12 + 1 poemas de Ana Martins Marques

 

Por: Ana Martins Marques*

Curador de la muestra: Fabrício Marques

Traducción: Julia Sanches

Crédito de la foto: Rodrigo Valente

 

 

12 + 1 poemas de Ana Martins Marques

 

 

Ancla

 

El sol recorre

toda la extensión de un muro

 

Rayas en el paisaje

escrito a lápiz

 

La calle empieza en la escritura –

esta en la que te sigo

 

Este poema es un ancla:

para que te quedes siempre aquí

 

Pero huyen las horas sin caricias

horas que son como una pecera sin peces

 

Mi mano cubre la tuya

con su sombra

 

Este poema, pesado, se hunde.

 

 

 

mesa

 

más importante que tener memoria es tener una mesa

más importante que haber ya amado algún día es tener

una mesa sólida

una mesa como una cama diurna

con corazón de árbol, de bosque

es importante en cuestiones de amor

no meter la pata

pero más importante aún es tener una mesa

porque una mesa es como un suelo que apoya

a los que aún no se han caído del todo.

 

 

 

Iceberg

 

Nuestra infancia se separó de nosotros

como un iceberg

que miramos alejarse

lentamente

el brillo ciego del hielo contra el sol

y todo lo que dicen que hay por debajo.

 

 

 

Diario (verano de 2007)

 

día 5

 

llegamos tarde, la casa desordenada

y sucia (alguien dijo: el olor de mar

come como un animal)

en vez de limpiar, nos sentamos en el suelo,

abrimos botellas

bebemos casi en silencio

hasta agotar

la noche.

 

día 7

 

me despierto muy temprano para ver

los peces muriendo plateados

sin gritar

imagino cosas que ni las redes

capturan

de noche, acostada en la playa

veo fuegos de artificio

ardiendo sobre el mar.

 

día 8, mañana

 

un gato cruza el patio

decido que ya no te amo

las fotos del mar nunca quedan bien.

 

día 9, tarde

 

subrayo en el libro una frase sobre peces voladores

este libro nunca acaba

cocino patatas, duermo la tarde entera

ya no te amo.

 

día 10, mañana

 

las casas cercadas bordean la playa

huertos imposibles

esconden pájaros roncos

de todos modos no hay nada en esas casas

para apaciguar el miedo

qué tristes son estos jardincitos de arena

 

día 11, tarde

 

espero a que todos se vayan para vivir

en fin

en la casa vacía.

 

día 13, mañana

 

todos se enfadan cuando digo

que hoy tampoco iré a la playa

sobre todo F.

les presto la cámara a los niños y les pido

fotos del mar.

 

día 14, mañana

 

mientras leía en la terraza

varios caballos pasaron frente a la casa

caballos negros, robustos, rápidos

a ellos les preguntaría

qué hacer de mi deseo

 

día 17, noche

 

cigarros & cigarras

por un momento

recuerdo qué simple y alegre era amarte

todavía es tarde

en las fotos.

 

día 18

 

hoy la lluvia

lava los platos.

 

día 19

 

estuve todo el día mirándome las manos

las coloqué al sol

para que se quemaran con una luz limpia

todo lo que toqué no fue feliz

ganas de herirme, de cargar cosas pesadas.

 

día 20, mañana

 

en la playa encuentras una de esas estrellas redondas

voy a mostrársela a los niños

para probarles que el mundo es extraño

nos sentamos juntos y de repente

nos reímos, de nuevo entregados

a la feliz costumbre de las palabras.

 

día 21

 

aún no han notado que ya no te amo

caminamos toda la tarde

el enorme mar desenfocado por detrás.

 

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Archipiélago

 

Él es la isla.

Entre nosotros, el agua duerme

llena de corales, erizos,

peces sin ojos.

Soy yo la isla.

Entre la noche de sargassum

y el día de coral,

recojo del mar infinito

una sed infinita.

Medimos la distancia,

nos hacemos señales,

escribimos cuidadosamente

la palabra que

en una botella

se lanza al mar

para la lectura de las sirenas

o para la ciencia de la sal.

 

 

 

6 posturas para leer

 

en la cascada

 

Cuando el cuerpo por fin se acomoda

en la piedra caliente

abre

un libro mineral

con la atención dividida entre el cielo y las letras,

que el sol nubla,

y la página se vuelve blanca

como el agua.

 

en la cama

 

La relación entre la lectura y el sueño

está por estudiarse.

Ambos exigen una especie de concentración

al revés.

En ambos uno piensa

el pensamiento de otro.

Ambos se hacen mejor en la cama.

La posición no siempre es cómoda,

pero la comodidad no lo es todo.

La relación entre la lectura y el amor

está por estudiarse.

 

en voz alta

 

Un ejercicio de voz:

cuerdas y musculatura

para

atrapar al vuelo

las palabras,

que – de nuevo sueltas en el aire –

rápidamente

pasan.

 

en el tren

 

Un libro que viaja corta el paisaje

(un meridiano)

por la ventana se escriben ciudades rápidas

mientras corro a vivir

lo que aún no he leído.

 

a alguien

 

te leo

estas palabras

que no son mías

ni tuyas

pero desde ahora

nuestras

te leo

para alargar el desierto

de lo que somos

de lo que tenemos

para perder

te leo para impedir

que escribas

para no estar

en fin

solos

te leo

nombres

sueltos

escritos para otros

pero desde ahora mismo

para nosotros.

 

en la playa

 

Cuando se confundan la arena y las letras y el ritmo de las olas se imponga al ritmo de las palabras y cuando las nubes se paseen por las páginas y cuando tengas en las manos un libro caliente habrás leído.

 

(De A vida submarina, 2009)

 

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Acantilado

 

Hoy tuvimos

un día despejado

caminamos y comimos

en silencio

 

buscamos el punto más alto

de la ciudad y hablamos

sobre una casa

que no se construirá

 

hablamos sobre esa casa

plantada en los acantilados

abierta

a los gritos del mar

 

hablamos

de esa casa

cada vez más improbable

dónde ninguno de nosotros vivirá

 

volvimos en silencio

yo pensando en ciertas criaturas

que sólo se aparean

con dificultad.

 

 

 

El descubrimiento del mundo

 

Intento alcanzarte

con palabras

con palabras

conocerte

 

como quien

con una linterna y un mapa

cree empezar

a descubrir el mundo

 

me levanto

estoy sola en la oscuridad

con los dos pies

en el cemento frío

 

(¿dónde estás

en lo que escribí?)

 

 

 

Fotografía

 

Enmarqué

una fotografía tuya

en esta misma sala:

sentado en el sillón

rojo

levantas los ojos del libro

fingiendo haber sido sorprendido

 

A una cierta hora del día

cuando la luz se inclina

y los colores

caen dentro

de sí mismos

te pareces

a ti.

 

 

 

Naufragio

 

De dentro de la noche

la ciudad

expulsa automóviles

sirenas perros inquietos

gallos prematuros

 

pero lejos

lleno de plantas que son piedras

que son flores que son bichos

el mar golpea

contra la playa

 

alrededor de la cama

como de un barco partido

nuestra ropa nuestros cigarrillos

nuestros libros se ahogan

en seco

 

 

 

Cinema

 

Encontramos en la calle

una fila de sillas

de un cine antiguo

las llevamos a casa

las pusimos en la terraza

nos pasamos toda la tarde

bebiendo y fumando

viendo pasar

un día cualquiera

 

 

 

A un paseante

 

Eres

el que pasa

y deja

su rastro

el lugar

imantado

por el hecho

de que

en él

hayas

estado

 

 

 

Nosotros

 

Y aquí

estamos

yo

pronombre

pronombre

en lugar de

nosotros

 

(Ardiendo

busco tu cuerpo

pero sólo encuentro palabras:

estas)

 

(De Da arte das armadilhas, 2011)

 

 

 

 

 

*(Belo Horizonte-Brasil, 1977). Licenciada en Letras con maestría en Literatura brasileña por la Universidad Federal de Minas Gerais. Obtuvo el premio Biblioteca Nacional de Brasil (2012). Es redactora y revisora en la Asamblea Legislativa de Minas Gerais. Ha publicado en poesía: vida submarina (2009), Da arte das armadilhas (2011) y O Livro das Semelhança (2015).

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(Poemas en idioma original)

 

Iluminias
Crédito de la foto: Rodrigo Valente

 

12 + 1 poemas de Ana Martins Marques

 

Âncora

 

O sol percorre

toda a extensão de um muro

 

Riscos na paisagem

escrita a lápis

 

A rua começa desde a escrita –

esta em que te sigo

 

Este poema é uma âncora:

é para que você fique sempre aqui

 

Mas fogem as horas sem carícias

horas que são como um tanque de peixes sem peixes

 

A minha mão cobre a sua

com sua sombra

 

Este poema, pesado, afunda.

 

 

 

mesa

 

mais importante que ter uma memória é ter uma mesa

mais importante que já ter amado um dia é ter

uma mesa sólida

uma mesa que é como uma cama diurna

com seu coração de árvore, de floresta

é importante em matéria de amor

não meter os pés pelas mãos

mas mais importante é ter uma mesa

porque uma mesa é uma espécie de chão que apoia

os que ainda não caíram de vez.

 

 

 

Iceberg

 

Nossa infância separou-se de nós

como um iceberg

nós a olhamos afastar-se

lentamente

o brilho cego do gelo contra o sol

e tudo o que dizem que há por baixo.

 

 

 

Diário (verão de 2007)

 

dia 5

 

chegamos tarde, a casa desorganizada

e suja (alguém disse: a maresia come

como um bicho)

em vez de limpar, sentamos no chão,

abrimos garrafas

bebemos quase em silêncio

longamente

noite adentro.

 

dia 7

 

acordo bem cedo para ver

os peixes vão morrendo prateados

sem gritar

imagino coisas que nem as redes

capturam

à noite, deitada na praia

vejo fogos de artifício

queimando sobre o mar.

 

dia 8, manhã

 

um gato atravessa o pátio

decido que não te amo mais

nunca ficam boas as fotografias do mar.

 

dia 9, tarde

 

grifo no livro uma frase sobre peixes voadores

esse livro nunca acaba

cozinho batatas, durmo a tarde inteira

não te amo mais.

 

dia 10, manhã

 

as casas cercadas beiram a praia

pomares impossíveis

escondem pássaros roucos

de qualquer forma não há nada nessas casas

para apaziguar o medo

como são tristes estes jardinzinhos de areia.

 

dia 11, tarde

 

espero todos irem embora para viver

enfim

na casa vazia.

 

dia 13, manhã

 

todo mundo fica irritado quando digo

que novamente não vou à praia

F. em especial

empresto a máquina para as crianças e peço

fotografias do mar.

 

dia 14, manhã

 

lendo na varanda

vários cavalos passaram em frente à casa

cavalos negros, sólidos, rápidos

a eles eu perguntaria

o que fazer do meu desejo.

 

dia 17, noite

 

cigarros & cigarras

por um momento

recordo como era simples e alegre te amar

ainda é tarde

nas fotografias.

 

dia 18

hoje é a chuva

que lava os pratos.

 

dia 19

 

passei quase todo o dia olhando as mãos

coloquei-as no sol

para que se queimassem de uma luz limpa

tudo o que toquei não foi feliz

vontade de me ferir, de carregar coisas pesadas.

 

dia 20, manhã

 

na praia você encontra uma estrela das redondas

vou mostrar às crianças

para provar que o mundo é estranho

sentamos lado a lado e de repente

estamos rindo entregues de novo

ao hábito feliz das palavras.

 

dia 21

 

ninguém ainda reparou que eu não te amo mais

caminhamos a tarde toda

o grande mar desfocado por trás.

 

 

 

Arquipélago

 

É ele a ilha.

Entre nós, a água dorme

cheia de corais, ouriços,

peixes sem olhos.

Sou eu a ilha.

Entre a noite de sargaço

e o dia de coral,

recolho do mar infinito

a sede infinita.

Medimos a distância,

fazemo-nos sinais,

escrevemos com cuidado

a palavra que

numa garrafa

se lança ao mar

para a leitura das sereias

ou para a ciência do sal.

 

 

 

6 posições para ler

 

na cachoeira

 

Quando o corpo finalmente encontra lugar

na pedra quente

abre

um livro mineral

com a atenção dividida entre o céu e as letras,

que o sol ofusca,

e a página torna-se branca

como a água.

 

na cama

 

Os parentescos entre a leitura e o sono

estão por ser estudados.

Ambos exigem uma espécie de concentração

às avessas.

Em ambos pensa-se em nós

o pensamento de um outro.

Ambos se fazem melhor na cama.

Nem sempre a posição é confortável,

mas o conforto não é tudo.

Os parentescos entre a leitura e o amor

estão por ser estudados.

 

em voz alta

 

Uma ginástica da voz:

cordas e musculatura

para

apanhar no voo

as palavras,

que – de novo soltas no ar –

rapidamente

passam.

 

no trem

 

Um livro em viagem corta a paisagem

(um meridiano)

pela janela se escrevem cidades rápidas

enquanto corro a viver

o que ainda não li.

 

para alguém

 

Leio-te

estas palavras

que não são minhas

nem tuas

mas desde agora

nossas

leio-te

para alargar o deserto

do que somos

do que temos

a perder

leio-te para te impedir

de escrever

para não estarmos

enfim

sós

leio-te

nomes

soltos

para outros

mas desde já

para nós.

 

na praia

 

Quando se confundirem a areia e as letras e o ritmo das ondas se impuser ao ritmo das palavras e quando as nuvens passearem pelas páginas e quando tiveres nas mãos um livro quente terás lido.

 

(De A vida submarina, 2009)

 

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Falésias

 

Hoje tivemos

um dia limpo

caminhamos e comemos

em silêncio

 

buscamos o ponto mais alto

da cidade e falamos

sobre uma casa

que não será construída

 

falamos sobre essa casa

implantada nas falésias

aberta

aos gritos do mar

 

falamos

dessa casa

cada vez mais improvável

onde nenhum de nós vai morar

 

voltamos em silêncio

eu pensando em certos bichos

que só se acasalam

com dificuldade

 

 

 

A descoberta do mundo

 

Procuro alcançar-te

com palavras

com palavras

conhecer-te

 

como quem

com uma lanterna e um mapa

crê empreender

a descoberta do mundo

 

levanto-me

estou sozinha no escuro

com os dois pés

no cimento frio

 

(onde estás

no que escrevi?)

 

 

 

Fotografia

 

Coloquei no quadro

uma fotografia sua

nesta mesma sala:

sentado na poltrona

vermelha

você levanta os olhos do livro

fingindo ter sido surpreendido

 

A uma certa hora do dia,

quando a luz se inclina

e as cores

caem para dentro

de si mesmas

você se parece

consigo

 

 

 

Naufrágio

 

De dentro da noite

a cidade

expele automóveis

sirenes cães inquietos

galos prematuros

 

mais longe

cheio de plantas que são pedras

que são flores que são bichos

o mar bate

contra a praia

 

em torno da cama

como de um navio partido

nossas roupas nossos cigarros

nossos livros afogam-se

a seco

 

 

 

Cinema

 

Encontramos na rua

uma fileira de cadeiras

de uma velho cinema

levamos para casa

colocamos na varanda

passamos toda a tarde

bebendo e fumando

assistindo passar

um dia qualquer

 

 

 

A um passante

 

Você é

o que passa

e deixa

seu rastro

o lugar

imantado

do fato

de que

nele

você

tenha

estado

 

 

 

Nós

 

E cá

estamos

eu

pronome

tu

pronome

no lugar de

nós

 

(Ardendo

procuro teu corpo

mas só encontro palavras:

estas)

 

(De Da arte das armadilhas, 2011)

 

 

 

 

 

*(Belo Horizonte-Brasil, 1977). Graduada em Letras, tem mestrado em literatura brasileira pela Universidade Federal de Minas Gerais. É redatora e revisora na Assembleia Legislativa de Minas Gerais, e autora de vida submarina, Da arte das armadilhas (vencedor do Prêmio Biblioteca Nacional em 2012) e O Livro das Semelhanças.

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