Por: Edimilson de Almeida Pereira*
Curador de la muestra: Fabrício Marques
Traducciones: Prisca Agustoni,
Renato Sandoval Bacigalupo y Paula Abramo
Crédito de la foto: Prisca Agustoni
12 + 1 poemas de Edimilson de Almeida Pereira
En la casa de la palabra
los hombres que dicen polvo dónde está tu miseria
comentan el motivo por el que dicen polvo dónde está
tu miseria.
Polvo donde está tu miseria no es sólo polvo dónde está
tu miseria: sino el huevo de otras cosas.
Los hombres que dicen polvo dónde está tu miseria
se visten de polvo dónde está tu miseria. Se
conocen desde que el mundo es mundo por la música
que polvo dónde está tu miseria toca en ellos.
El modo de decir polvo dónde está tu miseria pone
la lengua en sal.
Los hombres que dicen polvo dónde está tu miseria
prueban a usarla. Y nunca repiten lo que dijeron en
el camaleón polvo donde está tu miseria.
Santo Antonio de los criollos
Hay palabras reales.
Inútil escribir sin ellas.
La poesía entre canas y bichos
es también palabra.
Pero lo que el texto captura es el rastro
de carros yendo, sin los bueyes.
La poesía comparece
para nombrar el mundo.
Oreja agujereada
Danzar el nombre con el brazo en la palabra: como en su casa un maconde.
Danzar el nombre padre de los dioses que lo puede todo en este mundo y aguantar
el lagarto queriendo ser obispo en la sombra.
Danzar el nombre miseria, astilla y tripa que es la hoja del libro. Y
saberse dueño de las letras en su cocina.
Danzar el nombre en siete zapatos limpios para el domingo.
Danzar el nombre con la mujer su señora: la mujer en su corazón
tempestad y ciranda.
Danzar el nombre con el brazo en la palabra cuna.
_____________________________
maconde : individuo de un grupo situado en Mozambique.
ciranda: juego infantil con canto y baile.
Árbol de Arthur camilo
1/ Tronco
Mi papá se llamó Camilo
en la lluvia de los días quebrados
conoció a mi mamá Felisbina.
Mi mamá no sé de dónde vino
su vida quedó conmigo
más tarde llegó la risa.
Mi papá se llama Camilo
Y en la sombra de los días perdidos
Encontró a mi mamá Felisbina.
2/Compañera
Carmelinda de Bela Vista
Danzaré por ti en el Congo.
Carmelinda de Bela Vista
seré mozambiqueño
el rosario entero en las manos.
Carmelinda de Bela Vista Gira caja, Congo
cruzaré por delante el portón Gira gunga, Maçambique
Carmelinda de Bela Vista
pasaré por el puente de noche
para verte dormir.
Carmelinda de Bela Vista
llevaré candombeiros
Carmelinda de Bela Vista
las guardias te están buscando
con ojos de mi corazón.
3/ Arturos
Viviré hasta cuándo.
Los vasallos aseguran el Congado
el tiempo contesta por todos.
Viviré hasta cuándo.
Pido a los niños: no salgan
guarden los huesos en el canto.
Viviré hasta cuándo.
Dejo el juicio en la memoria
el grito en el chitacongo.
_______________________________
Congo: grupo de devotos de Nuestra Señora del Rosario.
gunga: recipiente con semillas utilizado por el grupo de Moçambique atándolo a las piernas para producir sonidos.
Maçambique ou Moçambique: grupo de devotos de Nuestra Señora del Rosario.
Candombeiros: participantes del Candombe, ritual del sincretismo bantú-católico practicado en la región brasileña de Minas Gerais.
Congado: sistema religioso popular nacido del encuentro de tradiciones bantús y católicas vigente en muchas regiones brasileñas.
chitacongo: antiguo instrumento de percusión del Congado.
Libro de la hermandad con palabras que sobrevivieron a la devoración del monstruo olvido
1. Bichos y plantas
El maribondo en el tiempo de ofrenda.
El baru instruido en el lenguaje de los murciélagos y bueyes.
Un vaso con tres cabezas donde la miseria
gobierna.
La siriema curiosa con el ingenio.
El diccionario de las horquillas con tantos verbos.
La garganta del guará.
La trançage más señora que el cielo.
Estos negocios de mesa como botella y de tejedura: cardo y
carda, silla y costilla.
El ojo del guará antes de la muerte.
Y después de la muerte amuleto.
Un pequizeiro en el pensamiento del amarillo.
Las uñas como hachas y estos aparatos que van hacia el patio,
en la estrada: en la vereda.
El calango escogido con cuidado.
La santidad salvaje del cipó san juan.
Un fogón rojo.
Y el mal de ojo en los ojos del guará muerto.
2. Santas y santos
El milagro es menor que su lectura, como la herida en la
claridad.
Quien curar puede es santa y santo.
Con oraciones el instruido escribe itinerario para sierpes:
medir en el campo donde la vista alcanza, si hubiera abismo,
ir a la orilla, mirar hondamente y conferenciar.
Y morar con la sombra de sí mismo: en el cerrado, en la
gruta.
Y adivinar los bueyes muertos bajo la lluvia.
Y comer harina de maíz-ladrillo, de la agua-sangre escuchar.
Y tomar el gato, reír en sus ojos. Mirar el maíz plantado en su
oscuro bajo el árbol gameleira.
Santa y santo son así: lo comprensible y el no de las cosas.
Separados de los demás, el resto bien hecho de todo.
Milagro recuerda el hacerse santa y santo, al caer la niña
del árbol, al sangrar diez noches sin que muera el maestro de folia.
Después solo es la lectura de los acontecimientos.
Que Dios también en esto tiene interés.
3. Hombres mujeres y ruedas
Lica y Zé de Ernestina en la barca de su balcón.
El Divino Espíritu Santo a la espera del hombre de las rezas que
se consagra y cura.
La esposa se admira.
Nélson de Jacó. Terezinha de Nélson de Jacó. Jacozinho y Ana y
Raquel de Terezinha de Nélson de Jacó: El que supo todo cuando
vivía en el Calabouço.
Dorva y Domingos y Dominguinho. El tiempo de esclavo demudado:
marinero del rosario yergue su guarnición y lauda.
Mama Kitaia Calunga Lungara.
Y la rueda se embaraza como árbol de nombres: Lucas y Dante,
Zacaria y Cenira, Honorina, Juan y Pedro. La biblia de los raros.
____________________________
Maribondo : nombre de insecto.
Baru : fruto del cerrado, tipo de vegetación brasileña.
Siriema : ave brasileña.
Trançage : hierba curativa.
Pequizeiro : árbol típico del cerrado brasileño.
Calango : pequeño reptil .
Gameleira : grande árbol con oscuras hojas verdes.
Folia : grupo de devotos de los santos Reyes Magos.
Ausente
Las niñas del Ausente
no tienen espejo.
La cama donde sueñan
duerme sobre horquillas.
Esa como tantas
herencias llegadas del mar.
Un mar que se levanta
para llamarse Calunga.
No fueron a las clases
las niñas del Ausente.
Su geométrica sintaxis
se mide como fortuna.
Hay mucha sangre
en los campos valorados.
No preguntes en el Ausente
por el oro de las sierras.
Las niñas del Ausente
se miran por modelo.
Que en ellas todo es orden
de aguas sobre piedras.
Y de amor que mueve
sus bueyes y sus campos.
Las niñas lo saben
sintiéndolo como presencia.
A veces en la hoz del viento
o en el teatro de la nube.
De sus olas formando
un océano y otro.
____________________________
Calunga : divinidad bantú del mar.
Tiempo presente
Los negros de Serro
y Diamantina
están de acuerdo.
Dejaron las minas
por compromiso
también las plantaciones.
Hay palabras
como silencio
por las esquinas.
Los ricos de soslayo
espían desde los balcones.
Dicen viene refuerzo
de la guardia nacional
para hacer sin efecto
lo que no muere de hecho.
Este levantamiento de mito.
El secreto
anda como río
escrito en las puertas.
Lo que he leído
son grandes ideas
de romper hasta la rima.
Van a cambiar el régimen
padre de la miseria.
Erguir la cabeza arriba
de la corona sin nombre.
Hacer nuevo derecho
para derecho de todos.
Van a ilusionar las minas
quedarse en los paseos
mirando la vida.
Van a decir pudiera
nuestra sangre es nuestra.
Los negros del Serro
y Diamantina
están de acuerdo.
Qué vocabulario
dejaron para empleo
no a la tiranía
viva Reina de Congo.
La santa su rosario.
Músico viviendo solo
Músico viviendo solo
a sí mismo absorbe.
En la oración de esta lógica
que mueve el movimiento.
A él corren espíritus
según el repertorio.
Tanta música estalla
a los pies de los muslos.
Convergen en sí notas
todos los incendios.
Aún más ahora que él
explora los silencios.
Silencio en las cuerdas
como si esperase.
Hacia él corren espíritus
llevando no instrumentos.
Y cuanto sonido se pierda
más puro resultado.
De canción o negocio
que en cero quedase.
En el jardín del señor biano
La árbol sin barba arregla lección de huesos: cuando el pájaro
negra se posa es balcón.
En presencia de ellos el niño sabe el pião pero nunca el
zapato que lo hace parar. Árbol verbi nigra pájaro sobre el pião
y el niño girador.
Si el pájara nigro vuela la árbol balcón con el viento solo. El
niño-pião descubre el terreno vacío la muerte en él: y el carro
tremendo a encalar de fuego.
Y la muerte en guardia escatungandém escatungandém. La
redonda voz de la muerte-mayor.
Y el niño sin firmeza en el abuelo recuerdo del pájaro sin
barba en el árbol negra huye a la carne podrida de la muerte moler.
Y sabiendo su gracia continúa niño.
Aquél que va a la fiesta mayor.
____________________________
Pião : juguete infantil.
Escatungandém : sonido onomatopéyico.
El cuerpo
Aún está ahí, a pesar de los años. De un lado al otro, se
desvía de las piedras, toca las márgenes cada vez más humano.
La ropa se deshace, los zapatos, lo que había en los bolsillos.
No quedó nada, pero el cuerpo fluctúa ajeno a la lluvia, al viento,
a la venganza. Hace mucho nos puebla, sus arrugas no pertenecen
al tiempo de su sacrificio. Son de ahora, nos interrogan. ¿Qué hacer
con este cuerpo que no sabemos de dónde vino y se instaló en
nosotros?
Sílaba
Otra lengua seduce al paladar, no se quiere instrumento
de suicidio. No puede ser engullida para sellar el deseo. Es para
uso desobediente, siendo más libre mientras más nos pertenece. A
esa lengua no se le veda el devaneo, una vez afilada la vida es todo
lo que se quiera. No está en la boca y en ella se enarbola. Prueba
el sentido, duda de sí misma. Va al baile, está desnuda al mediodía.
No es lengua de suplicio ni de vejamen, desenrolla los signos y
se pronuncia.
Fiesta
1.
m. satán delicado no fue
el sombrero de su alma el vermut
la sangre de la cual murió
fiesta acabada músicos a pie?
el dolor se sentó en el gin
pero todos embarcan juntos
en la lira de los metales
2.
yo debería tener los nombres
de las mujeres las facciones
los de los muertos abrigos y echarpes
abierto el salón
cada uno y la miseria de su coche
la muerte galán
y la áspera alegría
y la apiadada visita en las canciones
de dios.
3.
en cuanto sufrimos la historia
de m. en el elite
nací sin pistas de lo que debería encontrar
tuve diez piernas el fino
en el fogón maginot el
el tranvía comió de la izquierda
con cinco piernas dama ninguna
danzar conmigo no va
4.
el t. que cambia el jazzband
mudó residencia
miramos el armario
y la guirnalda
quien viste abeto
no entra
este lado del cielo
pues dancen poco
a poco el número
es claro
5.
el baterista de la euterpe
diciendo
esto es lo que es
dio sustento para tocar solo
si el presente del muerto
carió por debajo
y los pequeños tienen un perchero
sin punch
el baterista ¿aquello que decir valió?
6.
los dados cada suerte su consorte
la policía y el amigo en la diagonal
del sol
éle monken al volante
la fiesta sigue alta el caboverdiano
el dolor ayunando sus ojos
sufrimos la muerte rezando
a los lamantins
7.
a la inconsolable miramos
tomar metal de quien mandaba
el solo es de matar
la fiesta en lo que se mira
la muerte quieren aplaudir
y decir de los lindos blues
los que celebran son este lenguaje
ve torcerles el cuello
y el dios extraño pondera
– ¿qué danzas?
_________________________
elite : nombre de un club de baile.
maginot : nombre de un bailarín.
euterpe : nombre de una asociación musical.
lamantins : anfibios semejantes al pez-buey.
Homeless
Cartografía I
el cultivo en el mar
es devoración
: con cada movimento
de goleta
un fruto se desgasta
para intuir
la empresa que dirige
este campo
es urgente revolverlo
desde la médula
– hasta la superficie
el bosquejo de los embates
revela mucho &
poco sobre el infierno
sumergido
la palabra-sonar
saca a la superficie
el expolio que, un
día cuerpo,
atravesó su proprio
meridiano
: para éste el
olvido y la sed
como señales
o nombres
en otra
sintaxis figurados
Mañana
: antes de que el arpón
anuncie la tortuga reaccionamos
a la exigencia del barco
todavía se escucha
el crujir del árbol-madre, el crepitar
bajo las hachas
– estábamos ciegos de frio
y temerosos
de la agresión que los dioses harían
explotar del lodo
a lo lejos, empero, se veía el barco
no los hongos
y el almacén de insectos
atacamos
conscientes de que el árbol
nos restituiría
el hierro
para enredar la caza
el tronco aguijoneante arrastró
meditaciones de la flora
púas
que desequilibran la proa
de ahí la guerra para sacar
el garfio
llevar a los hombres a la playa
y no morir en la tortuga
que matamos
– estábamos ciegos, dice
el timonel
éramos de la tierra, aquel día
ahora el mar
nos encallece el hígado
Colisión
el interés da indicios
de una isla
donde los deseos
tocan puerto
para la separación
: la máquina
despedaza los ánimos
lo que tallamos
en el árbol
abdicó de su éxito
(¿no fuimos derrotados
por el acecho?)
pero cierto lenguaje
nos redimió
el barco que se impuso a la orquídea
trepida
antes de desfallecer
no sabe si mueren en él
el mar
y el continente
: la máquina
no distingue mutilación
fustiga a la tortuga y al fémur
de quien la raptó
la vorágine muda de fábrica
también los oficios
& rendimientos
las reglas
& mercancías
los contratos
& palabras
la máquina no se ata al puerto
ni acepta la convención
de las cartas
territorio en sí misma
ya no devora
los escalpos
: la máquina
con nueva política, administra
Barco
: la máquina son varias
como sus nombres
alianzas
& cálculos
: la que ahora se presenta
es un útero al revés
un feto intercambiado
por tabaco y aguardiente
flota
ajeno al mercado
hay quien lo destina al campo
quien lo excita
para la fuga
en los sótanos de la máquina
vegeta
contrario a lo que era
la máquina misma
poco revela de sí
– ¿navega por qué premios?
¿su ruta
vale la pena?
mientras más se lava
mayor costo
crea en sus lucros
: la máquina
se expande
con golpes y cólicos
en cada esquina
un cero
resecando la espalda
un piercing
que denuncia las ideas
la máquina se ilustra
de anfíbios
pero no explica
sus divergencias
(vientre
de muerte,
país
de muchas
lenguas)
el exilio es un saldo
en el lenguaje
lo que queda del mar
se disuelve en saliva
en el combés todo
comunica
el parcial desembarco
(una vez
em curso
tocar puerto
es el pasaje)
los que estuvieron
en la máquina la traen
en rompecabezas
: son varias
y hienden en la página
la migración
de la sintaxis
Linguae
El mundo parece
otra figura
si aceptamos
el verbo sin contrario
pero ¿si lo
vivido dispara
el misil
de las preguntas?
¿cabemos
en un idioma al que no
se ajusta
el país de humus?
¿este idioma
recorre las falanges
de lo que
decimos?
: yo mismo
soy cariocanga
(i circle
thenameless
body)
: yo mismo
soy capicovite
(glasses are shining
i know
nothing
catch
nothing)
: yo mismo
soy candandumba
serena
(but it is silence
offered up
the ring)
la pierre de notre
origine
s’aniquile
mais
je suis un autre
avec
ma parfaite
hallucination
pronunciando
una nueva
espesura
àtòrì àtòrì
bá organiz
mi a
to mi
iyè pro
tèmi pia
fún memor
mi ia
et avec une seule
possibilité
: rendir el miedo pues
los ìsìnkú
fantasmas òrun
nunca kì
comen í je
cola obì
tostada súnsun
en el n’
fuego íná
: na língua
floresce
a sua atrocidade
quase
tornando o corpo
uma fera
para si
légun légun
kúrò kúrò
bá ayúda
mi me
lé a
ìsìnkú ahuyentar
órun los
lo fantasmas
when
it
rains
five
days
and
the
skies
turn
dark
as night
(no) desciframos
en qué
registro
marcha la nave
: la chose la plus claire
nesse furação
are the spaces between
the words
lo cual me impide
ser
tan sólo una extensión
de la máquina
et me laisse comme
les travaillers
que negociam
a tempestade
ombera
tutimba
ô calunga
ô tomara
ô tavira
: la máquina
devorada no
se extingue (acecha
desde la herrumbre)
el país de unos
& otros
desde el combés
se enerva
desde el lenguaje
– diría,
quien está
en silencio
Cartografía II
el norte es laberinto
aunque el mar
se resuelva
en continente
y el continente vertido
en cuerpo
se asombre ante su propia
ganancia
: en la superficie
los embates son fábricas
de artificios
y muertos
lo que se arrojó
a las olas
sube al maxilar
de la historia
pero por sí mismo no
reinventa la máquina
es necesario revolver
el eclipse
que sirvió
de timón a la barca
y de venda
a los embarcados
: para el norte otro
norte
como si el viaje no
fuera cárcel
y la ruta
de la sangre apellido
escarnio
como si la caverna
(donde la razón
madura)
no fuera la boca
del monstruo
: al norte la
desorientación y el
sigilo
los huesos del oficio
la memoria
colecciona lapsos
por eso
asaltarla con
el lenguaje
sacado con fórceps
del mar
: al norte
un careo
de ostras
hasta que el exilio
acabe
& la máquina
toque
música: una que
no sea muerte
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(poemas en versión original en portugués)
12 + 1 poemas de Edimilson de Almeida Pereira
Na casa da palavra
os homens que falam poeira cadê sua miséria
comentam o motivo de falarem poeira cadê
sua miséria.
Poeira cadê sua miséria não é só poeira cadê
sua miséria: mas o ovo de outras coisas.
Os homens que falam poeira cadê sua miséria
se vestem de poeira cadê sua miséria. Eles se
conhecem desde-o-ó-do-mundo pela música
que poeira cadê sua miséria faz neles.
O modo de falar poeira cadê sua miséria deixa
a língua no sal.
Os homens que falam poeira cadê sua miséria
treinam de usá-la. E nunca repetem o que dis-
seram no camaleão poeira cadê sua miséria.
Santo Antônio dos crioulos
Há palavras reais.
Inútil escrever sem elas.
A poesia entre cãs e bichos
é também palavra.
Mas o texto captura é o rastro
de carros indo, sem os bois.
A poesia comparece
para nomear o mundo.
Orelha furada
Dançar o nome com o braço na palavra: como em sua casa um maconde.
Dançar o nome pai dos deuses que pode tudo neste mundo e suportar
o lagarto querendo ser bispo na sombra.
Dançar o nome miséria, estrepe e tripa que a folha do livro é. E se
entender dono das letras em sua cozinha.
Dançar o nome em sete sapatos limpos para domingo.
Dançar o nome com a mulher nhora dele: a mulher no seu coração
tempestade e ciranda.
Dançar o nome com o braço na palavra berço.
Árvore de Arthur Camilo
1/ TRONCO
Meu pai se chamou Camilo
na chuva dos dias quebrados
conheceu minha mãe Felisbina.
Minha mãe não sei de onde veio
sua vida permaneceu comigo
o riso mais tarde é que veio.
Meu pai se chama Camilo
e na sombra dos dias perdidos
encontrou minha mãe Felisbina.
2/ Companheira
Camelinda da Bela Vista
dançarei por você no Congo.
Carmelinda da Bela Vista
serei moçambiqueiro
o rosário inteiro nas mãos.
Carmelinda da Bela Vista Gira caixa, Congo
cruzarei porteira de frente. Gira gunga, Maçambique
Carmelinda da Bela Vista
passarei ponte de noite
para ver você dormir.
Carmelinda da Bela Vista
levarei candombeiros.
Carmelinda da Bela Vista
as guardas a estão buscando
com olhos de meu coração.
3/ Arturos
Viverei até quando.
Os vassalos seguram o Congado
o tempo responde por todos.
Viverei até quando.
Peço aos meninos: não saiam
guardem os ossos no canto.
Viverei até quando.
Deixo o siso na memória
o grito no chitacongo.
Livro da irmandade com as palavras sobre vivas à devoração do monstro esquecimento
1. Bichos e plantas
O maribondo em tempo de oferenda.
O baru instruído na linguagem de morcegos e bois.
Um moringa de três caras onde a miséria
governa.
A siriema intrigada com o engenho.
O dicionário das forquilhas com tantos verbos.
A garganta do guará.
A trançage mais senhora que o céu.
Esses negócios de mesa como jarro e de fiação: cardo e carda,
cadeira e costela.
O olho do guará antes da morte.
E depois da morte amuleto.
Um pequizeiro no pensamento do amarelo.
As unhas como enxadas e esses aparelhos que dão no terreiro,
na estrada: em vereda.
O calango escolhido a dedo.
A santura selvagem do cipó são joão.
Um fogão vermelho.
E o mau-olhado no olho do guará morto.
2. Santas e santos
O milagre é menor que sua leitura, como o ferimento na claridade.
Quem sarar pode é santa e santo.
Com benzedura o instruído escreve itinerário para cobras:
medir no campo onde a vista alcança, se valo tiver,
ir na beira, olhar fundo e conferenciar.
E morar com a sombra de si: no cerrado, na loca.
E prever o gado morto sob a chuva.
E comer fubá-tijolo, da água-sangue ouvir.
E tomar o gato, rir nos olhos dele. Ver o milho plantado no
seu escuro sob a gameleira.
Santa e santo são assim: o compreensível e o não das coisas.
Apartados do resto, o resto bem feito de tudo.
Milagre recorda o fazer santa e santo, no derrubar menina de
árvore, no sangrar dez noites sem morrer o mestre folião.
Depois é só a leitura dos acontecidos.
Que também Deus nisso tem interesse.
3. Homens mulheres e rodas
Lica e Zé da Ernestina na barca de sua varanda.
O Divino Espírito Santo à espera do benzedor que se consagra e cura.
A esposa s’admira.
Nélson de Jacó. Terezinha de Nélson de Jacó. Jacozinho e Ana
e Raquel de Terezinha de Nélson de Jacó: O que soube tudo quando
morando no Calabouço.
Dorva e Domingos e Dominguinho. O tempo de escravo demudado:
marujo do rosário levanta guarnição e louva.
Mama Kitaia Calunga Lungara.
E a roda engravida como árvore de nomes. Lucas e Dante, Zacaria
e Cenira, Honorina, João e Pedro. A bíblia dos escassos.
Ausente
As meninas do Ausente
não têm espelho.
A cama onde sonham
dorme sobre forquilhas.
Essa como tantas
heranças vindas do mar.
Um mar que se encapela
para chamar Calunga.
Não foram às aulas
as meninas do Ausente.
Sua geométrica sintaxe
mede-se como fortuna.
Há muito sangue
nos campos avaliados.
Não pergunte no Ausente
pelo ouro das grupiaras.
As meninas do Ausente
se olham por modelo.
Que nelas tudo é ordem
de águas sobre lajedos.
E de amor que tange
seus bois e sua roça.
As meninas o sabem
sentindo como presença.
Ora na foice do vento
ou no teatro da nuvem.
De suas ondas formando
um oceano e outro.
Tempo presente
Os negros de Serro
e Diamantina
estão conluiados.
Largaram as minas
por compromisso
também os roçados.
Há palavras
como silêncio
pelas esquinas.
Os ricos de soslaio
espiam das sacadas.
Dizem vem reforço
da guarda nacional.
para fazem sem efeito
o que não morre de fato.
Esse levante de mito.
O segredo
anda como rio
escrito nas portas.
O que tenho lido
são grandes idéias
de quebrar até a rima.
Vão mudar o regime
pai da miséria.
Erguer a cabeça acima
da coroa sem nome.
Fazer novo direito
para direito de todos.
Vão iludir as lavras
ficar nos passeios
olhando a vida.
Vão dizer pudera
nosso sangue é nosso.
Os negros do Serro
e Diamantina
estão conluiados.
Que vocabulário
deixaram para uso
não à tirania
viva Rainha de Congo.
A santa seu rosário.
Músico morando sozinho
Músico morando sozinho
a si também absorve.
Na reza dessa lógica
que move o movimento.
A ele correm espíritos
segundo o repertório.
Tanta música estampe
ao rés dos músculos.
Convergem em si notas
todos os incêndios.
Inda mais quando ele
explora os silêncios.
Silêncio nas cordas
como se esperasse.
A ele correm espíritos
com não instrumentos.
E quanto som se perca
mais puro resultado.
De canção ou negócio
que em zero ficasse.
O no jardim de seo biano
O árvore glabro monta lição de ossos: quando o negra
pássaro pousa é varanda.
Na presença deles o menino sabe o pião mas nunca o sapato
que o faz parar. Árvore verbi nigra pássaro sobre o pião e o
menino rodador.
Se o pássara nigro bandeia o árvore varanda com vento só.
O menino-pião descobre o terreiro vazio a morte nele: e
o carro medonho a caiar de fogo.
E a morte em guarda escatungandém escatungandém. A
redonda voz da morte-mor.
E o menino infirmo na vó lembrança do pássaro glabro em
árvore negra escapole à carniça da morte mó. E sabendo
sua graça continua menino.
O que vai à festa maior.
O corpo
Ainda está lá, apesar dos anos. De um lado a outro, desvia-se das pedras, toca as margens cada vez mais humano. A roupa se desfez, os sapatos, o que havia nos bolsos. Nada restou, mas o corpo flutua alheio à chuva, ao vento, à vingança. Há muito nos povoa, suas rugas não pertencem ao tempo de seu sacrifício. São de agora, nos interrogam. Que fazer desse corpo que não sabemos de onde veio e se instalou em nós?
Sílaba
Outra língua alicia o palato, não se quer instru-mento de suicídio. Não pode ser engolida para selar o desejo. É para uso desobediente, sendo mais livre quanto mais nos pertence. A essa língua não se veda o devaneio, uma vez afiada a vida é tudo o que se queira. Não está na boca e nela se arvora. Testa o sentido, duvida de si mesma. Vai ao baile, está nua ao meio-dia. Não é língua do suplício nem do vexame, desenrola os signos e se pronuncia.
Festa
1.
m. satã delicado não foi
o chapéu de sua alma o vermute
o sangue de que morreu
festa acabada músicos a pé?
a dor sentou no gim
mas todos vão de enfiada
na lira dos metais
2.
eu deveria ter os nomes
as das mulheres feições
os dos mortos paletós e echarpes
aberto o salão
cada um e a miséria de seu carro
a morte galã
e a alegria rascante
e a impiedosa visita nas canções
de deus
3.
enquanto dobramos a história
de m. no elite
nasci sem pistas do que achar
tive dez pernas o fino
no fogão maginot o
o bonde comeu da esquerda
com cinco pernas dama nenhuma
dançar comigo não vai
4.
o t. que transvira o jazzband
mudou residência
vemos o camiseiro
e a grinalda
quem veste abeto
não entra
esse lado do céo
pois dancem aos
poucos o número
é claro
5.
o baterista da euterpe
em dizendo
isso é que é
deu sustento para solar
se o presente do finado
cariou por baixo
e os pequenos têm um cabide
sem ponche
o baterista o que dizer valeu?
6.
os dados cada sorte seu consorte
a polícia e o amigo na transversal
do sol
éle monken ao volante
a festa vai alta o caoberdiano
a dor jejuando-lhe os olhos
dobramos a morte rezando
aos lamantins
7.
a inconsolável vemos
tomar metal de quem mandava
o solo é de matar
a festa no que se vê
a morte querem aplaudir
e dizer dos belos blues
os que celebram são essa linguagem
vá lhes torcer o colarinho
e o deus insólito pondera
– o que danças
Homeless
Cartografía I
o cultivo no mar
é devoração
: a cada movimento
de escuna
um fruto se desgasta
para intuir
a empresa que dirige
esse campo
é urgente revolvê-lo
desde a medula
– à superfície
o rascunho dos embates
revela muito &
pouco sobre o inferno
submerso
a palavra-sonar
traz à tona
o espólio que, um
dia corpo,
atravessou o próprio
meridiano
: para esse o
esquecimento e a sede
como sinais
ou nomes
em outra
sintaxe figurados
Manhã
: antes que o fisgo
anuncie a tartaruga reagimos
à exigência do barco
ainda se escuta
o ranger da árvore-mãe, o crepitar
sob os machados
– estávamos cegos de frio
e receosos
da agressão que os deuses fariam
explodir do lodo
ao longe, porém, via-se o barco
não os fungos
e o armazém de insetos
atacamos
cientes de que a árvore
nos restituiria
o ferro
de embaraçar a caça
o tronco aguilhoado arrastou
meditações da flora
farpas
que desequilibram a proa
daí a guerra para tirar
o fisgo
levar à praia os homens
e não morrer na tartaruga
que matamos
– estávamos cegos, diz
o timoneiro
éramos da terra, naquele dia
agora o mar
nos caleja o fígado
Colisão
o interesse dá sinais
de uma ilha
onde as vontades
aportam
para a separação
: a máquina
despedaça os ânimos
o que entalhamos
na árvore
abdicou de seu êxito
(não fomos rendidos
pela espreita?)
mas certa linguagem
redimiu-nos
o barco que se impôs à orquídea
trepida
antes de esmorecer
não sabe se morrem em si
o mar
e o continente
: a máquina
não distingue mutilação
fustiga a tartaruga e o fêmur
de quem a raptou
a voragem muda de fábrica
também os ofícios
& rendimentos
as regras
& mercadorias
os contratos
& palavras
a máquina não se prende ao porto
nem aceita a convenção
das cartas
território em si mesma
já não devora
os escalpos
: a máquina
em nova política, administra
Navio
: a máquina são várias
como os seus nomes
alianças
& cálculos
: a que ora se apresenta
é um útero às avessas
um feto trocado
por fumo e aguardente
bóia
alheio ao mercado
há quem o destine à roça
quem o excite
para a fuga
nos porões da máquina
vegeta
contrário ao que era
a máquina mesma
pouco revela de si
– navega por que prêmios
sua rota
vale a pena?
quanto mais se lava
maior custo
gera em seus lucros
: a máquina
se expande
a golpes e cólicas
a cada ângulo
um zero
ressecando as costas
um piercing
em acusação às ideias
a máquina se ilustra
de anfíbios
mas não explica
suas divergências
(ventre
de morte,
país
de muitas
línguas)
o exílio é um saldo
na linguagem
o que resta do mar
se mistura à saliva
no convés tudo
comunica
o parcial desembarque
(uma vez
em curso
aportar
é a passagem)
os que estiveram
na máquina trazem-na
em quebra-cabeças
: são várias
e fendem na página
a migração
da sintaxe
Linguae
o mundo parece
outra figura
se aceitamos
o verbo sem contrário
mas se o
vivido dispara
o míssil
das perguntas?
cabemos
no idioma a que não
se ajusta
o país de húmus?
esse idioma
percorre os artelhos
do que
falamos?
: eu memo
é cariocanga
(i circle
the nameless
body)
: eu memo
é capicovite
(glasses are shining
i know
nothing
catch
nothing)
: eu memo
é candandumba
serena
(but it is silence
offered up
the ring)
la pierre de notre
origine
s’aniquile
mais
je suis un autre
avec
ma parfaite
hallucination
a pronunciar
uma nova
espessura
àtòrì àtòrì
bá organiz
mi e
to a
iyè minha
tèmi própria
fún memór
mi ia
et avec une seule
possibilité
: render o medo pois
os ìsìnkú
fantasmas òrun
nunca kì
comem í je
obì obì
torrado súnsun
no n’
fogo íná
: en la lengua
florece
su atrocidad
a punto
de hacer del cuerpo
una fiera
para sí mismo
légun légun
kúrò kúrò
bá ajude
mi -me
lé a
ìsìnkú afugentar
órun os
lo fantasmas
when
it
rains
five
days
and
the
skies
turn
dark
as night
(não) atinamos
em que
registro
trafega a nave
: la chose la plus claire
en este huracán
are the spaces between
the words
o que me impede
de ser
apenas extensão
da máquina
et me laisse comme
les travaillers
que negocian
la tempestad
ombera
tutimba
ô calunga
ô tomara
ô tavira
: a máquina
devorada não
se extingue (espreita
da ferrugem)
o país de uns
& outros
desde o convés
se enerva
desde a linguagem
– diria,
quem está
em silêncio
Cartografía II
o norte é labirinto
ainda que o mar
se resolva
em continente
e o continente vertido
em corpo
se admire da própria
ganância
: à superfície
os embates são fábricas
de artifícios
e mortos
o que foi lançado
às ondas
sobe ao maxilar
da história
mas por si não
reinventa a máquina
é preciso revolver
o eclipse
que serviu
de leme à barca
e de venda
aos embarcados
: para o norte outro
norte
como se a viagem não
fosse cárcere
e a rota
do sangue sobrenome
escárnio
como se a caverna
(onde a razão
matura)
não fosse a boca
do monstro
: ao norte a
desorientação e o
sigilo
os ossos do ofício
a memória
coleciona lapsos
por isso
assaltá-la com
a linguagem
extraída a fórceps
do mar
: ao norte
uma acareação
de ostras
até que o exílio
finde
& a máquina
soe
música, outra que
não a morte