3+1 poemas de «Bejuco» (2021), de Juan Guillermo Sánchez Martínez

 

 

Por Juan Guillermo Sánchez Martínez*

Selección de poemas por Pedro Favaron

Arte de la carátula y contracarátula por Daniel Molina Sierra

 

 

3+1 poemas de Bejuco (2021),

de Juan Guillermo Sánchez Martínez

 

 

 

Todo eso teníamos adentro

 

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Sumapaz: páramo andino entre Cundinamarca y Meta, Colombia. Fuente hídrica de Bakatá.

Bakatá: nombre muyscubun de Bogotá, Colombia.

 

 

una noche fui con mi padre a tomar yajé

            desolado          aceptó la invitación

 

un amigo también había invitado a su padre

            desolado          aceptó la invitación

 

Taita Edilberto brindó cantó sopló

            el yajé pintó    purgó   sanó

 

            desde los cerros de Tenjo        Bakatá titila

 

«No se vaya», me decía mi padre

            mientras yo veía a mi amigo acompañar a su padre al baño

 

                        un golpe en la puerta

            el padre de mi amigo que sale y el mío que entra

 

el padre alivia 

            el hijo alivia

                        en familia        todo eso teníamos adentro

 

«No se vaya, hijo», me decía mi padre

            alivie no más, papá, que aquí estamos purgando en familia

 

los padres tambalean

            los hijos guían

                        la noche limpia la simiente

 

«No se vaya», repetía mi padre

            como si acaso no fuéramos lo mismo

 

                        la muerte

            mi hijo

                        la soledad adentro

 

                        mi padre niño extraña la ternura de su padre

            mi abuelo niño extraña la dulzura de su padre

 

                        en familia       

            la mirada severa de una fila de hombres desolados

                                    vestidos de paño y con las manos frías

 

                        y más allá en el fondo de ese lago de rostros 

                                    un fuego

            ¿lo ves, hijo?

 

pasan los años y ahora estoy con mi esposa y mi hijo tomando yajé

 

Chepe brinda   canta    sopla

            el yajé pinta     purga   sana

 

            «Yo no soy Taita», me dice Chepe

«El único Taita es el Taita mayor,

            el resto somos aficionados al remedio»

 

            desde los cerros de Usme        Bakatá titila

 

«No siento nada», me dice mi hijo junto al fuego

 

            a las puertas de Sumapaz       

                                                nos bajamos la segunda copa

 

            mi esposa está en la hamaca tiritando

 

los padres tambalean

            los hijos guían

                        la noche limpia la simiente

 

¿Quién eres?

            ¿A qué vienes?

                        me pregunta la guasca

 

en lo profundo del pozo

            un Taita de oro sopla su tabaco

 

su rostro es humo        y tigre

            todo lo que han visto sus manchas

sus ojos de volcán dormido

            advierten y consuelan

 

            pierdo de vista al hijo

no sé cuánto tiempo ha pasado

            lo encuentro en el jardín mirando atento el bosque

 

            no sé lo que ve           

intuyo que algo o alguien lo mira a su vez desde lo oscuro

 

me acerco y le digo que vayamos adentro

            pero justo cuando lo miro a los ojos

                        el asombro en su rostro me emborracha

 

camino apurado hacia los árboles

            y alivio de rodillas

mientras escucho atrás a mi hijo aliviar también

 

con las manos en la tierra

            aquí estamos, hijo

                        purgando una historia más larga que nosotros

 

el padre alivia 

            el hijo alivia

 

                                                amanece

 

 

 

Nieblaliento

 

 

~~~

Inti Raimy: fiesta andina del sol. Solsticio de junio.

Temazcal: casa oscura del calor, baño ceremonial con vapor de piedra.

Shungo Loma: corazón (shunku en kichwa), cerro donde reposa la virgen de Kitu, Ecuador.

Aguacolla: cactus andino echinopsis pachanoi, medicina ancestral conocida también como San Pedro.

 

 

los ríos azules

nacen en los volcanes nevados

 

                             Cayambe Antisana Cotopaxi

                             Tungurahua Rumiñahui Chimborazo

 

los nevados respiran azul

más allá de las nubes

 

azul es el silencio de la nieve

río es el canto de los Andes

 

cantos de nieve

            hacia el Pacífico

                        hacia el Atlántico

 

y de pronto en la cresta de una ceiba celeste

            una cotinga mira la niebla desprenderse

            de ese mar dulce que llamamos Amazonas

 

esa misma niebla

cada mañana

            nos visita en Kitu       

                                    en Bakatá       

                        en Pachacamac

 

nieblaliento para recordarnos humus

nieblaliento para recordarnos humus

 

bajo el cerro de la virgen de Kitu

            el canto de la nieve cruza hacia el Machángara

                        es el vientre del Shungo Loma

 

            allí

en la víspera del solsticio

cuatro veces nos sumergimos en el agua

 

            la tierra y la roca nos abrigan

 

es noche de medicinas peregrinas

noche de temazcal y de aguacolla

 

como la nieve             

            el aguacolla crece más allá de las nubes

 

en la aridez de la puna

            sus espinas se alinean con las estrellas

 

Isaac pesa los ojos de los tomadores

            mientras sirve el aguacolla hecha té

 

al fondo          

            un wantuk blanco cuida el temazcal  

            y la fogata donde arden las piedras    

 

es noche de temazcal y de aguacolla

 

una escalera de vapor de piedra entre los ojos

cuatro vueltas de temazcal en la cintura del mundo

 

vapor y canto para recordarnos humus

 

            hoy es Inti Raymi

hoy hemos dietado el sueño para recibir al sol

 

            hoy danzaremos en espiral

livianos           y          tranquilos

            con los pies de la chicha y el tambor

 

            hoy es Inti Raymi

hoy llegará hasta el sol nuestro aliento          

 

hoy se hará fuego entre el hidrógeno y el helio 

 

            río azul

 

                        luz

 

                                    amanecer

 

 

Colibrí

 

cada flor una visión

un segundo de miel y de perfumes

 

cada noche asomarnos a los sueños

como el colibrí al embudo de la vida

 

¿qué cantan los sueños que retumban

              en la débil vigilia de los días?

 

¿qué cuentan los zumbidos de sus alas

              en el bosque expectante y colorido?

 

cada visión un punto

la memoria como un trazo entre pistilos

 

cada soñador un mapa

el recuerdo como un camino de polen

 

¿qué vas a hacer con los rostros que te han dado

              los oráculos las señas las palabras?

 

¿vas a velarlas con andén con ruido

              como se velan las películas del cosmos que

                             no se leen en el cuarto oscuro?

 

los reflejos en el cuello y la cabeza

              son       v  e  r  d  e  a  z  u  l     aguamarina índigo

 

en el aire

              bocarriba

                                          detenido

 

                                con su pico altivo                   

 

                                                                            sueña el colibrí

 

 

 

El llamado del gallo

 

el gallo que aletea en la oquedad

y toma impulso para rajar la noche

 

la sospecha de la luz mientras el canto

convoca la savia en la embriaguez del bosque

 

los acordes de todas las cortezas

y un pino abrazado por ardillas

            donde abundan los frutos y los nidos

 

es esta palabra la que canto

            con esta única luz con que respiro

 

el maíz que se asoma entre los surcos

y verde respira                        verde crece

            verde se yergue a las estrellas

 

el fuego que sostiene la cocina

ilumina la palabra       cuece las papas

perfuma la montaña y sus colores

 

cuánto dinero cuánto tiempo

cuánto papel necesitamos

para mirar esto que pasa está pasando nunca ha dejado de pasar

 

es esta palabra la que canto

porque la enfermedad tiempla el camino

            cobra el olvido

se sumerge entre el río y se estanca

se hace inundación se hincha

represa adentro se ataca se consume

se hace fila tráfico prisa migraña en el andén

                           virus

 

un animal que mata y no se come a su presa

un animal que desperdicia y no guarda semillas

un animal que ha refundido las palabras

un animal que no sabe cómo detenerse

            y ya no sabe qué hacer con su mañana

 

es esta palabra la que canto

la que purga el sueño

la que limpia los ojos

la que cura el aire

la que conjura el virus

            con la calma helada

                        del agua transparente

 

palabra que amanece pintando

como hoy el gallo y su canto

            agarrado a la muerte y a la luz

 

 

 

 

 

*(Bakatá/Bogotá, Andes colombianos). Poeta, narrador y ensayista. Coeditor y traductor de la revista multilingüe en línea Siwar Mayu, río de colibríes. Obtuvo el Premio Nacional de Literatura en Colombia (2016). En la actualidad, se desempeña como profesor en la Universidad de Carolina del Norte Asheville (EE.UU.), donde trabaja en el Departamento de Lenguas y Literaturas y colabora con el programa de Estudios Indígenas. Ha publicado en poesía Río (2010), Salvia (2014) y Altamar (2017); en cuento Diarios de nada (2011); en novela Balada/Track (2012) y Elevador (2015); la antología Mensaje Indígena de Agua (2014); y el ensayo Memoria e Invención en la Poesía de Humberto Ak’abal (2011), Muyurina y el presente profundo. Poéticas andino-amazónicas (2019) y Cine, literatura y Arte contra el extractivismo en América Latina. Dialogo 22.1 (2019).

 

 

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