Hace algunos días falleció el poeta chileno Armando Uribe Arce. La pérdida es sensible, no sólo por la calidad de su poesía y ensayos, sino por su la crítica que realizó siempre al régimen dictadorial de Pinochet y a su vocación por intentar lograr mayor justicia social en su país natal.
Sin duda, no hay mejor homenaje al poeta que leerlo. Gracias por la poesía, Armando.
Por Armando Uribe*
Crédito de la foto www.concierto.cl
In Memoriam Armando Uribe.
Breve selección de poemas
NO TE AMO, amo los celos que te tengo,
son lo único tuyo que me queda,
los celos y la rabia que te tengo,
hidrófobo de ti me ahogo en vino.
No te amo, amo mis celos, esos celos
son lo único tuyo que me queda.
Cuando desaparezca en esos cielos
de odio te ladraré porque no vienes.
SOY POBRE COMO LA RATA
Triste como tía
y toco esta corneta de cartón de cumpleaños
de pequeños deformes
Y la guitarra del cielo suena sola
Con la indolente angustia de la noche
Y las palomas de las oraciones
Vuelan cenizas por la tierra muda.
YO, DE POETA, fui prosaico
desde joven y hasta de viejo,
me contentaba el entrecejo
fruncido, y el aire de arcaico
que la fealdad adorna al uso
de otro mundo dado, susodicho.
MUY INFERIOR A LOS POETAS
menores de las pléyades o siglo
de oro –inferior a las eras de plata,
yo, poeta del tiempo de la herrumbre,
no canto: balbuceo en el derrumbe
de la gran obra que nos hace falta,
sin conocerla, con sigilo
buscándola lleno de pïetas.
Críticas a la vida sexual
Ciudades complicadas y secretas
y los terceros pisos en penumbra!
Libros de estampas japonesas,
Grabados en los muros, y abanicos,
Borlas de terciopelo y correas de seda,
Espejo grande oblicuo.
Amarrada a los pulsos, de los pies amarrada.
Sonrisa dolorosa con rouge color violeta.
Y la grupa es un grupo de amores que retozan
Con suaves movimientos de caballo las crines al aire del aliento.
Crimen de la virtud y delicia del vicio,
Anchas manchas violáceas, moretones
Dulcísimos, saliva como jugo
De agua marina, joyas en anillos
plateados, instrumentos de torturas
vehementes, el sol nos deja ciegos
con su relámpago y su rayo que desnuca.
Críticas de miedo
Los muertos que fuimos ya se aburrieron
de estar muertos. No renacimos sino que nacimos
mal hechos unas furias, maltrechos y con caras
de ningunos amigos de nadie en absoluto.
En eso estamos. Nos barrieron
debajo de los pies con escobas de arbusto.
Luego después de lo cual nuevamente nos fuimos
a las regiones lóbregas desde donde apagamos
… las lámparas.
NO COMPRENDEÍS AÚN la vida,
¿cómo querríais comprender la muerte?
Empezad por la vida. Está compuesta de esta
incomprensión. La pregunta atrevida
no la perturba. (Desperécela y vierta
en su útero). Dormid con ella siesta.