Por Alejandro Sebastiani Verlezza*
Crédito de la foto (izq.) Sandra Caula /
(der.) Ed. Eclepsidra
Fragmentos de Canción de la encrucijada (2016),
de Alejandro Sebastiani Verlezza
este nombre nació
de un hilo extraño
que no tiene fin
y me tiene aquí
solo
sediento y pausado
en el filo de las encrucijadas que solo el aire desdibuja
………………….claro
…………………………..cómo olvidarlo
siempre hay uno que insiste ver esperanza donde moran las estacas
…………………………..(está bien)
[…]
si los pasos son jubilosos
y centelleantes
ya no hay hilo
ni el suelo se desfonda
nada puede hacerse
salvo caer en la trampa
y extender el júbilo de la espuma
tanto vértigo por hollar
………….–¿no te parece?–
[…]
éramos
la ceniza
el humo
derramado
no todo
era fijeza
(y menos
navegación
sin partida)
la fuga del sol
tan rabioso
ávido de esta zanja dérmica
–no sabe sostener sino el polvo–
todo lo que se arremolina
en los bordes de la carretera
–es el viento sus sabias sólidas maniobras–
……………………………tanto paso sin brújula
………………….mi mano escandida
por eso
………………….decía (¿decía?)
habría que nombrar
…………..nombrarlo todo con las palabras del viaje
y disolver el polvo que se acumula debajo de las alfombras y amenaza con alborotarse
…………………………………………………[…]
…………………………………………………(el sendero amaga
…………………………………………………las respiraciones sitiadas van)
…………………………………………………[…]
el centinela
duerme
duerme
siembra
maleza
y olvido
en el fondo del camino
ese
solo ese
será tu voluptuoso trabajo
…………………………………(óyeme bien
…………………………………la piedra rueda y rueda
…………………………………el polvo canta su retorno al fuego)
[…]
entonces
…………..tú eres
la cuna de los nombres
y el aposento de mis fugas
esa risa de vértigo
que hace subir las blasfemias
desde la panza hasta la lengua
[…]
ay lord
si pudiera verte
si pudiera tocarte
si pudiera soltarme de tu ronco trance
ay
la música que le sacas a las estacas cuando el sol castiga
ay
el orgasmo
del
agua
cuando la deslizas sobre las hojas
el pavimento
la noche destartalada de mi ventana
tu música sin música
golpe alucinatorio
contra las roturas de mi mano
dime
dime dónde bates las puertas
dime
sin decirme
dónde habla tu silencio
cuál será el nido donde alborotas los limbos
la lluvia
el clac clac de los barrotes
tu terca risa blasfema
[…]
ay
tu rastro
la sombra de tu rastro
el claro de la puerta
insinúa los tramos del desierto
explosión ajena
dúctil rumor
navegas por el aire
y te hundes en la cola de mis ojos
[…]
mi dedo
solo rasga
la fuga
en la grieta
y por la copa de las terrazas
que nunca visité
flotan estas motas
…………………………………………(aquí se cocinan
…………………………………………todos los espejismos
…………………………………………mientras los amantes
…………………………………………relumbran en el manicomio)
[…]
………………….(siente ya la canción del animal transitorio
………………….ajeno al entusiasmo de la copa
………………….derramada en la horca de los caminos perdidos)
………………………………………… ……..(nadie nadie la desea
………………………………………… ……..(cuando feroz canta su paso)