Por Adriana Bermejo Lozano*
Crédito de la foto Facebook
“Julia Ferrer, poeta de agua y de fuego”.
Nota a los poemas seleccionados
Los poemas que a continuación presentamos forman parte de los dos poemarios editados de Julia Ferrer: Imágenes porque sí (1958) y La olvidada lección de cosas olvidadas (1966). Julia Ferrer nació en Lima en 1925, aunque los poemas que aquí adjuntamos dan buena cuenta de su personalidad viajera, pues están escritos en diferentes ciudades latinoamericanas y europeas: São Paulo, Madrid, París o México. Su obra resulta en la actualidad de difícil acceso y, si hemos podido consultarla, ha sido gracias al fondo del Instituto Raúl Porras Barrenechea de Lima. Por eso, en una de las tantas y necesarias revisiones del panorama poético, su nombre (su voz, sus poemas) merece ser traído de vuelta a nuestro tiempo; esfuerzo que también vienen haciendo editores y críticos, como prueba la antología poética Gesto (2004) o los incipientes estudios sobre su obra. La originalidad de la mirada poética que subyace a sus poemas permite destacar, como ya han hecho estudiosas como Rosina Valcárcel, la relevancia de su figura en un contexto poético como el del medio siglo peruano, en el cual la nómina de poetas masculinos (excelentes, por otra parte) resulta apabullantemente superior a la de mujeres, donde se destaca (cómo no hacerlo) el destello que fue la obra de Blanca Varela. El nombre de Julia Ferrer, en este sentido, se suma al de otras poetas como Magda Portal, Blanca Luz Brum o Lola Thorne, cuyas obras nos permiten entender el terreno poético de la primera mitad del siglo XX de una manera más totalizadora.
La poesía de Ferrer, como verán, dialoga con el entorno natural ―el agua, los animales, la vegetación, la luz, la sombra― fundiendo su canto fulgurante con la fisicidad del paisaje. Encontramos en ella una actitud poética audaz y osada, que poetiza la muerte, la pasión sexual, el dolor y la relación con lo divino sin pudores ni reservas. Su yo lírico indaga en la sensorialidad y el impacto de las palabras, que le sirve para adentrarse en un mundo misterioso y fascinante, y lo hace dejándose enardecer y tornándose su voz, en no pocas ocasiones, pasional y descarnada. Poeta de agua y de fuego, Julia Ferrer se mueve entre lo húmedo de la naturaleza, de su propio cuerpo, de su escritura que fluye en el espacio del folio, sin jamás dejar que el ardor de su voz se extinga.
11+1 poemas de Julia Ferrer
(a un pez)
su cuerpo silen
cioso resuelve jugar palmo a palmo
con la muerte
nunca sus ojos se deciden a acompañarme
es un discreto cuarto a oscuras
en el que se mancha uno
de no se sabe qué
(hamaca permanente de pelos irisados)
qué harás tú de tu cuerpo
sin sonido y sin sangre
al cual amo porque sí
irremediable y loco
¿sabrás que lo posees?
que es tuyo y sin embargo
mío lo siento
y mío lo padezco
Las manos que no tienes
me lastiman a veces
acariciando en vano
mi vientre mis espaldas
mis piernas separadas
¿puede el sol caer sobre los mares y apagarse
o incendiarlo todo
y revolcarse en las cenizas
muriéndose de sed
de luz?
II
lo inesperado es
lo que te permite seguir girando
son terribles esas larvas de la seguridad
que lo apolillan todo
las inexactas mordidas de la
casualidad
te permiten respirar el aire puro
siempre longitudinal
a la paralela
de la transversal
por el ojo izquierdo
por el ojo izquierdo
por el ojo izquierdo
el ojo tránsfuga
traspasa las fronteras y llega a lo
inesperado
que es lo que te permite
seguir girando

el hombre incalculable
ciertamente mordiéndose los puños
ciertamente
echándose de bruces
porque amando
muriendo
llorando
lo hieren a uno por la espalda
juego de todos los días
tratar de ver el sol
sólo el perfil de aquella luz me alcanza
porque exponer el vientre
y que hundan su hocico los lagartos
y esté descargando una incansable rata
mutuamente castrándonos los días
besándonos los ojos
mugiéndonos la espuma roja de la sangre
danzar con ese ayer
que ya no existe
tambalear con todo tino al borde de este espejo
detenerse recién al fondo del barranco
y ponerse a pensar
qué blancas son las garzas
qué vientre tan terso el de mi madre
juego de todos los días
que ya no exigen nada
qué fácil
detenerse al fondo del barranco
el hombre incalculable no es aquél que se detiene al fondo
es aquél que recomienza al fondo
y se trepa por la hoja de ese cactus
y bebe su miel
y bebe su batalla
la derrota no existe si no muere
(ah! sí
morir es claudicar un poco)
es un huevo de luz
la batalla del hombre para el niño
el hombre incalculable siempre te da la mano
cálido zarpazo que te hiere
porque herir es luchar
y es lucha todo
siempre he vivido asomada a mi balcón de agua
creyendo en los anfibios y hasta he visto sirenas
mudas
eso sí
pero no basta ver para creer
para creer hace falta dudar
y yo no dudo
me gustaba tanto vivir asomada a mi balcón de agua
revoloteando con las luciérnagas
dejándome devorar por algún animal
mojándome sólo si llovía
llorando sólo si llovía
muriendo sólo si llovía
sólo si llovía
no te mires en el agua que vas a quebrarte
pero mi sombra no morirá jamás respondía
mi sombra siempre escuchará tu flauta
tu garza
tu magnolia
tu flauta
mi sombra siempre danzará con tu luz
sin embargo yo la vi ahorcarse
envenenarse
degollarse
ahogarse
quemarse
pero mi sombra no morirá jamás
danzará siempre con tu luz
aún colgada de los pies
danzará siempre con tu luz
siempre he vivido asomada a mi balcón de agua
creyendo en un visitante que nunca llegó
y hasta he visto sirenas
mudas
eso sí
no quiero ser feliz
nadie se atreve a ser feliz
él estaba solo aquella noche
tenía todo lo que tenía
tenía todo lo que le faltaba
él estaba solo aquella noche
nadie quiere ser feliz
la vida desdentada
sin resorte ni nada
va cayendo de bruces
va marcando el camino
va trayéndose abajo
las hojas
las aves
en su lecho dorado
las larvas procrean larvas
y esperan convertirse en mariposas
nadie quiere ser feliz
nadie se atreve
(¿no lo merece acaso?)
amar como respirar
soñar
danzar
es derecho humano
nadie se atreve a amar
(¿o es que no sabe?)
tú sientes que las narices se te llenan de pus
y que la tierra es por todos lados fofa
y que el licor ya no te arregla nada
y que el amor
y que
por supuesto era una niña con tanta curiosidad
que salía derrotada
a cada instante derrotada
esa esfinge me está esperando
que espere
mi dimensión exacta
cuando (cuando) con mis propias manos
enmohecidas escarbe tu seno infatigable
tu seno silencioso e incesante
cuando me trague tus abejas
buscando la miel
esa miel que sé que existe
aquí en mi sangre
y no la encuentro
y no la encuentro
yo quisiera que mis cartas nunca tuvieran respuesta
así podría echarle la culpa al cartero
porque es preciso echar la culpa
sino te encuentras tú mismo culpable
son tan imbéciles
somos tan imbéciles
caer en las manos
caer en las fauces
cuando comienzan a digerirte y a cagarte
ya eres mierda ¿no?
pero la respuesta no llega
y ya yo tengo prisa
y me voy
porque me estoy perdiendo de vista
todos los bostezos comienzan en mi garganta
y me veo obligada a preguntar tu nombre
es casi increíble
ser un solo hombre
jugar a rojo y negro
mirar el mismo rostro
y convencerme a medias
que soy la misma voz
que cantaba en los primeros ojos
que tuvieron las gaviotas
al pie de cada río se aprende la verdad
(y no la crees)
cada vez que parpadeo te traiciono
cada vez que me río
tu corazón me mira
ah! pero no vale la pena
de quererme tanto
simplemente me río porque
una flor es bella o aquel animal me emplaza
necesito de todo lo que no conozco
si me he encerrado contigo en el mundo
por algo será
te conozco pero
te amo te amo
que las arañas se coman a las moscas
(yo soy mi araña y mi mosca)
y los niños las uñas
y yo aquí sentada escribiendo
devolviendo este lápiz que me prestaron
hay un color en el cual ya no puedes detenerte
cómo se llamará dios
debe tener el pelo crespo
debe parecerse a
ti
nunca firmará una carta
quiere permanecer en el incógnito más perfecto
tal vez usará lentes oscuros
o sea
mi dentista o la propia caries
por qué esa manía de hacerse el raro
de actuar por medio de terceros
en el más riguroso incógnito
burla a sus acreedores
él
que no perdona una deuda
todo esto lo divierte
(algunas veces lo hará bostezar)
se limpiará las uñas
disimulará un eructo
dejará plantada a la novia
perderá en el cachito
o trampeará si lo dejan
llegará justo a la hora del almuerzo
tomará sus vitaminas
dirá
por qué he nacido
cómo sería mi madre
tengo ganas de llorar
nunca me casaré
soy un sentimental
tal vez algún día me suicide
(se enternecerá de nuevo ante la idea)
cómo se llamará dios
cuál de mis amantes habrá sido
(de Imágenes porque sí [1958]. Lima, septiembre, 1958)
X
Soy un nido constante
(no soy el pájaro
ni la pájara
ni los pichones)
soy un nido inagotable
me quitan algo
un juguete
un amor
yo cojo otro
igual
igual que al niño incorregible
me lo vuelvan a quitar
y hasta me pegan
me gritan
pero yo no entiendo
y si me quitan un juguete
yo cojo otro
no importa
que apunte primavera
o invierno
soy carne vertiginosa
de nuevos gestos me pueblo
miro vertical
miro al techo
entonces
¿qué es esto?
entonces
¿es que tengo que amar
cada vez más
más
más fuerte?
amor tiene mil rostros pero es uno solo
ser fiel
es aguardar
¿por qué?
ser fiel
¿no será más bien
amar incesante
nuevamente
amar cada vez
más
más
más?
son mis glándulas sabias
pero es aún más sabia mi alma
(y su olfato divino)
soy yo la que debe amar
¿o dejar a mis vísceras y a mi alma
que amen por mí?
sería tan fácil huir
no mirar otros ojos
ser tuya simplemente
pero te repito
si me quitan un amor
yo
cojo otro
XXI
¿Cómo?
¿Cómo caíste?
¿De bruces de espaldas?
¿Qué atravesó tu garganta
lanza
puñal o destilada
rarísima ponzoña?
¿Qué uñas o garras
destrozaron tu pecho?
Di
balbuceante antepasado
atónito
hasta hoy
¿En qué fragancias dormías por las noches?
¿Quién acunó tu olvido?
¿Qué halcón reposaba en tu mano?
tus ojos ¿eran crueles?
¿Temblaste más de una vez?
¿Era justa tu sangre?
¿Sentiste acaso el fuego
de un latigazo en tus espaldas?
(de La olvidada lección de cosas olvidadas [1966]. Lima, enero, 1959)
*(Alicante-España, 1999). Investigadora literaria. Filóloga hispánica y magíster en Estudios Literarios por la Universidad de Alicante (España). En la actualidad, es investigadora de doctorado por la Universidad de Alicante (España) y desarrolla un proyecto de tesis sobre poesía peruana financiado por el Ministerio de Universidades de España. Sus ensayos de crítica literaria han aparecido en revistas académicas como la Revista de Crítica Literaria Latinoamericana, Mitologías hoy o Archivo Vallejo. Asimismo coordina, junto con Ferran Riesgo, el ciclo «Jóvenes poetas jóvenes» (2024-2025) del Centro de Estudios Literarios Iberoamericanos Mario Benedetti.