y sentí un horror, un latigazo, una delicia
desgarrando las piedras sucias del portal en donde vivo
………….hace años.
Río que vienes de mi espejo:
acudes a bañar mi rostro oculto en los harapos,
mis largas crenchas de sal.
Río apedreado de cielo en estas calles de Lima:
buscas un centro girante,
una estación resguardada de la niebla
y no la hallas
porque no hay nada que encontrar
y sólo disuelves las calles
……………………………………………….y gimes
y recoges en tu viaje palabras gallinazo,
…………………………………………………………………..estacas,
bestias en flor,
plazas de una dureza infinita donde se arrastran encapuchados
………….los ecos.
Ya nadie cree en los milagros.
Tal vez nunca existieron y nuestros dedos se aferran inútiles
………….a una corona de plata.
Siglos de velas que ustedes encienden para probar
………….la realidad,
procesión ignominiosa de fuego tiznando un cielo
………….subterráneo.
Mis rosales ya no existen.
Fueron secados por las ratas hace años,
las mismas que ahora me acompañan
……………………………………………………..y ungen
con sus lenguas.
Al principio las temía
pero ahora converso con ellas
………………………………………….y las amo
y les entrego espíritu
…………………………….y razón
y juntas rezamos hasta el amanecer
y se acercan húmedas gentiles a mordisquear mis dedos.
Nadie espera milagros.
Pero recuerden que detuve a Jorge Spilbergen.
Había soñado el estrecho de Magallanes iluminado
………….por fogatas carnívoras,
las costas sangrantes del sur hasta las inmediaciones de Cañete.
Y tuve que bordar el desastre con minuciosidad anticipada:
el temblor de las manos,
…………………………………el sudor agarrotado,
una lluvia finísima atravesando los ojos
………….y los cuerpos.
Las aguas hirvieron cuando corté los bajos de mi hábito,
el único cañón disparó cientos de veces
y las naves holandesas huyeron despavoridas.
No volví a hablar con nadie.
Me hice a la vela definitivamente
y los muertos todavía deambulan por Lima y el Callao
y tocan ahítos las campanas
para probarlos a ustedes.
Ya no es transparente mi corazón.
Mi pozo devuelve hedionda cualquier promesa y asusta
………….de muerte a los romeros.
Me cansé de hacer milagros,
de conversar contigo, Catalina de Siena,
……………………………………………………….figura vencida
también en el portal.
Apago con mi saliva amarilla los cirios
y crezco estopas,
……………………….cuerpos,
……………………………………granizo de piel chamuscada
y cabellos larguísimos de ustedes.
Ojos labios quebrados
………………………………..no me besen
o mejor sí
y átenme las manos,
pinta de nuevo mi retrato, Angelino Medoro,
y no dejes, por favor, no dejes
que muera otra vez de perlesía.
Río que bajas de mi espejo y acudes a bañar mi rostro:
opones un país más cierto a mi país.
Rata marchita.
……………………..Pequeña hermana invisible.
Rata mística.
Vámonos ancianas y desdentadas anunciando y toquemos
………….de lodo cada puerta:
el mar llegará hasta mi portal
y al fin
………….cuando los huesos desencajados
no puedan reunirse
sólo el viento y el agua habitarán las casas.
Un año de grietas crecerá por cada eslabón de mi cadena,
lo miento 99 veces.
Yo hija de Gaspar el arcabucero
…………………………………………….y María
de trece hermanos hijos:
se me hunden las sienes,
tengo las fauces secas,
………………………………las encías doloridas,
la boca como yesca me arranca las muelas y los dientes.
Mi portal se derrumba:
las 99 púas de mi corona de plata.
La boda
En Aldebarán nadie tiene ojos.
Las pocas flores que allí crecen
huyen de los fogones.
Las bestias y los hombres se esconden terrosos
apretados
enferman con la luz.
No sé por qué me invitaron a una boda en Aldebarán
o fue por risa
o por crueldad
pero allí estuve
y ahora de regreso sólo puedo decirles
que en Aldebarán los ciegos se casan con las ciegas
y danzan hasta morir en su fiesta de carbones
golpeando palos
campanillas
con sus caballos de fieltro
con sus perros que ladran a los ruidos
y cuando ya nadie queda
cantan al final ciegos los gallos
anunciando
ninguna claridad.
Donde el tren se llama nieve
Llamémosla novia o nieve cuando falte al hotel: detengan en la cama las sábanas su curso, tiemble la lámpara, salte de rasguños la cortina.
Que en la calle arda un perro.
Que todas las esquinas y luces escuálidas den a un taxi escarnecido. Que el taxi viaje leguas, plazas, mentidos horizontes y llegue al fin a una estación donde aguarde solo un tren escarnecido.
Pensemos que es un tren que viaja al cielo o a la novia o a la nieve. Abordémoslo. Perdámonos en el humo, en el frío, en los escondites que colman los vagones. Apoyemos los labios en el cristal helado y besémonos:
……………………………………………………………………………igual que a un mal espejo,
igual que a una pasajera atada a los rieles en un túnel.
Llamémosla nieve o pasajera.
Recojámosla.
Abriguémosla. Démosle maíz en su boca celeste. Contémosle historias con héroes, lobos blancos y el más feliz de los finales.
Creamos que deben ser ciertas las historias y bajémonos con ella en la siguiente estación donde el tren se detiene un momento a respirar.
Pero no será verdad y en la estación arderá otra vez un perro y nos estará aguardando un taxi con la puerta abierta
escarnecida.
Siempre es al sur
Siempre ha sido al sur para ti.
Y porque siempre ha sido el sur
lo has amado:
tú le entregaste flores cada repetida primavera
……………..para que adornara las latas de su casa,
le escribiste tus mejores cartas y poemas
donde nada le decías
o apenas le decías que el amor en el sur
……………..es una cueva y un tiznado cisne
……………..y el rincón donde vigila una luna
……………..de palo
……………..y alambre.
Al sur puedes golpearlo también.
Perderlo, si quieres, en un taxi perdido a medianoche.
Encenderlo con las luces y pétalos
……………..de las últimas calles
……………..y apagarlo después.
Dormirlo.
Trizarlo de piedras y de voces.
Ocultarlo como a una joroba
o a una enfermedad.
Pero nunca olvides
que todos los trenes que corren
atropellando la noche con sus silbidos
o los ríos que merodean buscándote
vienen desde el sur.
Y son del sur las botas decepcionadas de tus leguas,
……………..tus palabras que tuercen a la hora justa
……………..las conversaciones, los olores más secretos,
……………..el anillo que llevas como una prueba de miedo
……………..o fidelidad, los hilos vivos con los que coses
……………..tu ropa.
Tu puerta abre al sur.
Tu cama duerme para el sur.
Los labios que vuelan fríos y partidos
te besan desde el sur.
Y más adelante
si en un jirón de carne o en un hotel al fin
……………..o en una lengua postrera
descubres que en el sur no existe
secreto alguno,
no te entristezcas:
sólo abre la ventana y escribe en la noche estrellada
……………..que el sur fue tu empeño
……………..y tu orgullo
……………..y tu amor
y que estar en el sur fue suficiente.