Poemas por Walter Jimbo*
Nota y selección de poemas por Aleyda Quevedo Rojas
Crédito de la foto Aleyda Quevedo Rojas
3 poemas del diablo
que habita a Walter Jimbo
De modo intercalado, pero sostenido, he leído los relatos contenidos en Suelo Porno, y los poemas del libro El poema del diablo, ambos del escritor ecuatoriano Walter Jimbo.
En los dos textos, el amor y la muerte tensan el hilo de la escritura que asombra y como si se trata de abrir de par en par una ventana, con instantes de aire fresco que subvierten la noche, encuentro que la escritura de Jimbo pareciera encajar en los versos de Emily Dickinson: Cada instante de dicha/ se paga con dolor/ en proporción intensa y temblorosa/ con la felicidad.
Así de intensa y telúrica es su poesía, así de desesperada e irónica es su narrativa. Lo porno y lo filosófico, lo poético y lo doloroso habitan su arquitectura escritural. La voz poética desentraña la psique de personajes desolados, alocados, fragmentados, ebrios…
Personajes que habitan nuestra retorcida sociedad y que saltan desbocados al mundo de los sueños o que pasan de la ebriedad (como un estado de creación constante y verdadera) a la lucidez y de allí a las alucinaciones.
En los poemas de El poema del diablo no caben las mentiras, las poses de escritor maldito, o del poeta borracho, tampoco las falsedades del mundo. Aquí la escritura es un alarido y el poeta un demonio que toca el violín para engañar a la tristeza.
La poesía de Walter Jimbo se recompone desde la integridad estética y espiritual de la mejor poesía que se escribe actualmente en el Ecuador.
3 poemas de Walter Jimbo
Memoria y puñal
Mala mujer. Tremenda mala mujer
Tus ojos y tus carros chocados. Los caminos que
[reinciden en tus caderas.
Cómo tu palabra y tus tardes
Cómo tu desastre y tu óxido
Cómo tu puñal lo llevas a todas partes,
En tus zapatos que ya no saben cómo sostenerte
[vertical.
Bosque de fiebre
Tus grillos me llevan a ese suplicio del que no se
[sale
Cuando intenté hacerme una patria de cuchillos
[llegaste
Cuando, desnudo, empujaba al ángel roto a las
[llamas, apareciste
Mala noticia para la arrogancia de la vida:
empiezo a buscarte.
Raíz sin luna
Es domingo. El maíz y los sueños están caídos.
Del otro lado de mi voz ruge un león extraviado.
En este paraíso está ausente el abrazo del niño
[dormido.
Las hojas secas gritan todos los nombres antes de
[morir
No hay regreso a los escombros del tiempo
Miro dentro de la casa -ese paraíso inflado de
[sollozos y lámparas viejas
Debo de terminar de quemar los retratos de la
[infancia
Ya no dicen nada de la vida.
El poema del diablo (fragmento)
Este poema me lo dictó el diablo en un sueño,
en un idioma que solo él y yo conocemos;
este poema te lo canto desde mi boca cosida con
[despedidas,
este poema,
hecho con la sangre de quien agoniza de soledad en
[el amanecer
este no es ya un poema,
es un tajo en la mejilla de un niño, una flor
despellejada en el piso,
este es un poema que cantó al ángel asesinado,
y que lo escribo mientras estoy en delirio,
mientras coreo La risa del diablo
mientras pronuncio el nombre del demonio escribo
[este poema,
mientras lloro un poco al dibujar la casa de la
[infancia
mientras estoy sentado con las piernas colgadas del
[abismo
mientras no soy más que mi sombra y mi sangre,
mientras no soy más que un nombre abandonado
[en el parque oscuro,
mientras soy el niño desconocido por la madre;
yo soy el poema,
que prefiere encerrarse en un aguacero,
que tiene vergüenza de mostrarse,
soy el poema escrito en el banco de piedra de la
[tarde,
soy el sol que baja a besar a los niños que saltan en
[el columpio,
soy el columpio,
tu cicatriz,
el llanto de tu infancia
soy el poema que te busca por todos los puertos
con la balsa llena de niebla
soy este poema que ha visto cómo canta el pájaro
[antes de morir,
soy este poema traicionado por la lluvia y el alcohol
este poema que te emborrachará y luego te quitará
[la ropa
este poema en donde paseas con tus zapatos
[manchados de luna
este poema me lo dictó el diablo en el infierno de su
[tristeza,
me lo dictó en un sueño,
mientras tocaba en su violín más infernal,
mientras me aconsejaba celebrar la melodía de
[Tartini
el demonio se emborracha conmigo
y cuando me duermo se toma mi cuerpo
y deambula por las calles,
y dice a todos la vida es una fiesta,
vengan conmigo a festejar el fin de la batalla,
vengan todos a llorar conmigo
porque la mujer que amo no existe
sino en mi pesar y en mis sueños
el diablo me dictó este poema
después de embriagarse en pleno mediodía
me lo dictó el diablo
y me lo arrojó envuelto en la melodía de Tartini
me lo dictó
mientras llovía y yo esperaba la muerte en la
[ventana
este es un poema que me lo dictó el diablo
en una catedral sin más tarden que la de tus ojos,
este poema es un poema que lo empezó mi padre en una
[taberna,
vecina de la noche
este es un poema que lo escribí en la casa más
[alejada del mundo,
que me lo dictó el diablo
en el rincón donde se escondía mi inocencia
por no mirar un sol y un cielo extraños,
es un poema que se arrodilla frente al pelotón,
para pedir que disparen pronto,
que me persigue
desde que mis manos se dieron cuenta de tu noche
[más bella,
este poema,
hace falta decirlo,
querida Stephany,
me lo dictó tu mediodía,
tu boca repleta de cerveza,
en el salón de unca calle empedrada
este es un poema que se arrima a un velero a punto
[de zozobrar
yo soy el poema que se arrima a un barco que
[naufraga cada noche
yo no puedo ser nunca un poema
porque todos los poemas son del diablo y yo soy el
[diablo,
(…)
*(Macará-Ecuador, 1973). Poeta y narrador. Integró el colectivo artístico literario Machete Rabioso. En la actualidad, se desempeña como docente universitario. Obtuvo el Premio de Poesía Universidad Central del Ecuador, el Premio Pichincha de Poesía (Ecuador) y el premio Proyectos Literarios Nacionales (2008) del Ministerio de Cultura de Ecuador. Ha publicado en poesía Y el verbo se hizo infierno (2003), La voz del impostor (2006), En la tormenta la música (2012), Silencios de la isla y El poema del Diablo (2017); y en narrativa los de relatos El enemigo en casa (2009) y Suelo Porno (2019).