3 poemas de «Anarquismos & Daniel Faria» (2019), Pablo Fidalgo

 

Por Pablo Fidalgo*

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(der.) www.lavozdegalicia.es

 

 

3 poemas de Anarquismos & Daniel Faria (2019),

de Pablo Fidalgo

 

 

ANARQUISMOS (Por el medio de la habitación corre un río más claro)

-Fragmento-

 

(…)

El mundo se divide en aquellos que recuerdan sus sueños, y aquellos que no.

Hace muchos años que recibo visitas en mis sueños.

Pero solamente ahora os mostráis desnudos.

Os mostráis y os quedáis parados.

Por primera vez sabéis que tengo razón.

Y lo que este sueño quiere mostrarme son las horas muertas.

Los vacíos.

Los silencios.

Todo nos duele o nos divierte demasiado.

¿Será precisamente esto la anarquía?

Si estamos radicalmente confundidos sobre nosotros mismos,

¿esa confusión nos matará?

¿Quién nos metió estas ideas en la cabeza?

Cada idea que entró, entró por algo.

Cada idea que entró, entró por alguien.

Porque algo dentro de nosotros sentía

que en las ideas que conocíamos algo fallaba.

 

Mira los restos de un ejército sin capitán.

El Infierno está muy presente y del Paraíso nadie quiere hablar.

Entre la autoridad y la libertad se elige finalmente la autoridad.

La historia nos ha hecho un daño irreparable.

La infancia también.

Cada ser que conocimos también.

Nos gustaba competir y para no perder estuvimos dispuestos a muchas cosas.

La civilización es imposible sin espíritu de juego.

La civilización es imposible si no contamos todo lo que sabemos.

 

Permanecer en pie nos parecía demasiado esfuerzo.

Todo era ya irreparable e irreversible.

Ocurrían muchas cosas y no sabíamos dónde fijar la mirada.

Exactamente igual que ahora.

Queríamos saber solamente si todo estaba ya decidido.

Y lo estaba.

 

Las generaciones se parten en dos.

Los seres que comparten tiempo y país dejan de hablarse.

Sucedió en la generación de nuestros abuelos,

sucedió en la generación de nuestros padres.

Sueño un lugar donde aquellos que deciden tomar el poder

siguen atentos a los que se destruyen en el margen.

Sueño un lugar en el que hay suficiente lucidez como para decir:

no podemos dar a nadie por perdido todavía.

Sueño una generación que no da a nadie por perdido

y que no deja que el sueño se vuelva a partir en dos.

 

Las generaciones se rompen sin que nadie alce la voz.

Las generaciones se rompen y detrás de ellas se rompen las vidas.

Se están rompiendo vidas.

Yo quiero una historia plena.

Yo tengo dentro una historia plena.

No me voy a conformar con menos.

 

 

El río más claro

 

Los que venían a ver cómo iban las cosas, al final nos vencieron.

Los que venían disfrazados a infiltrarse entre nosotros, nos vencieron.

De tanto visitarnos, nos vencieron.

Es la historia de siempre, el que intenta otra vida es perseguido y arrinconado.

Fuimos perseguidos y arrinconados en muchas guerras:

en el puerto de Alicante,

en la carretera de Málaga a Almería,

en la plaza de toros de Badajoz,

en la Ciudad Universitaria,

en Casas Viejas.

Nos han arrinconado cuestionando cada relato,

cada uno de los movimientos que hicimos.

Nos han arrinconado en cada pueblo,

en cada línea de tren,

en cada carretera.

Nos han cortado cada gesto único e inexplicable que nos definía.

Nos han arrinconado hasta dejar claro

que cada cosa que pasó por nuestra cabeza era una locura.

 

La fuerza se nos fue por la boca.

Ya no me acuerdo de lo que queríamos ser.

Ya no me acuerdo de los planes que teníamos.

Siempre entre lo que somos y lo que queremos ser.

Entre lo que queremos sufrir y lo que nuestros cuerpos aguantan.

Espero que aprendan a leernos entre líneas

como nosotros aprendimos a leerlos a ellos.

 

Sigo teniendo este deseo de seguir hablándoos, susurrando,

este deseo de llevar los cuerpos al límite,

este deseo de destruir las ciudades y lo que se me ponga por delante.

Y ese deseo es lo único que no pueden quitarnos.

Mientras lo siga teniendo alguien puede sumarse a mí.

No hemos conseguido comprender a nuestra generación.

Hemos querido imponerle algo y no se ha dejado,

un punto para ella.

 

Cada uno hace su camino hacia la resistencia.

Cada uno decide como saca su bandera blanca para desertar.

Cada uno pide que se le desee suerte.

Cada uno carga el animal salvaje vivo o muerto.

Cada uno corre a bañarse en el río porque cree que nadie le está viendo.

Cada uno se confunde por sí mismo y asalta el cielo.

 

Nuestro mundo se pudría cuando estábamos juntos y se sigue pudriendo.

Se pudren los cuerpos incluso cuando bailan.

Se pudren los cuerpos parados.

Se pudren los cuerpos que quieren descansar.

Y se pudren los que siguen en la acción.

Todo lo que se daba por hecho está desapareciendo.

Me preparo para la muerte de mi familia.

De mis amigos.

De mis amores.

De mis sueños.

¿Estamos preparados para que cualquier cosa desaparezca y callar?

 

Fíjate sólo en el cuerpo de uno.

Fíjate en como el sueño y la mirada de los otros lo envuelven en una luz única.

Fíjate en lo que los antiguos llamaban la gracia.

Fíjate en sus imperfecciones y en sus heridas.

Describe para ti sólo a uno.

Desea íntimamente sólo a uno.

Pregúntale sólo a uno.

Y muere sólo por uno.

La historia nos está avisando y no nos estamos dando cuenta.

El sueño nos está avisando y no queremos despertar.

Es un sueño colectivo y de él solo despiertan los enfermos y los locos.

Acciones, no palabras.

Acciones sin registro.

Intimidad verdadera.

Vuelve al bicho.

Vuelve a la basura.

Vuelve adonde te dijeron que no podías volver.

 

(…)

 

El poeta y dramaturgo Pablo Fidalgo

 

DANIEL FARIA

-Fragmento-

 

I

 

¿Escuchas?

Nos preguntan cómo nos conocimos

Esos que no saben lo que es conocer a alguien en la calle, en el campo, en el viaje

Esos nos preguntan

Desean escuchar una buena historia, una bella historia

Que después puedan contar como si fuera suya

¿Pero debemos dársela? ¿No es ese un sacrificio muy grande?

Nos preguntan quién fue el primero en acercarse, quién eligió a quien,

Nos preguntan quién fue el primero en hablar, en mostrarse frágil,

En decir, ¿quieres ser mi amigo?

 

Si pienso en el día entero que tengo por delante lleno de sol,

Después de abrir la ventana

Las declaraciones de amor que he hecho, grandes y pequeñas,

Siempre hay dos vidas posibles, ¿cuál es la misión?

 

Estamos toda la vida juntos sin que nada nos una en serio

¿Si vieras mi lugar qué ocurriría, te daría fuerza, o tú a mí?

¿Cómo mueren los que han amado mucho?

¿Cómo morimos los que hemos estado tan serios?

¿Sientes que no nos conocemos?

Yo puedo contarte la historia de nuestra fe

Una vida entera para definir el lugar, el muro, el árbol

Una vida entera para proteger el cuerpo como un secreto

 

Desnúdate, no hay otro camino

Los hombres ven el pájaro

Lo ven inalcanzable, desean también volar

Yo los tengo comiendo en mi mano

Disculpa que haya pasado tanto tiempo desde mi última carta

Lo estaba pensando todo otra vez

No me dejaban escribirte y espero que esta carta llegue bien

Espero que no sea muy tarde

¿Cómo hace un nido un pájaro que no puede mantenerse en pie?

¿Cómo lo hace?

¿Cómo se arrastra, con quién habla, qué favores pide?

¿Cómo pide ese amor universal, ese amor material

Cómo dice necesito una casa para morir?

 

Yo cuido de mi cuerpo enfermo y roto

Otro lo hubiera tirado a la basura

O lo hubiera puesto en manos de alguien para no tener que concentrarse

Que conocerse

Pero yo aquí estoy

Aquí estoy en mi cuarto, con todas las decisiones tomadas

Yo me acerco al muro y le digo

Vamos a inventarnos la época que queremos

Vamos a jugar solos

Dicen que elegí libremente, dicen de todo

Yo me voy contra el muro en tu presencia

Yo me vuelvo loco por ese muro que no hace nada por conocerme

Describo una coreografía, escribo con el cuerpo

¿Puedes entender cómo me muevo cuando no tengo palabras?

 

(…)

 

 

 

 

 

*(Vigo-España, 1984). Poeta, performer y dramaturgo. Vive y trabaja en Lisboa. Ha obtenido el Premio de poesía Injuve, 2012. Como dramaturgo ha escrito los textos para la escena Só há uma vida e nela quero ter tempo para construir-me e destruir-me (2015) y Allez mourir plus loin (2016). Sus últimos trabajos son producidos entre Portugal (Teatro María Matos y Rivoli), Francia (Theatre de la Ville) y España (CDG y Festival BAD). Ha comisariado ciclos de artes escénicas para el desaparecido MARCO (Vigo) y Alhóndiga Bilbao. Ha estrenado las performances O estado salvaxe. Espanha 1939 (2013), Habrás de ir a la guerra que empieza hoy (2015) y Daniel Faria (2017). En la actualidad, dirige el Festival Escenas do cambio en Cidade da Cultura en Santiago de Compostela (España). Ha publicado en poesía La educación física (2010), Mis padres: Romeo y Julieta (2013), La retirada (2014), Tres poemas dramáticos (2015) y Esto temía, esto deseaba (2017).

 

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