Por Alberto Carpio*
Crédito de la foto el autor
3+1 fragmentos de Creer en el trabajo (en prensa, 2022),
de Alberto Carpio
se atasca en el lavabo
la saliva
con la pasta de dientes
formando una constelación
que el agujero
no consigue tragar
llevo semanas mascullando
qué provoca esa visión
qué promete, resuena
dentro de mí
pero no se aparece
viene de fuera
un alimento a fuego bajo
una salsa que espesa al reducir
chupándose en la carne
una cocción
que deposita años
y tiembla de presente
una llama de vela
que derrite la cera quema la cuerda y de un soplo
se apaga
creo en las frutas que no me gustan
en las sandías
en los melocotones
fruta difícil de pelar
creo en los callos
de una textura
casi gelatinosa
todo a favor
para que diera asco
creo en ese arriesgado aprendizaje
ese trabajo que llevó al menudo
joder
un menudo y cerveza fría en una plaza al aire libre
como alegra follar al aire libre
alegra
comer al aire libre
algo se descomprime
algo que contraído todo el tiempo
ni sabíamos contraído
se relaja
al respirar
al sentir un segundo o dos
el sabor refrescante
de la cerveza helada con el sol en la chepa
mientras charlas con alguien que ama hablar
un impulso no para de crecer
pero no llega a consumarse
un hervor que calienta
la olla sin evaporar el caldo
y benéfica
será la fruta y la verdura
que los cueros humedecen
de qué si no iban a seguir blandos los ojos
blandas las yemas de los dedos
las palmas de las manos si la sal peligrosa
que seca el bacalao y lo conserva
que deseca la carne sin reloj
enseca hasta los húmedos tejidos
y la necesitamos comer y aunque no viene de vida
nuestra vida alimenta
y son las frutas y verduras de más sustento
son las sobras de más exuberancia
el hijo exceso
zanahorias
de yerbas, cocos de palmera, ahí
en su esplendor
no solo en crudo
más cerca de estar vivo más cerca de la fruta
más adentro el sabor pero en su digestión
comerse un animal tan semejante
pesa
comer un cerdo
desgasta y da más fuerza
matar
cosechan donde no sembraron
recogen donde no esparcieron
al que tiene se le dará
y al que no tiene
se le quitará hasta lo que no tiene
oír, oiréis, mas no entenderéis
mirar, miraréis, mas no veréis
saber, supimos, pero no quisimos
entender, no quisimos
matar
preferimos
vivir mal o morir
muchos son los llamados
pocos los escogidos
no seré pan
no seré dominio
no seré el padre
de mi hijo
en nosotros no empieza
la extinción
no seguirá la muerte
ni la vida
se agotará un abecedario
y los pájaros no traerán agüeros
aún no existe la especie
pero sigue
por otros medios
placer
negación
convicción
negaré
tus propiedades
negaré tus herencias
negaré mis herencias
negaré el nombre de tu nombre
las escrituras con las que las líneas
dibujan líneas en la tierra
negaré el pertenece
y el pertenezco
el soy de
y el soy por
pero no el soy
para
de la incesante convicción
de negar
nacerá mi placer
del placer
para el placer por el placer
de abandonar dominio
y no haya que esperar
que la muerte no tenga
dominio y no haya olvido ni memoria
del olvido
y al fin los dientes afilados
dejen de ser la punta de los huesos
ya basta de esperar, de resistir
de defenderse
llega la hora
y no
será
tuya
ni mía
ni de nadie
y arrasará con todo lentamente
como la sal
como acaban las conchas y las piedras
y no habrá olvido
y la muerte será
llamada muerte
y los recuerdos
crecerán
en racimo
*(Sevilla-España, 1983). Poeta. Obtuvo el Premio Internacional de Poesía Emilio Prados. Ha publicado en poesía Los comensales (2012), Los privilegios reales (2018) y Creer en el trabajo (en prensa, 2022).