Por Fanny Campos Espinoza*
Crédito de la foto (izq.) Ed. Calumnia /
(der.) archivo de la autora
5 poemas de Mater-nación (2022),
de Fanny Campos Espinoza
Trenzas
Hasta una perra es mejor madre
(sobre el caso chileno de Zulema Reyes)
A Gabriela Rivera Lucero, fotografa feminista chilena[1].
Bordaré el nombre genérico de todas las mujeres que hemos parido
Bordaré ese nombre de culpas con mi propia carga pecaminosa
incrustada en la célula en la genética de cada cabello
Bordaré con mi propio pelo mi maternidad paciente
Me arrancaré la cabellera para desvivirme por mis engendros
Escribiré “Madre” cien veces, una y otra vez
con mis propios cabellos arrancados de raíz
y bordaré hembra cien veces más esa hebra
“debo ser una buena madre” bordaré
“debo ser una buena madre” bordaré
“debo ser una buena madre” bordaré
“debo ser buena” en cada puntada
la aguja aguijonea el pregón
entra y sale el mental filo
metálico en cada puntada
que atraviesa duro mantra la membrana
orgánica de nuestro órgano punzado
Antes
trenzaré la genética
de las abuelas y de las hijas
de las que algún día fueron madres
sin querer
sin saber
sin siquiera ser
y de las que lo son de igual modo
y de las que lo son de modo distinto
y de las que lo será libremente
en este eterno tejido de ADN
yo soy la trenza de mi madre
y soy la trenza de mi hija
y soy
una gran trenza de mujeres
y cada rizo que me arranco
para continuar bordando
los mandatos
que nos obligan a seguir
bordando
con la cabeza gacha
bordando
bajando el moño
bordando
es
el mechón arrancado que sangra en la testa-teta de todas
mientras
veo cómo nos arrojan guijarros en la prensa
el periodismo pechoño en los medios juzga
a cualquiera de nosotras juzga
a las más desvalidas de nosotras más juzgan
y así
se construye y acrecienta y perpetúa
la prisión bordada de las madres
“Hasta una perra es mejor” que nosotras, nos dicen
y es cierto, porque toda hembra de cualquier otra especie
no sabe lo difícil que es cargar con el peso de las palabras
“mujer” “madre”
cuando aún no terminamos de tejer las nuestras
por nosotras mismas
en las cosidas bocas
que los nuevos eslabones
hace ya unas buenas décadas
comenzamos a descoser
en el nuevo trenzar colectivo.
Tercera arenga
Nos separan en grupos como a vacas (…) Somos vacas, Gabriela, pero vacas que ni siquiera podemos disfrutar del apareamiento con quien nos plazca. Somos vacas con vientres reservados
Alfonsina Storni a Gabriela Mistral
Saldremos a tomarnos las calles, Gabriela
para que nadie aborte por miedo
a no tener una argolla en la frente anular
que anule a los que exclaman “madre soltera”
escupiendo asco y pena a “la mamá luchona”
Nos tomaremos las calles por asalto, Storni
hasta que cada mujer decida libremente
y nadie se vea obligada a salvaguardar
algún resabio obsoleto de la edad medieval
Saldremos a tomarnos las calles, Alfonsina
para que nadie aborte por deseo ajeno
de quien no quiera desgranar alguna herencia
de niñito hipócrita que metió la pata con la negra
con esa “chana” de fin de semana el muy zorrón
Nos tomaremos las calles por asalto, Mistral
las universidades, los liceos, las escuelas, Storni
hasta que dejen de pensarnos como animales
la perra, la zorra, la gata, la yegua
morena diversión pasajera
versus la rubia vaca sagrada de crianza eterna
y vientre reservado a un único patrón
Nos tomaremos todo las salas cunas
los prostíbulos, los templos, las discotecas
la pornografía, las Iglesias, las pensiones
vestidas de todos los colores
cual wiphala[2] o bandera LGBTIQ+
Mujeres contra el neocapitalismo
defendamos los hijos acaecidos como rosas rojas o amapolas
defendamos el pan y la leche para sus vidas sin defensa
Winétt de Rokha
Nos suceden como rosas o amapolas
cuando les prestamos nuestra geografía
de tierra fértil
Somos pan en manos libres
Somos leche a senos llenos
y debemos defendernos
Cuidar el pan y la leche de “les nuestres»
implica la defensa
de nuestras manos y tetas
Nos censuran los pezones y palabras
si no es pornografía en las redes
o real prostitución simbólica
Embarazadas los cínicos empleadores
nos tratan como lepra del engrane
que no paga nuestra fuerza
nuestra entraña y manos rotas
nuestros huesos hechos trizas
Proteger a los hijos e hijas implica
la defensa de nuestras bocas
para que dejen de tener hambre y rompan
el mandato de callar o morir “acuchillada”
Defender nuestro precario jardín
de acaecidas rosas y amapolas
implica la necesaria y furibunda
lucha diaria por la tierra
literal y metafórica la lucha
por liberar los vientres
y dejar de permitir
a las industrias
mancillar nuestra Pacha
Mama de napas
por su culpa/ radiactivas
hortalizas mutantes de semillas hueras
explotación barata de materia prima
bajo jornada precaria de cáncer
por ozono hardcore en el himen
roto del planeta
exportación de lo que falta
en la mesa
penetración en las cuencas oculares
del pacífico hediondo a violenta salmonera
y ese larguísimo etcétera etcétera
que nos revienta y nos quema
como pino insigne incendio en el ojo
por el que talaron tanto roble boldo sagrado canelo
como fuego eucalipto en nuestras poblaciones
Madres contra el fascismo
Winétt nos llama desde hace tiempo
Madres fieras o en huelga
unidas por mar negra anegar
nos temen sus fálicas fétidas fatídicas
antiecológicas cacofonías.
El aborto de Sexton
Somebody who should have been born/is gone. (…)
and me wondering when the ground would break/
and me wondering how anything fragile survives
Anne Sexton
“Alguien que debió haber nacido/ se ha ido” piensa Anne
Sexton conduce el automóvil tras practicarse un raspado
“Cuándo se romperá la tierra” se pregunta al mirar el paisaje
en Pensilvania “alguien que debió haber nacido” sangró
en la entraña de Sexton y ella mira la hierba que crece
libre y áspera a orillas del camino y Anne se pregunta
“cómo algo tan frágil sobrevive”
No eres cobarde, Anne parece responderle Sexton
No muerdas esa piedra La tierra sigue
y seguirá firme bajo nuestros pies
Los hijos no son pasto hirsuto
tampoco es frágil la maleza.
Dios hembra
Ven de la luz, hijo (…)
En la luz son más bellos los ojos de Dios
Stella Díaz Varín
Aunque Nietzsche antes de matar al padre
le haya bien vaciado las cuencas
Aunque Dios lleve muerto un par de siglos
Aunque con Sartre crea que si existiera
absolutamente nada cambiaría
y Altazor haya nacido el día de su muerte
y pueda citar de memoria
a todos los buenos ateos del mundo
hija
yo vi sus ojos
vi los ojos divinos
cuando abriste por primera vez los tuyos
y supe que Dios es hembra
porque parió el mundo.
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[1] Ejercicio de écfrasis en base a la serie fotográfica “Maternidades culposas” de Gabriela Rivera Lucero.
[2] La wiphala es una bandera cuadrangular de siete colores, usada originalmente por pueblos andinos y presente especialmente en Bolivia, en algunas regiones del Perú, Colombia, en el norte de Argentina y de Chile, el sur de Ecuador y el oeste de Paraguay.
*(Chile, 1980). Poeta. Bachiller en Ciencias Sociales y Humanidades por la Pontificia Universidad Católica de Chile y Licenciada en Ciencias Jurídicas y Sociales por la Universidad de Chile. Obtuvo el Premio Poesía Feminista Paca Aguirre, el Fondo del Libro Creación literaria (Chile, 2016). Ha publicado en poesía Mater-Nación (2022), Ruleta Rosa (2019), Esperpéntica (2018) e Hystera Hystrión (2015); las plaquetas Castillos medievales en la ciudad (2014), País de Incestos (2015) y L ́Esclavage des utérus (2021); y compiló y editó Poesía en Toma (2019) antología de poesía feminista.