Texto y selección de poemas Yulino Dávila*
Crédito de la foto (Izq.) Ediciones de la Rosa Cúbica/
(Der.) www.3ammagazine.com
El extraño caso de Max Blecher
Max Blecher (Rumanía), nació en Botosani el 8 de septiembre de 1909 y falleció en Roman el 31 de mayo de 1938. A los 19 años enfermó de tuberculosis ósea y ésta lo mantuvo inmovilizado en un corsé de escayola hasta su muerte, como una crisálida siempre a punto de partir. La paradoja como forma de vida.
Un caso extraño y de dolorosa existencia. Su poesía se mueve como un funámbulo entre una suerte de surrealismo y su insólita visión del mundo, que lo emparenta con Kafka, con el absurdo de Ionesco, lo mismo que con los existencialistas: potente cóctel.
La desazón de la orfandad, como judío en el tiempo que le tocó vivir, lo hermana con Paul Celan.
Max Blecher, gran poeta de culto a pesar de que sus libros de prosa gozaron de mejor fortuna, su poesía, aunque poco conocida, ha quedado para los iniciados. Ahora puede ser un buen momento para que la disfrute un público más amplio.
Noviembre, 2016
15 Poemas de Cuerpo transparente (2008)**,
de Max Blecher
A Marie
A modo de introducción
Palabras aves con alas de sangre
Palabras volando enloquecidas por los aposentos del corazón
Animales a veces con transparencias de cielo
Ramos de mundos astrales (cometas con cabeza danzarina)
Flores extrañas perfumando el cerebro
Esbozando una sonrisa o afirmando de alegría
Apariciones y desapariciones en la oscuridad de los días
O águilas aleteando blancas sobre las montañas del sueño
Vitrinas lunares con ángeles y sables
Con lobos, con ciudades, con navíos, con cabellos de mujer
Palabras, dibujos indescifrables de esta escritura
Como mis manos, como tus ojos cerrados.
Eternidad
Los pasos conocen nuestro abismo
El cuerpo pasea nuestro cielo
La tormenta va dejando pedazos de carne
Cada vez más difusa cada vez más lejana
Hay un principio de azul
En este paisaje terrestre
Y otro vindicador
Como un dedo amputado
Tan sólo ves es una mujer dando vueltas
Como un huso
Y copiando su delta
En el delta de las aguas.
Poema
I
Tu mirada interior lleva una barca y me la envía
cargada de terciopelo de ojos negros y diamantes
menudos de tantos sueños y tantos abismos ayer al anochecer
se ahorcó un ángel en un momento de felicidad
y sus alas caídas chirrían bajo tus pies en
la nieve cuántas flores cuántas ramas cuántos dedos.
II
El vestido del mar en la concha del zafiro mueves o deslizas
navío o acróbata, tú, río vertical con la diadema
del pelo azul cascada de helechos y de gritos
y de pronto un cristal se inclina, cambias tus transparencias
y eres una mujer muerta un fantasma con el vestido del mar
en la concha del zafiro, la palmera extiende el brazo y te
saluda, los buques transportan tus andares y las nubes
tu belleza hacia el crepúsculo.
El caballo
A Sasa Pana
Con la medida del orgullo en el heno
Por un sendero como una hebra en el sol
Se alza del suelo y al despegarse del suelo
Copos de tierra lo cubren de nieve bajo los cascos en el azul
Como una vela en el mástil
Del día
Inclina la crin abanico al cielo
El caballo es la mujer de agua camafeo
Con pechos de nubes
Con el gesto real como una zarpa
En el cerebro
Y bandera en el sueño descolorido de la muerte
Isla en la mañana locura fría
Como una gota de mercurio en la alfombra.
El caballo entra el caballo sale
Entre los árboles frutales
Con orejas de aire
Y pendientes de gorriones
El caballo galopa hacia el mundo
Andadura
A Pierre Minet
Siempre hacia adelante las sombras de mis pasos mueren
Como la trayectoria de un cometa de oscuridad
Y el asfalto a mis espaldas me suprime
Con todo lo que he sido y todo lo que he pensado
Como un prestidigitador
Destinado a escamotearme la vida.
Hay una sucesión correcta de casas
En este camino que no obstante
Ha de significar algo
Hay un cielo sin color sin olor sin carne
Sobre mis pasos sin importancia
Con los ojos cerrados ando en una caja negra
Con los ojos abiertos ando en una caja blanca
Y por más que me esfuerzo por entender algo
Enormes martillos me parten en la cabeza todos los pensamientos
En la orilla
Esto es lo que verás en el mar
Buques como cabezas de ahogados con el cigarrillo aún en la boca
Soñando y fumando navegan a Estambul
En la orilla hombres como suicidas que se han librado de la muerte
Soñando y fumando pasean al atardecer.
Materializaciones
Ojalá me dejara el día una piedra en una caja
Y una mariposa de oro en el cristal de vidriera
Ojalá de carámbanos de fiebre me dejara la noche
Un puñado de cristales, de sueños una muñeca
Ojalá tuviera objetos con vida en el corazón
Y pensamientos de seda y recuerdos de cristal
De tus visitas querría pulseras de sangre
El collar de una sonrisa y el anillo de un momento.
Pastoral
Hay una extensión de plantas con dedos de agua
Bébetela y mira
Las sayas de encaje de la leche cruda
Los gigantes subterráneos se han ahogado en el azul
Y los lagos bocas abiertas se han petrificados
Cuatro bueyes debajo de un árbol, desafiando la realidad
Se ponen de rodillas y se adornan los cuernos
Con flores de mandrágora
Pasa por las nubes la perfección del llanto
Y los corderillos maman en las ubres de la lluvia
El planeta del sueño se extiende por los campos
Por la onda del manantial corren los últimos reflejos
Como las últimas palabras lúcidas de un moribundo
Mientras tú embrujas, veo
Con los huesecillos ornamentales y fatales de
Nuestro amor.
Amor Falena
A Geo Bogza
Amor falena de los puertos negros
Luz perfumada de los vastos trópicos
Pensar largo y sereno, rayo de luz, hiriente como el mar
Y el horizonte en llamas cerrado como una trampa
Amor urbano de sombras en calles con reverberos
Con palabras secretas en la muerte enterradas
Hojeando lentamente álbumes inútiles
Amor de tarde en inconcretas habitaciones cerradas
Amor con olor acre de barro y de semillas
Bajo la hierba como un caballo en el verano preñado de trigos
Amor llorado en pañuelos o reído tranquilamente al sol
Con fina piel blanca o manos envejecidas
Amor red del mundo en la que los hombres atrapados
Danzan como payasos serios y enloquecidos.
Poema grotesco
A Ren Wauquier
I
El soldado verde que vive en la luna me envía en un hilo de saliva a veces una naranja, otras una hoja de perejil (pelo arrancado de la barba verde) y otras su reloj de números fosforescentes. El reloj cae al fondo del mar y marca las horas de forma tan violenta que rompe las olas (las velas de los barcos estallan como troneras).
Los niños, por la tarde, volando su cometa, sostienen en la mano un hilo de saliva a través del cual el soldado no les envía nada, ni tejones ni higos secos.
II
En un gramófono de agua las notas llueven igual que los querubines de la harina tocan trompetas de harina mientras mi elefante se ha enredado la trompa en una espiral sin fin sin punto y sin coma la ventana se ha desprendido del muro y se ha ido por esos mundos buen viaje conque voy a diseñar otra ventana.
Casa de fieras
Heme aquí soy tu perro de piel a rayas
Y dientes de espadas para morderte, para ladrarte
Heme aquí soy tu serpiente para tentarte
Con la manzana del sol envenenarte
Heme aquí soy tu rinoceronte vestido de payaso
Haciendo malabarismos para que rías
Heme aquí soy tu jirafa. Mayúscula
En el texto del día, léeme A
Heme aquí soy el águila del ocaso
Con mi corazón encendido en el pico como un faro.
Pensamiento
Tus manos en el piano como dos caballos
Con cascos de mármol
Tus manos en las vértebras como dos caballos
Con cascos rosados
Tus manos en el azul como dos pájaros
De alas de seda
Tus manos en mi cabeza
Como dos piedras en una sola tumba.
Poema
Tu envoltura
Como un pájaro en el nido del corazón
En ríos de sangre te bañas
Y vuelas por la punta de mis dedos
Cuando te vas
El cuerpo recobra su peso infinito
Y el paisaje abierto de par en par
Encarna tu ausencia
Como si hundieras las manos en un cesto
Me sacas del océano del sueño
Y la cabeza me zumba como una caracola
Tú piedra arrojada al lago
Tú círculo de agua que te abandona
Quizá esperándote resucite
El cadáver de una palabra
Que con su linterna ciega me pasee
Por la noche
Tu pelo será su oscuridad
Y yo me sumergiré en las sombras.
Viejo vals
Viejo vals la novia muerta yace entre velos cubiertos de polvo
Guirnaldas de muchachas blancas con vestidos de espuma
Con caballeros de espadas giran enlutadas
Y esparcen al aire un vago perfume de arcilla
Está el cementerio en la luna, las acacias reinas de las sombras
Como invitados ilustres asisten y murmuran
Entre misteriosos panteones amantes de corazón sombrío
Testimonian su amor con gestos adormecidos.
Viejo vals parejas de cera se elevan por los aires
Y en el salón de la noche bailan vertiginosas
Me rodean cosas demasiado normales, me da miedo
Despacio cruje el viento y el vals delira
Es la boda de la que antaño en vida
En su boda viva murió en flores de sangre
Su blanco rostro se estremece como un espectro
Cuando el vals lentamente gira, cuando el vals diríase que llora.
Paseo Marino
A I. Ludo
La sangre del mar circula roja por los corales
El corazón profundo del agua retumba en mis oídos
Estoy en el fondo del cielo de las olas
En el sótano de las aguas profundas
A la luz asesinada del cristal fúnebre
Peces menudos como juguetes de platino
Recorren mi pelo que ondea
Peces grandes como jaurías de perros
Sorben con avidez las aguas. Estoy solo
Levanto el brazo y compruebo su peso líquido
Pienso en una rueda dentada, en una palmera
En vano intento silbar
Es como si atravesara la masa de una melancolía
Y como si siempre hubiera sido así
A medias hermoso y a medias triste.
*(Perú, 1952). Estudió Psicología Social en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos y se inició en la poesía a finales de los años 60. Miembro histórico del Movimiento Hora Zero. Viajó a Europa en 1977. Colaboró con la Editorial Banda de Moebius durante su estancia en Madrid. Vive actualmente en Barcelona. Ejerció como lector de la Editorial Planeta y lo dejó por salud mental. Ha trabajado largo tiempo como bibliotecario del Instituto de Estudios Norteamericanos. Actualmente está abocado a tiempo completo en su labor poética y plástica, además colabora como crítico literario para diversos medios de información de España y Latinoamérica. Da clases de iniciación al arte culinario y tiene una exposición permanente en su Factoría√-1. Ha publicado en poesía El tratante (1995), Hebras de Malasaña (1998), Monasterio de palabras (2009), Fusión (2010), Tálamo y Escalpelo (2013), Sin ambages (2015).
**©Todos los poemas pertenecen al libro «Cuerpo Transparente» (1934), traducidos al español por Joaquín Garrigós. 2008