12 + 1 poemas de Libério Neves

 

Por Libério Neves*

Curador de la muestra Fabrício Marques

Traducción Rodolfo Mata y

Regina Crespo

Crédito de la foto www.divirta-se.uai.com.br

 

 

 

12 + 1 poemas de Libério Neves

DONACIÓN

 

Doy mi materia a la tierra.

Pero antes te presento

mi cuerpo, doctor, para

la ciencia de tus adentros.

 

Tú ves el cerebro

en sus macizos de estaño,

pero no disecas los versos

que ahí regurgitan

inconclusos o inéditos.

 

Ves el reverso de mí,

la piel mas no sus espasmos

de fiebre, dolor o miedo

en la amplitud de mis vellos.

 

Y ves dentro de las venas

la sangre oscura sombra.

Los genes de la honda ira

reprimida no vislumbras

hiel del atarme a la vida.

 

Ves los nervios extendidos

con sus dormidas cuerdas,

y nunca sabes percibir

las vibraciones más vivas

de mis íntimos temblores.

 

¡Y en tus manos va el corazón!

Mas no portas el poder

(más allá del endocardio)

de ahogar estos impulsos

de mi secreto amor.

 

Entonces doy a la tierra

pulmones y uñas y huesos

y otras partes singulares.

 

No puedo entregar los versos,

ni tampoco mis espasmos

ni las iras y temblores

con mis amores volando

disolviéndose en los aires.

 

 

 

HERENCIA

 

1

 

Yo soy ese niño

y todavía me arrullo

pegado al diluvio

mirando esa nube

 

pisado en el tiempo

de esta hierba seca

me peso en el temple

de la cera al sol

 

mi ojo se va

más allá del fósil

mito de esa nube

una cuasi lluvia

 

2

 

yo soy ese niño

y aún me animo

a erguirme árbol

de este árido suelo

 

absorto en el siempre

ser la espera opaca

de vaciar al viento

cual hoja el rostro

 

3

 

a valerme está

el tiempo de espada

contra ser la nube

próxima un diluvio

 

y mucho más aún

piso el cielo uniendo

tierra que me pisa

y el más liso azul

 

4

 

yo soy ese niño

de arbolarme ave

de verterme cima

encima de ese azul.

 

liberio_neves2

 

DECLARACIÓN ANTE NOTARIO

 

Si, por accidente, enfermedad o vejez, algún día llegara a verme (resto) inmóvil en la sábana, dependiendo, por caridad o por amor, de vuestro gesto difícil, ese gesto de lavar mis trapos de materias y de limpiar mis residuos de este mundo, así constantemente en la cotidianidad de una lenta espera del expirar de todo, esto será profundo para vos y doloroso para mí.

Y ciertamente es cierto que no tendré palabras, ni gestos, para agradaros; es cierto que mis ojos ahí serán de piedad, mirando vuestras fisonomías desanimadas mirándome en los trapos, y sufriréis mucho y yo mucho más desesperadamente.

Antes que esto por ventura o positivamente ocurra, redacto la declaración presente, anticipada, de que en el cuando (yo) así quede, inmóvilmente mudo, sin embargo aún vivo, estaré a todo instante, en mente, besando vuestras manos en mí santificadas, en esa final humillación del cuerpo, esencial tal vez a la filtración del alma.

 

 

 

DEL SER EL SER Y SER SU PARECER

 

El día en que conversando así contigo

y habiendo en ser un ser así sincero

soy una sombra buena, un bulto amigo

 

y soy, cuando te hablo, y cuando serio

un grave ser sutil que en esta vida

transciende al ángel, y arde en su materia

 

entonces mi palabra espesa vibra o

densa se adhiere o se evapora tímida

por entre los melifluos corazones.

 

Con todo cuando duermo (cuando en sueño)

o cuando en mis re-versos me compongo

un otro yo, en mí, pulsa y resuena

 

¡en un lenguaje hondo y diferente!

pues una cosa es verme en mi retrato

que muestra el flaco rostro externamente,

 

mientras que en rayos x contemplado,

el dentro es contrapunto y puente exacto

entre ser lo que se dice y lo que es dado:

 

mucho más que ojos mansos en capillas

ser un suspiro bajo luz de velas

que entre ser alma y ser matriz se quema.

 

 

 

ECLIPSE

 

Los días de mi vida

son la piel de mi alma

respiro rayos de sol

tiendo al piso la luna blanca

 

la piel es de pelos negros

los pelos tienen poros hondos

los fondos son todos negros

 

los días de mi vida

son días de poca vida

 

hechos de sol y de hielo.

 

 

 

EL FLACO

 

Me infiltro

por donde voy

me equilibro

en el polígono menor

 

me visto

del hombre más desnudo

y me sirvo

de vara y bambú

 

me consuelo

de las sobras del mundo

me regreso

más fácil del fondo

 

me escondo

en la sombra de un poste

y me apunto

más leve en la muerte.

 

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EL YERMO

 

El ramo seca

al último

en estas planicies

donde piedra la flora

 

el remo zafa

al fondo

ora estas canoas

y esas balsas ora

 

la rima rima

resume

vana poesía duerme

en el apogeo de la aurora

 

la roma suma

jorobada

ese avaro cambio

ley de aval y mora

 

el rumbo huye

sólo mundo

a estos duros nombres

repitiendo las horas.

 

 

 

RETRATO EN LAS MANOS

 

1

 

Llevo diez años

alejándome

del presente

de este retrato

 

son seis años

más otros cuatro

distanciándome

y él me sonríe

 

2

 

y todavía más

este retrato

de hecho fijo

es puro reír

 

su ojo voltea

cuando volteo

mirando a un punto

que no soy yo

 

no cumple años

ni ha sufrido

roído en la amplia

lisa sonrisa

 

 

3

 

mis ojos van

mientras recojo

el leve hilo

que nos sostiene

 

hilo más fino

que el leve viento

es el fino hilo

de nuestra mente

 

4

 

ya el retrato

se mueve vivo

y su contacto

me alimenta

 

de cuanto siente

entre sus manos

antiguas manos

de la memoria

 

5

 

nos envolvemos

y nos unimos

esto que somos

al fondo otrora

 

6

 

y en el remanso

de esa mansa

espuma en

que se funden

 

nuestros rostros

se confunden

en lo profundo

y más se hunden

 

7

 

mas ese tiempo

fantasma

es tiempo lerdo

sin plasma

 

8

 

en mis ojos

me busco

vuelvo a las fallas

de la dentadura

 

retrato blando

mojado inmóvil

mira su punto

lejos y oscuro.

 

 

 

LAS PÉRDIDAS

 

Mi madre se hundió en el hogar

mi padre en los sertones de mundo

 

se fue (sólo) de esperar

por mi padre en las leguas del mundo

 

mi madre, la vi llorar

 

– de él, que hable el mundo.

 

Ella se durmió (¡era de noche!)

y muchas cosas murieron

muchas voces enmudecieron

 

partió mi padre ese día

y muchas cosas quedaron frías

mucha tierra se hizo honda.

 

Sin embargo, por ella hubo llanto

por él un vacío profundo

 

si es grave perder el llanto

contenerlo es secar el mundo.

 

 

 

MECEDORA

 

Cuando vas

yo siempre vengo

siempre voy

cuando tú vienes

 

¿de dónde

a dónde vas?

 

pienso y callo

 

preguntar

(pienso) jamás

 

que si acaso

igual pregunta

tú me hicieras

yendo y viniendo

 

decirte habré

que voy y vengo

 

no sé si voy

o si vengo

 

ir y venir

sin ría ni fuente

 

¿sería un bien?

 

no sabemos

bien que sabemos

 

del vaivén vivo

y te espero

en el camino donde

reímos

 

nuestros ojos

yendo y viniendo.

 

 

Libério Neves (der.) junto a Emilio Moura (Izq.). C. 1969
Libério Neves (der.) junto a Emilio Moura (Izq.).
C. 1969

 

VELADA EN LUNA

 

Hondo sueño cubre hasta el rostro

como una sábana de transparencia.

Una sombra pulsa, a la luz expuesto

oh cuerpo en su húmedo silen

 

cio. Ninguna palabra, ninguna

sílaba se interpone en la distancia

de nuestras bocas semiabiertas,

leve la tuya y envuelta en ansia

 

la mía. Sin embargo, desierta,

no puede la mano tejer el rumbo

ni construir el ardor del gesto.

 

Suspendida inmóvil sobre las plumas.

 

 

 

CÍRCULO

 

(que siendo redonda la tierra

un día nos encontraremos)

 

1

 

Donde respira

tu sueño

ahí mi sueño

termina

 

de la noche vengo

y compongo

auroras vanas

de niño

 

2

 

largo es el siempre

y nos domina

un susto simple

y estaño

 

visión vislumbro

y neblina

pero peso hondo

y montaña

 

3

 

caminas viento

y horizonte

la mirada de azul

y de vino

 

pienso el rumbo

de la fuente y

mientras espero

camino.

 

 

 

ELEGÍA 18

 

Más de cien relojes

en la sala colgados

van tocando las horas.

 

No obstante uno de ellos

con su ronda invertida

anda en manecillas

que retornan al ayer.

 

Vibran los relojes

a coro, tic-tac tic-tac,

y tac-tic tac-tic él responde

al reflujo del tiempo.

 

Sus manecillas pacientes

paso a paso destilan

gota a gota van filtrando

inciensos en el recuerdo.

 

Hipnotizan, saludan

el regreso del hombre

a los ojos del niño.

 

El reloj fantasma

en sentido este-oeste

impone con su jornada

viajar lo ya viajado.

 

Voy a revivir lugares,

esas visiones familiares

presentes en el pasado.

Son valores perennes

lejanos y muy recordados:

 

las mañanas traen ecos

veredas de la juventud,

las noches de rocío llenan

sendas de allá de la infancia.

 

¿A dónde más, tan leve,

me quiere llevar el reloj

en su contrario tiempo?

 

Una neblina me envuelve

nubes me enmarañan

al suelo, amorosamente.

 

Voy a abrir la acequia

para mover o molino

en su largo compás.

 

Reerguir los gallos

espantar los gavilanes

patear los caballos

y a las yeguas del rebaño.

 

Voy a aullar los perros

rumiar los bueyes

adormecer en el padre

y en el calor de la madre.

 

Pero, al final, es éste

el reloj del sueño:

 

no acompaña a la sombra

ni al clarear del día

ni al sonido del viento.

 

En la amplitud de la sala

van punteándose las horas

acompasadamente.

 

 

———————————————————————————————————–

(poemas en su idioma original, portugués)

 

 002-4

12 + 1 poemas do Libério Neves

 

 

DOAÇÃO

 

Dou minha matéria à terra.

Entanto antes apresento

o corpo a ti, doutor, para

a ciência dos teus dentros.

 

Tu vês o cérebro

em seus maciços de estanho,

mas não dissecas os versos

aí regurgitando

inconclusos ou inéditos.

 

Vês no avesso em mim a pele,

mas não seus arrepios

de febre ou dor ou medo

no amplo dos meus pelos.

 

E vê dentro das veias

o sangue escura sombra.

Os gens, tu não vislumbras

da ira funda contida

no amarrar-me amargo à vida.

 

Vês os nervos estendidos

com suas cordas dormidas,

e nunca sabes perceber

as vibrações mais vivas

dos meus íntimos tremores.

 

E tem em mãos o coração!

Mas não levas o poder

(indo além do endocárdio)

de reter estes impulsos

do meu secreto amor.

 

Então eu dou à terra

pulmões e unhas e ossos

e outras partes singulares.

 

Não posso dar os versos,

não posso meus arrepios

nem as iras e as tremuras

voando com os meus amores

dissolvendo-se nos ares.

 

 

 

HERANÇA

 

1

 

Eu sou esse menino

e ainda me nino

colado no dilúvio

e olhando a nuvem

 

pisado no tempo

desta relva seca

peso-me na têmpera

de ao sol a cera

 

meu olho vai-se

pelo além da fóssil

lenda dessa nuvem

uma quase chuva

 

2

 

sou esse menino

e ainda me animo

a erguer-me árvore

neste solo árido

 

haurido no sempre

ser a espera fosca

de vazar no vento

em folha o rosto

 

3

 

o tempo está de

me valer de espada

contra ser a nuvem

próxima dilúvio

 

e muito mais ainda

piso o céu unindo

terra que me pisa

e o mais liso azul

 

4

 

sou esse menino

e arvorar-me ave

de vazar por cima

o cimo desse azul.

 

 

 

PAPEL PASSADO

 

Se, por acidente, moléstia ou velhice, algum dia eu vier a ver-me (resto) imóvel no lençol, a depender, por caridade ou pelo amor, do vosso gesto difícil, esse gesto de lavar meus panos de matéria e de limpar os meus resíduos deste mundo, assim constantemente no cotidiano de uma lenta espera do expirar de tudo, isto será profundo para vós e doloroso para mim.

E certamente é certo que não terei palavras, nem gestos, para vos agradar; é certo que os meus olhos lá serão de piedade, olhando as vossas fisionomias desanimadas olhando-me nos panos, e sofrereis demais e eu bem mais desesperadamente.

Antes que isto porventura ou positivamente ocorra, lavro a declaração presente, antecipada, de que no quando (eu) assim restar, imovelmente mudo, contudo ainda vivo, estarei a todo instante, em mente, beijando as vossas mãos em mim santificadas, nessa final humilhação do corpo, essencial talvez à filtração da alma.

 

 

 

DO SER O SER E SER SEU PARECER

 

No quando em conversando assim contigo

e tido em ser um ser assim sincero

sou uma sombra boa, um vulto amigo

 

e sou, quando te falo, e quando sério

um grave ser sutil que nesta vida

transcende ao anjo, ardendo-se matéria

 

minha palavra então espessa vibra

ou tímida se evola, ou gruda com visgo

nos corações melífluos das pessoas.

 

Contudo quando durmo (quando em sonho)

ou quando em meus re-versos me componho

um outro eu, em mim, pulsa e ressoa

 

uma linguagem funda e diferente!

pois uma coisa é ter-se o meu retrato

que mostra o magro rosto externamente,

 

enquanto que mostrado, em raios-X,

o dentro é contraponto e ponte exata

entre o ser-se o que é e o que se diz:

 

bem mais que olhos mansos nas capelas

ser o suspiro posto à luz das velas

queimando entre ser alma e ser matriz.

 

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ECLIPSE

 

 

Os dias de minha vida

são a pele de minha alma

respiro raios de sol

deito ao chão a lua branca

 

a pele é de pelos negros

os pelos têm poros fundos

os fundos são todos negros

 

os dias de minha vida

são dias de pouca vida

 

feitos de sol e de gelo.

 

 

 

O MAGRO

 

Eu me infiltro

por onde que eu for

me equilibro

no polígono menor

 

eu me visto

de o homem mais nu

e me sirvo

de vara e bambu

 

me consolo

da sobra do mundo

me retorno

mais fácil do fundo

 

eu me escondo

na sombra dum poste

e me aponto

mais leve na morte.

 

 

 

O ERMO

 

O ramo seca

último

em essas planuras

onde pedra a flora

 

o remo safa

ao fundo

ora essas canoas

e jangadas ora

 

a rima rima

resume

vã poesia dorme

no apogeu da aurora

 

a roma soma

corcunda

esse avaro câmbio

lei de aval e mora

 

o rumo some

só mundo

a esses duros nomes

repetindo as horas

 

 

 

RETRATO NAS MÃOS

 

1

 

Dez anos ando

me alongando

do presente

deste retrato

 

são seis anos

e mais quatro

que distancio

e ele sorri

 

2

 

bem mais ainda

este retrato

de fato e fixo

é só rir

 

seu olho vira

quando viro

olhando ponto

que não eu

 

não fez anos

nem sofreu

roído no amplo

riso sem véu

 

3

 

meus olhos indo

vou colhendo

o fio leve

que nos prende

 

fio mais leve

do que vento

é o fino

fio da mente

 

4

 

já o retrato

é semovente

e o seu contato

me alimenta

 

quanto sente

em suas mãos

antigas mãos

da memória

 

5

 

envolvemo-nos

e unimos

isto que somos

em nós outrora

 

6

 

e no remanso

de essa mansa

espuma em

que se fundem

 

nossos rostos

se confundem

no profundo

e mais afundam

 

7

 

mas esse tempo

fantasma

é tempo lesma

sem plasma

 

8

 

em meus olhos

me procuro

torno às falhas

da dentadura

 

retrato mole

molhado imóvel

olha seu ponto

longe e escuro.

 

 

 

AS PERDAS

 

Minha mãe afundou no lar

meu pai nos sertões de mundo

 

foi ela (só) de esperar

meu pai nas léguas do mundo

 

minha mãe, eu vi chorar

 

– ele, que o diga o mundo.

 

Ela dormiu (era a noite!)

e muita coisa ficou morta

muita fala ficou muda

 

parte meu pai neste dia

e muita coisa ficou fria

muita terra ficou funda.

 

Porém, por ela houve lágrima

por ele um vago profundo

 

se grave é perder a lágrima

retê-la é secar o mundo.

 

 

 

BALANÇO

 

Quando vais

eu sempre venho

sempre vou

quando te vens

 

de onde

para onde vais?

 

penso e calo

 

perguntar

(penso) jamais

 

que se igual

pergunta acaso

me fizeres

indo e vindo

 

dir-te-ei

eu vou e venho

 

não sei se vou

ou se venho

 

ir e vir

sem foz e fonte

 

seria um bem?

 

não sabemos

bem sabemos

 

do vaivém vivo

e te espero

no caminho onde

sorrimos

 

nossos olhos

indo e vindo.

 

 

 

VELADA EM LUA

 

Fundo sono cobre até o rosto

como um lençol de transparência.

Uma sombra pulsa, à luz exposto

ó corpo no seu úmido silên

 

cio. Nenhuma palavra, nenhuma

sílaba se põe entre a distância

de nossas bocas semiabertas,

em leve a sua e feita em ânsia

 

a minha. Todavia, deserta,

não pode a mão tecer o rumo

nem construir o ardor do gesto.

 

Suspensa imóvel sobre as plumas.

 

antologia2

CÍRCULO

 

(que sendo redonda a terra

um dia nos encontraremos)

 

1

 

Onde respira

o teu sonho

ali meu sonho

termina

 

da noite venho

e componho

auroras vãs

de menino

 

 

2

 

longo é o sempre

e nos domina

um susto simples

e estanho

 

visão vislumbro

e neblina

mas peso fundo

e montanha

 

3

 

caminhas vento

e horizonte

o olhar de azul

e de vinho

 

eu penso o rumo

da fonte

e enquanto espero

caminho.

 

 

 

ELEGIA 18

 

Mais de cem relógios

nas paredes da sala

tocam as horas adiante.

 

Um relógio, entanto,

invertido em sua ronda

anda com os ponteiros

voltando para o ontem.

 

Vibram os relógios

em coro, tiquetaque,

e taquetique ele torna

ao refluxo do tempo.

 

Seus ponteiros pacientes

passo a passo pingando

gota a gota destilam

incensos na lembrança.

 

Hipnotizam, acenam

para o regresso do homem

aos olhos da criança.

 

O relógio fantasma

em sentido leste-oeste

impõe com jornada

viajar o viajado.

 

Vou reviver lugares,

essas visões familiares

presentes no passado.

São valores perenes

longe e bem lembrados:

 

as manhãs ressoando

veredas da juventude,

as noites orvalhando

trilhas lá da infância.

 

Aonde mais, tão leve,

me quer levar o relógio

em seu contrário tempo?

 

Um nevoeiro me enleia

nuvens me enovelam

no chão, amorosamente.

 

Vou fluir o rego-dágua

para mover o monjolo

em seu compasso longo.

 

Reerguer os galos

revoar os gaviões

patear os cavalos

e as éguas no rebanho.

 

Vou uivar os cães

ruminar os bois

adormecer no pai

e no calor da mãe.

 

Mas, ao final, é este

o relógio do sonho:

 

não acompanha a sombra

nem o clarão do dia

ou o soar do vento.

 

No amplo da sala

ponteiam-se as horas

compassadamente.

 

 

 

 

 

*(Buriti Alegre-Brasil, 1934). Vive desde 1952 en Belo Horizonte. Poeta, prosador y abogado. Licenciado en Derecho por la Universidade Federal de Minas Gerais. Fue miembro del grupo artístico Vereda. Se desempeñó en la comisión de redacción del «suplemento literario» del diario de Minas Gerais. Obtuvo el Premio Ciudad de Belo Horizonte (1964) y el Premio Cláudio Manuel da Costa de la Secretaria de Educación y Cultura del Estado de Minas Gerais (1969). Ha publicado en poesía Pedra Solidão (1965), O ermo (1969), Força de Gravidade em Terra de Vegetação Rasteira (1978) e Circulação de Sangue (1983), Santa Tereza (2011); y en ficción: Pequena memoria de terra funda (1971), Mil Quilometros redondos (1974), entre muchos otros.

 

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