Por Luz Ascárate*
Crédito de la foto (izq.) archivo de la autora /
(der.) Ed. Alastor
5 poemas de Lo irreal intacto
en lo real devastado (2020),
de Luz Ascárate
La peste de Asdod
Nuevamente,
delante del mismo cuadro,
óleo sobre tela,
donde se traslucen
todas las pestes de la humanidad
las históricas y las imaginarias,
las lejanas y las cercanas.
La mirada fija,
el espíritu convaleciente.
Nada te perturba.
Perteneces al grupo de personas
para las que
la pobreza es una imagen metafórica
que embellece al mundo de manera trágica,
y yo,
que pertenezco al mundo de personas
a las que la pobreza les desgarró el vientre
te muestro
este otro cuadro
pintado
continuamente
con
sangre.

Peregrinas
A Juana Alva, la loca, por su lucha
contra la devastación de lo real
Una mujer huye de la guerra caminando,
hacia el sur.
¿Cómo hablar de ontología en LASA 2020?
Una mujer huye de la pobreza caminando,
hacia el norte.
¿Cómo descargar Animal Crossing o seguir el método
#KonMari?
Una mujer huye de la enfermedad caminando,
hacia el centro.
¿Cómo escuchar Rameau, Gluck o Lully?
Una mujer huye de la vejez caminando,
hacia su estrella.
¿Cómo enseñar Descartes o Marsena?
Una mujer huye
de la peste
de la hambruna
de la soledad
de la muerte
caminando,
lentamente a-rítmicamente.
¿Cómo tocar Paganini en el violín?
Aunque a veces
únicamente
precisamente
la esperanza.
Dos opciones
O a(isl)/(m)ar a los vivos
o contar a los muertos.
Movimiento
“En el estallido del universo que
experimentamos, ¡prodigio! Los pedazos
que caen están vivos”.
René Char
Postrarse ante el milagro
significa tener la capacidad
de permanecer ahí donde
el espíritu no es: el lugar fijo.
“si el cuerpo no fuera un territorio sino una estepa,
si no fuera un dominio acabado sino una realidad lábil,
un cuerpo indefinido, cuyas funciones
quedarían por definir, un cuerpo para jugar,
un cuerpo para experimentar, para inventar…” (Deleuze)
Realizar el milagro
significa anular cada uno de los órganos
en un movimiento
explosivo y constante.
“El Cuerpo sin órganos, no se llega a él,
no se puede llegar a él, nunca se termina
de acceder a él, es un límite. Se dice:
qué es el Cuerpo sin órganos – pero ya
estamos encima de él, arrastrándonos
como sabandijas, andando a tientas
como un ciego o corriendo como un loco,
un viajero del desierto y un nómada de la estepa” (Deleuze).
El enemigo y el peligro
no son más que formas
del ver
la vida.
Mi cuerpo está escindido,
amoratado, viroso,
deforme, protuberante,
enjuto, rugoso,
débil,
postrado,
pero mi cuerpo
“va hasta las estrellas” (Bergson).
El asteroide amor
A la memoria de Flora Alva y de Inés López
“Entre una flor recogida y
la otra regalada
la inexpresable nada”.
Giuseppe Ungaretti, Eterno
Todo transcurre aquí como si
se pudiera expresar
sin hacer mucho,
como nunca antes,
el terror que provoca
el silencio.
Aquel que persiste
entre signo y signo,
entre gesto y gesto,
entre acto y acto,
entre relato y relato
entre vida y vida.
Pausa. Suspensión.
Presente irreflexivo.
Mamita, mamacha, mamita Flora,
mamamama Inés,
tú que tuviste siempre nada,
porque conocías todo
por esencias,
un número me persigue,
el 1221, como estas canciones que se repiten
en nuestra sien,
como tus huaynos
y tus tangos, ¿o como tu demencia?
Este número es el de un asteroide,
a quien Joseph Delporte nombró
AMOR, porque protegía a la tierra,
rodeándola.
¿Y si nada se puede expresar?
¿Y si somos nosotros mismos
la expresión de signos
inmortales?
No sé si heredé tu gentileza,
o tu espíritu de justiciera,
o tu demencia,
o solo tu desesperación.
Pero hasta el terror se expresa
confortablemente desde un asteroide,
¿no lo crees?
Mientras tanto, ellos continúan buscando culpables,
e incluso haciendo panes,
panes de masa madre, sin levadura,
con harina completa,
con granos especiales;
otros están publicando poemas,
produciendo ensayos,
agendando conferencias;
tus pobres continúan
volviéndose más pobres;
todos están lavándose las manos.
Yo me subo a mi asteroide intacto
que expresa tu más pura nada
en medio de la realidad devastada.
Se desplaza del Baquíjano al Père Lachaise,
rodeado de flores,
mi asteroide de luz,
“quien como la tierra
acoge, y no a nada más que
a su rastro de ceniza” (Jacottet).
*(Callao-Perú, 1989). Poeta. Doctora en Filosofía y Ciencias Sociales por la EHESS. En la actualidad, cursa un doctorado en Metafísica en la Universidad París 1 Pantheón-Sorbonne (Francia). Ha publicado De la musique (2021); y en poesía La redención del Pishtaco o la máquina del movimiento perpetuo (2021) y de Lo irreal intacto en lo real devastado (2020).